Un adulto mayor da el mejor consejo para el duelo por un ser querido - Historia del día
En la historia del día de hoy, te traemos las sabias palabras de un adulto mayor ofreciendo sus mejores consejos para lidiar con la pérdida de un ser querido.
El duelo es una de las experiencias más difíciles en esta vida. Llorar la pérdida de un ser querido es algo que todos debemos hacer en algún punto, y nunca es fácil.
En esta historia del día, un hombre ya entrado en años ofrece poderosas palabras y sabios consejos sobre cómo manejar el duelo.
Mujer cubre sus ojos mientras llora. | Foto: Pexels
"Estoy ya bastante viejo. He sobrevivido a muchas personas que amé. He perdido amigos, mejores amigos, conocidos, colegas, abuelos, a mi mamá, maestros y mentores, vecinos y estudiantes. De todo", dijo el hombre.
"Me gustaría poderte decir que te acostumbras a la muerte, pero nunca me ha pasado. Cuando alguien que amo muere, me arranca un pedazo del alma. Pero tampoco es un dolor que quieras superar", agregó.
"Las cicatrices son evidencia del amor y de la relación que tuve con esa persona. Y si es una herida profunda, es porque fue un amor profundo. Las cicatrices son testimonios de vida. De que puedo amar, sangrar, y sanar."
"En cuanto al luto, te llega por oleadas. Al principio, te estás ahogando, todo se hunde a tu alrededor. Pero tú estás flotando, y buscas a qué aferrarte, algo físico, un recuerdo, una foto. Alguien más que flota también. Es lo único que puedes hacer", dijo.
Mujer triste en quicio de ventana. | Foto: Pexels
"Las primeras olas son grandes, fuertes, y frecuentes. Te atacan sin piedad cada diez segundos. No te da tiempo ni a respirar. Pero tras semanas, o meses, las olas siguen enormes, pero están más separadas", explicó.
"Te da tiempo a respirar. Puedes volver a funcionar. Claro, cualquier cosa puede desatar otra ola: una canción, una esquina en la ciudad, un aroma. Y vuelve esa ola de dolor a abrumarte."
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"Pero entre las olas, hay vida. Y un buen día, notas que las olas ya no son tan grandes. Y están cada vez más separadas entre sí. Puedes verlas venir en cámara lenta. Aniversarios, cumpleaños. Lo ves venir, y te preparas", agregó.
"Y cuando el dolor te alcanza, sabes que pasará. Dolerá, pero pasará. Sobrevivirás. Las olas nunca dejan de venir, y en cierta forma, no quieres que lo hagan. Pero aprendes a sobrevivirlas, y hasta a apreciarlas", concluyó.
Esta es una obra de ficción. Nombres, personajes, negocios, eventos e incidentes son productos de la imaginación del autor. Cualquier parecido con personas reales, vivas o fallecidas, o hechos reales es pura coincidencia.