El caso de Anna y Olivia: quién es Beatriz, la madre de las niñas desaparecidas en Tenerife
El caso de las hermanas desaparecidas, Anna y Olivia, tiene en vilo a toda España. Conoce mejor a Beatriz Zimmerman, la madre de las niñas que habrían sido secuestradas por su padre.
A más de un mes de la desaparición de Anna y Olivia en Tenerife, las autoridades continúan sus esfuerzos por hallar su paradero. También se esfuerzan por rastrear a Tomás Gimeno, el padre de las niñas.
Gimeno ha recibido mucha atención mediática tras desaparecer con sus propias hijas el 27 de abril de 2021. Pero el día de hoy, le daremos un vistazo a Beatriz Zimmerman, la madre de Anna y Olivia.
Desde que Anna y Olivia desaparecieron, Beatriz Zimmerman, de origen alemán, no ha descansado ni un instante. Sin embargo, ha logrado mantenerse firme y llena de esperanzas de ver pronto a sus hijas.
Beatriz no ha tenido una vida fácil. Siendo solo una niña, su padre se distanció de la familia. A esto se suma que hace solo tres años perdió a su madre por un cáncer de pulmón.
Son momentos muy duros para Zimmerman, quien se ha refugiado en la música de la cantante Rosana. Específicamente, la canción "Sin miedo" se ha vuelto una especie de mantra, en el cual se apoya todos los días.
Beatriz ha compartido videos de sus hijas con la canción de fondo. Además, ha confesado en redes sociales usarla como himno cada mañana para levantarse y seguir la lucha.
Siempre fue su canción favorita, y está profundamente asociada a sus hijas en su memoria. La usa como inspiración para seguir produciendo videos y escribiendo cartas a sus hijas.
En la carta, Beatriz reveló que perdió un hijo en el vientre con ocho meses de embarazo, elogiando a su hija Olivia por haberlo sobrellevado muy bien. Joaquín Amills explicó (previa autorización de Beatriz) que este hecho sucedió en agosto de 2018.
La familia ya estaba lista para recibir al pequeño, que iba a llevar por nombre Tomy, como su padre. Sin embargo, un problema cardíaco congénito le costó la vida al nonato. Anna nació poco más de un año después.
Según dijo Amills, la pequeña Olivia interpretó el nacimiento de Anna como una suerte de reencarnación de ese hermanito nonato.