Niño vendía amigos imaginarios en un colegio de Monterrey: hizo 500 pesos en un solo día
Al menos 25 niños de un colegio privado de Monterrey fueron embaucados por un hábil pequeño que, emulando a los tiburones de “Shark Tank”, les vendió una ilusión.
Todos hemos escuchado o vivido en carne propia la fantasía de tener un amigo imaginario. Para algunos niños, ha sido su mejor compañero durante momentos difíciles de la infancia
Pero con seguridad a muy pocos se les ocurrió que podían comprar o vender un amigo imaginario a nuestros compañeros del colegio. Pues Jorge, de apenas 7 años, tuvo esa brillante idea.
Grupos de niños conversando. | Foto: Shutterstock.
UN NEGOCIO REDONDO
Después de pensarlo muy bien y analizar los pro y algunos contra de su gran idea, Jorge se sintió listo para llevar a cabo su innovador negocio. Esa mañana llegó a su colegio privado de Monterrey, Nuevo León y entró en acción.
Escogió con cuidado a sus clientes, a quienes les ofreció en venta a un potencial amigo imaginario. Para ello, fingió (¿o no?) una amena conversación con el amigo en venta y se lo presentó al comprador.
El precio establecido por cada amigo imaginario era de 20 pesos y sorpresivamente, logró concretar 25 ventas, haciéndose de un capital de la nada despreciable cantidad de 500 pesos, con una inversión imaginaria en su totalidad.
Sus 25 clientes estaban felices sosteniendo largas conversaciones con estos nuevos amigos. Para desgracia del nuevo emprendedor, un profesor se percató de lo ocurrido.
UNA ESTAFA REAL
Tras averiguar lo que había estado ocurriendo en el colegio, el profesor citó a Jorge y a sus padres, dando por terminado en forma abrupta con el incipiente negocio. Como bien le explicó al niño, lo que hacía no era más que una estafa.
Una chica recostada de su "amigo imaginario". | Foto: Shutterstock.
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El padre del niño estaba muy sorprendido por lo ocurrido y como explicación se le ocurrió que su hijo era fanático del programa ‘Shark Tank México’. Posiblemente se inspiró en los consejos de los tiburones para su novedoso negocio.
Por ahora, el creativo y pícaro niño estará bajo vigilancia para evitar que vuelva a estafar a sus amigos con alguna otra ingeniosa pero cuestionable idea. Resulta innegable que tiene un gran futuro, siempre y cuando alguien se ocupe de mostrarle la vía honesta.