Un "hable ahora o calle para siempre" hizo cancelar una boda - Historia del día
En la historia del día de hoy, una ceremonia nupcial súbitamente llegó a su fin luego de que el sacerdote instara a los invitados a hablar, o callar para siempre.
Las bodas son eventos relativamente predecibles. Siempre siguen un formato similar: alguien espera en el altar, alguien camina lentamente mientras suena la música.
Hay votos conmovedores. El sacerdote pregunta si alguien objeta a la unión. Nadie lo hace, y la feliz pareja sella la unión con un beso. Pero en la historia del día de hoy, las cosas no salieron como siempre.
Novios en su boda. | Foto: Pexels
Alberto y Cristina siempre fueron los mejores amigos. Cuando eran niños, sus familias eran vecinas, y crecieron jugando en el patio y divirtiéndose juntos. Años después, la familia de Cristina se mudó y terminaron perdieron el contacto.
Entretanto, Alberto entró a la secundaria. Muy a su pesar, no tuvo mucha suerte con las mujeres en esa época. Eso cambió al llegar a la universidad, cuando conoció a Sofía.
Él la invitó a salir, y ella dijo que sí. En un abrir y cerrar de ojos, pasaron cuatro años. Alberto estaba graduándose de la universidad, y Sofía ya estaba trabajando. Él decidió pedirle matrimonio, porque sintió que era el siguiente paso lógico.
Al enviar las invitaciones, recordó a su vieja amiga de la infancia, Cristina, y decidió incluirla en la lista. Lo que no se imaginaba es lo que pasaría cuando el sacerdote dijo "si alguien se opone a este matrimonio, hable ahora o calle para siempre".
Torta de bodas arruinada. | Foto: Shutterstock
"Yo solo pensé que esas cosas ocurrían en las películas. Pero ahí estaba yo, frente al altar, cuando la mujer que pensé que era solo mi amiga gritó frente a todos que estaba cometiendo un grave error", contó Alberto.
Todos en la iglesia quedaron impactados. "La llevé afuera y me confesó su amor. Me dijo que siempre me había amado, desde que éramos niños, y que nunca dejó de pensar en mí. Y me di cuenta de que me estaba casando con la mujer equivocada", agregó.
"Volví a entrar y cancelé la ceremonia. Seis meses después me casé con la mujer correcta. Comenzamos un negocio juntos, tenemos 3 hijos increíbles, una vida sexual maravillosa, dinero de sobra y hasta un yate", dijo.
"Esa es la versión de cuento de hadas. En la vida real, nadie habló, nos casamos, y dejé a mi mujer cinco años después porque me fue infiel. Volví a conectarme con Cristina hace poco, y empezamos a salir. Por favor, ¡no se queden callados!"
Esta es una obra de ficción. Nombres, personajes, negocios, eventos e incidentes son productos de la imaginación del autor. Cualquier parecido con personas reales, vivas o fallecidas, o hechos reales es pura coincidencia.