Llevó a su madre anciana a un viaje de 18 meses por el mundo tras diagnóstico de Alzheimer
Aunque no podía caminar ni hablar a causa de la enfermedad, Mary comenzó a hacerlo de nuevo cuando emprendió la primera aventura con su hijo.
Cuando le dijeron que su madre estaba padeciendo de Alzheimer, Sean O'Sallaigh empacó sus maletas, las de ella, y se la llevó a conocer el mundo en 18 meses. Esta es su hermosa historia.
UNA AVENTURA DE MADRE E HIJO
El hombre de 44 años de edad no soportó la idea de que su madre pasara sus últimos años en un hogar para ancianos. En cambio, decidió honrar el espíritu aguerrido de Mary y junto volaron de Irlanda a Nepal, el primer destino de la travesía.
Cuando llegaron al país asiático la octogenaria cambió el semblante. Poco a poco los síntomas de la enfermedad mermaron levemente: volvió a caminar y a hablar con los niños que jugaban a los alrededores. Mary incluso participó en el Festival del Amor o de Los Colores, celebrado en Nepal y en la India.
SEGUNDO DESTINO
Luego de haber disfrutado en grande las bondades de Asia meridional, madre e hijo partieron a Italia, donde quedaron cautivados con Roma. Allí, Sean y Mary visitaron varios restaurantes y pequeñas iglesias que a ella le encantaban.
Llegado el verano partieron a Umbria, una zona montañosa donde los recibió un amigo de Sean. El paisaje y la fauna hicieron que Mary soltara más de una carcajada. Según detalló el hijo, las vacas y las cabras con campanas en sus cuellos le parecían muy graciosas a la abuela.
ENFRENTÓ LAS DIFICULTADES
En otoño, la condición de Mary empeoró considerablemente y Sean necesitó ayuda de alguien más para cuidarla apropiadamente. Sin embargo, continuaron su rumbo y llegaron a Ciudad del Cabo, Sudáfrica.
Un par de meses después la llevaron a la playa, donde Mary pudo sentir la arena entre sus dedos mientras caminaba por la costa y miraba jugar a los niños.
EL ADIÓS
Luego de 18 meses viajando, Mary dio su último respiro en el país africano, dejando a su hijo con hermosos recuerdos que jamás olvidará.
“El amor incondicional es algo que no se obtiene a menudo y ella siempre lo dio, a pesar de que tuvo una vida difícil", reflexionó Sean, quien a pesar de que puso su vida personal en pausa para atender a su mamá, hoy se siente pleno y satisfecho de haberle dado una despedida por todo lo alto.