La última voluntad de Álex Lequio: Ana Obregón continúa el proyecto que su hijo dejó a medias

Ana Obregón dio una entrevista a la revista Hola, en la que habló de su vida después del fallecimiento de su hijo. Reveló que Álex Lequio, su "Aless", dejó un proyecto inconcluso que ella planea retomar.

Este no ha sido un año fácil para Ana Obregón. Su único hijo, Aless, falleció el 13 de mayo, y un año y 9 días más tarde, el 22 de mayo de 2021, perdió también a su madre.

Ahora se retiró a la casa familiar en Mallorca que construyó su padre 50 años atrás. Se encuentra cuidando de él, de hecho, y tratando de recomponerse de su última pérdida frente al mar.

Desde allí, desde la que fue la casa favorita de Aless, habló con tristeza pero con templanza de lo que le tocó vivir durante el último año. Viene siendo una prueba muy difícil, sobre todo ahora que debe animar a su padre mientras ella misma tiene el corazón roto.

"A mí mi mami me tiene que perdonar muchísimo", dice. "Yo no puedo entrar en el dolor de mi madre porque estoy en el de mi hijo, y todos los días le pido perdón porque no puedo".

Sin embargo, encuentra fuerzas en su hijo para seguir. Continúa su labor en la Fundación Aless Lequio, y además ahora planea terminar con un proyecto que él dejó inconcluso al partir.

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"Cuando le diagnosticaron el cáncer, empezó a escribir un libro", reveló. "Era un no parar: le daban quimioterapia y protonterapia al tiempo y encima, para estar bien, escribía y trabajaba".

Por entonces, en Nueva Jersey, Aless le leyó partes de la obra que estaba escribiendo: trataba de un joven a quien le diagnostican cáncer y conversa con sus voces interiores. Ella sabía que el libro inconcluso estaba en el ordenador de su hijo, pero no pudo acceder enseguida: "he tardado seis meses en dar con la contraseña", refiere.

Una vez que lo recuperó, tampoco pudo leerlo inmediatamente. Era demasiado dolor. Debieron pasar más meses para que se atreviera a abrir aquel archivo. Pudo recién encontrar la entereza de espíritu en Mallorca.

"Yo a Aless de pequeño siempre le decía: 'Ya estás pensando en las musarañas', y el libro se va a titular así: 'El chico de las musarañas'", comunica.

Aless llegó a escribir tres capítulos de aquel libro reflexivo y no falto de sentido del humor sobre lo que estaba viviendo. Ella planea integrar ese texto en algo más extenso de su propia autoría.

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"Escribir un libro no es para lucrarse de la muerte de una persona, sino para ayudar", explica. Su idea es que esto sirva para dar soporte a su Fundación. Toma inspiración en la forma en que él brindaba apoyo a otros enfermos de cáncer, incluso en sus últimos días.

Por el momento, sin embargo, no ha podido ponerse a escribir. "Cada vez que me siento me bloqueo, no hay palabras, no puedo empezar", confiesa. Sin embargo, tiene la confianza de que lo hará, y la firme tarea de cumplir con ese propósito.

"Quiero hacer todo lo que a él le hubiera gustado hacer", manifiesta.

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Ahora, sin embargo, tiene que recuperarse de los duros embates del destino, que la han hecho perder a "las dos personas que más quería" en poco más de un año. Toma fuerza en su camino espiritual, y en despojarse de lo superficial para encontrar lo que verdaderamente importa.

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