Maestra de kinder obliga a los niños a robar dinero de sus padres | Historia del día
Luis y Teresa notaron que todos los días les faltaba dinero en su casa. Pusieron seguridad en todas las puertas, sin éxito. Hasta hicieron bendecir la casa, en vano. Al identificar la causa, quedaron anonadados.
Luis y Teresa son una pareja joven, padres de una niña de cuatro años, Jenny. Como ella era su única hija, siempre cuidaron darle lo mejor en todos los aspectos.
Niña frente a una pila de dinero. | Foto: Shutterstock
La pareja dejaba a la niña en el jardín de infantes. Luego, Jenny pasaba dos horas más en la guardería hasta que sus padres la iban a retirar.
Luis y Teresa no eran ricos, pero trabajaban mucho para que a su hija nunca le faltara nada. Sin embargo, empezaron a notar que les faltaba dinero de su caja. Como estaban fuera la mayor parte del día, hicieron instalar un equipo de seguridad.
El equipo hacía sonar una alarma de haber intrusos, y un circuito cerrado de video registraba imágenes de todas las entradas. Sin embargo, el dinero seguía desapareciendo. Luis sugirió que, como eran pequeñas sumas, podían solucionarlo ellos mismos.
Por semanas, los robos siguieron siendo un misterio que les quitaba el sueño. Incluso llegaron a sospechar que podía llegar a haber alguna otra clase de fuerza involucrada, y llevaron un sacerdote para bendecir la casa.
Sin embargo, nada cambió. El dinero seguía faltando. Teresa finalmente involucró a la policía en el asunto. Cuando las autoridades inspeccionaron el hogar, hallaron pequeñas huellas dactilares en la caja del dinero. Las huellas coincidían con las de Jenny.
Pareja preocupada sentada a la mesa. | Foto: Shutterstock
La pareja estaba en shock, y le preguntó a la niña si era ella quien tomaba el dinero. Ella dijo que no. Sin embargo, cuando se lo preguntó el oficial de policía, se asustó y contó la verdad.
Descubrieron que la señorita Ámbar, su maestra, le pedía dinero por más tiempo para jugar. La condición era que mientras más dinero llevara, más tiempo tendría.
La policía descubrió que los compañeritos de Jenny estaban haciendo lo mismo. Según la niña, la señorita Ámbar les pidió que no dijeran nada a sus padres sobre el dinero, porque si no se molestarían tanto que se enfermarían y morirían.
Teresa y Luis estaban tan sorprendidos que no lo podían creer. Tenían a la señorita Ámbar en alta estima, y creían que era una buena maestra, querida por sus alumnos.
Al día siguiente, la pareja acudió a la escuela con la policía y con algunos otros padres. Tras un interrogatorio, la señorita Ámbar confesó que manipulaba a sus alumnos para obtener dinero.
Maestra frente a su clase. | Foto: Shutterstock
La mujer se disculpó una y otra vez, y aseguró que lo hacía porque no tenía opción: su padre estaba enfermo y necesitaba dinero para tratamientos y medicinas. Como hija única, era también la única que podía ayudarlo.
La señorita Ámbar fue despedida y detenida por su accionar. Sin embargo, cuando se comprobó que su historia era cierta, las familias iniciaron un GoFundMe para ayudar a su padre.
Los niños en su clase seguramente aprendieron una lección: que no importa las razones, no es correcto robar, y que no hay que tener miedo de pedir ayuda cuando se la necesita. Y tú, ¿qué has aprendido?
Cualquier parecido con la realidad y con sucesos, lugares o personas vivas o muertas es pura coincidencia.
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