Un niño con múltiples enfermedades capturó corazones, pero todo era una mentira de su mamá

Kristy Schneider conmovió los corazones de sus vecinos y los de montones de internautas con la lucha de salud de su hijo adoptivo Louie. Pero los médicos creen que era todo mentira, y que todos sus síntomas los había provocado ella con malos tratos.

Erik y Kristy Schneider son un matrimonio estadounidense de Alexander, Arkansas. Fueron padres adoptivos de Louie, pero perdieron la tenencia del niño en 2019. Ahora enfrentan cargos por poner en peligro la salud de un menor y por fraude.

Cuando Louie tenía 9 años, Kristy Schneider dijo a médicos y al público en general que su hijo padecía de una severa condición: un desorden genético que le ocasionaba múltiples patologías, lo tenía en constante dolor y requería de montones de medicamentos y tratamientos.

Por largo tiempo, Louie estuvo postrado, moviéndose en silla de ruedas, en extrema delgadez y siendo alimentado por un tubo. Se le administraban grandes dosis de medicamentos muy fuertes para sus supuestos dolores, de las que solo se permiten para cuidados paliativos de pacientes moribundos.

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Buscó y recibió montones de donaciones para los tratamientos para su hijo, y la sincera preocupación de mucha gente. Incluso se hizo pagar aviones para llevar al niño a especialistas, a los que les describió una larga lista de síntomas desconcertantes.

El cuadro, sin embargo, no paraba de empeorar. La madre entonces lo mandó a un hospicio, en donde debía pasar sus últimos días y fallecer. Incluso consiguió que el cuerpo de policía escoltara ceremoniosamente al pequeño hasta el lugar.

Allí es donde todo dio un vuelco: los Schneider confiaban en que Louie, en el estado en el que iba, moriría en el hospicio, pero eso no ocurrió.

Lejos de sus padres, y ante el cuidado directo de los profesionales, en pocos días Louie era otro niño. Ganó más de 3 kilos de peso, pudo alimentarse por sí solo y volvió a caminar.

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Los médicos entonces empezaron a sospechar que en realidad se trataba de un niño perfectamente sano, a quien sus cuidadores le habían hecho mucho daño. La doctora Repp, que estuvo a cargo del niño, refirió que cuando lo habló con la madre adoptiva ella le dio una respuesta indignante:

"Le salió mal aquello de morirse", refiere que le dijo.

En el juicio por la tenencia, a Schneider se la acusó de sufrir de "Munchausen por poderes": un desorden psicológico que lleva a cuidadores a describir síntomas inexistentes y a provocarle activamente daño a los niños para recibir el trato preferencial que reciben las familias con hijos enfermos.

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Kristy Schneider se entregó a la justicia el pasado martes 27 de julio, por el cargo de poner en peligro el bienestar de un menor. Enfrenta también cargos por estafa, por las donaciones que pidió para sostener los tratamientos de Louie.

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