Mujer fue a visitar a sus amigas paseando el cuerpo sin vida de su bebé muerta

La muerte de una pequeña niña de apenas cinco meses de nacida a manos de su madre ha conmocionado a la población de Brasil. El caso tiene detalles estremecedores.

Cuando una de las amigas de Gabrieli Paes da Silva de 21 años se acercó al cochecito de su bebé, curiosa por el silencio total de la niña, supo que algo estaba muy mal.

La joven madre se limitó a reír mientras afirmaba que nada pasaba. La niña fue llevada de urgencia a la Unidad de Atención de Emergencia en Jardim Leblon, donde fue declarada muerta. Esto es lo que se sabe de este horrible crimen.

COMPORTAMIENTO EXTRAÑO

A pesar de su juventud, Gabrieli es madre de tres niños. Su primer hijo nació en 2016 y el segundo en 2019. Ambos viven con su abuela materna, quien por cierto denunció a su hija durante su primer embarazo.

Cinco meses atrás nació Melanie, quien vivía sola con su madre en Vila Bandeirantes. El padre de la pequeña, un hombre de 40 años, la visitaba dos veces por semana. En la última visita, la mujer no le permitió ver a la pequeña.

El padre nunca reconoció legalmente a la niña, ni pagaba pensión. Según algunas fuentes, él dudaba ser el progenitor, y la madre se habría negado a hacerle una prueba de ADN a Melanie.

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En el último mes, amigos y vecinos afirman que Gabrieli tenía un comportamiento algo diferente, menos sociable. Sin embargo, la noche del 24 de junio, salió con su hija en su cochecito a una reunión con algunas amigas.

Tras un rato de compartir alegremente, algunas de las chicas comentaron lo silenciosa que estaba la bebé, y se acercaron a revisarla. La niña estaba fría, rígida y tenía señales de maltrato.

“UN CHIP DE BESTIA”

Los médicos determinaron que la niña había muerto muchas horas antes. Además, encontraron indicios de que había sido abusada y maltratada. La madre fue detenida y al cuestionarla, admitió que había ahogado a su hija en la ducha.

La mujer explicó que había llevado a vacunar a su hija, y a partir de ese momento tuvo la certeza de que la bebé tenía “un chip de la bestia en su cabeza”, y su intención era quitárselo.

Respecto al abuso, dijo no tener explicación. Las autoridades parecen descartar problemas psicológicos o depresión posparto en la joven madre.

“Sostenía a la niña bajo el agua, sabía que la estaba ahogando”, dice la funcionaria Eliane Benicasa, de Protección de la Infancia y la Adolescencia, según recoge Campo Grande News.