Papá echa a su propio hijo de la casa por el repugnante regalo que le dio a su hermanastro - Historia del día

Eché a mi hijo de la casa después de que le dio un regalo repugnante a su hermanastro. ¡Sin duda hice lo correcto! Mi hijo se lo merecía.

Tengo dos hijos, Kevin y Martin, que han vivido como extraños la mayor parte de sus vidas debido a la diferencia de edad. Kevin tiene 32 años, mientras que Martin tiene 17.

Kevin es mi hijastro, pero, sinceramente, siento que se parece más a mí que a Martin. No, no estoy discriminando a mis hijos. Es solo que Kevin y yo tenemos mucho en común.

Cuando se trata de Martin, no sé qué decir. Aunque tiene algo particular, no es exactamente una cualidad. Es algo que lo distingue de la multitud en general, su sentido del humor. Realmente puede ser ofensivo con sus bromas tontas.

Al principio, no me tomaba en serio sus bromas. Después de todo, sabes lo imprudentes que son estos adolescentes. A menudo encuentran diversión en cosas que son estúpidas y sin sentido. Pero un día, Martin simplemente cruzó la línea.

Kevin y su esposa Linda han luchado contra la infertilidad durante mucho tiempo y están muy estresados ​​por ello. Entonces, en su cumpleaños, decidí que lo visitaríamos y le daríamos una fiesta sorpresa.

No recuerdo la última vez que lo vi feliz, así que planeamos mantenerlo como un asunto familiar. Seríamos solo mi esposa, Amanda y Martin.

Kevin estaba encantado cuando lo sorprendimos. Cortamos el pastel y cenamos juntos. Todos estaban realmente felices. Pero luego llegó el momento de entregar nuestros regalos.

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El cumpleañero estaba emocionado al abrir todos sus regalos. Pero cuando abrió el regalo de Martin, frunció el ceño.

"¿Qué pasa, Kevin? ¿Qué te dio Martin?", pregunté de inmediato. Solo esperaba que no fuera otra de las bromas aburridas de mi hijo porque Kevin parecía molesto.

Cuando el agasajado quitó el papel de regalo por completo y reveló qué había dentro, mostró una camiseta que decía ‘El mejor papá de todos’. Linda y Kevin se miraron y las sonrisas de sus rostros se desvanecieron. Hubo un incómodo silencio en la habitación.

La primera persona que interrumpió ese silencio fue Martin. "¿No es genial esa camiseta, Kevin? Quiero decir, la diferencia de edad entre nosotros hace que a veces me pregunte si soy tu hijo. ¡Así que pensé que este regalo era genial!", dijo Martin y luego se echó a reír.

Incluso un extraño habría notado que Kevin y Linda se sentían realmente heridos por el regalo, pero Martin siguió adelante. "¿Por qué no te lo pruebas, Kevin? Creo que te quedará bien".

Amanda y yo quedamos desconcertados. No podíamos creer que nuestro hijo le hubiera dado tal regalo a Kevin cuando sabía lo mucho que se ha esforzado por tener un hijo. Martin había ido demasiado lejos esta vez y perdí la calma. “Basta de bromas, Martin. ¡Solo cállate!".

Martin me miró como si fuera inocente y yo gritara innecesariamente. "¿Qué pasa, papá? ¿Por qué estás actuando así?".

"¿No lo puedes ver?". Empecé a hablar, pero Kevin me interrumpió. "Está bien, papá. Martin no lo decía en serio. ¡Déjalo!".

Pero esta vez no se trataba solo de Martin y Kevin. Linda también estuvo involucrada. Parecía realmente molesta por el regalo. La broma estúpida de Martin había arruinado el estado de ánimo de todos. No podía dejarlo pasar tan fácilmente.

"¿Todavía no te das cuenta de lo que has hecho, Martin?", estaba furioso.

“Está bien, papá. ¡Calma! Si se trata de la camiseta y Kevin intentando tener un niño y todo eso, no lo decía en serio. ¡Fue solo por diversión!", dijo el bromista.

"¡¿Diversión?! ¿Hablas en serio, Martin? ¿Cómo puedes ser tan grosero con tu familia? Mira a Linda y Kevin. Están realmente heridos. ¡Por lo menos, deberías disculparte con ellos!".

Martin puso los ojos en blanco. “¡Está bien, creo que ustedes se están tomando esto demasiado en serio! Fue solo una broma, chicos. ¡Y papá, no me disculpo por eso! ¡No es mi culpa si la gente es hipersensible y no puede aceptar las bromas!”, respondió el joven.

Perdí la calma. “¡Fuera, Martin! ¡Solo lárgate! Ve a donde quieras, ¡pero no vuelvas a casa!".

"Pero papá…", Martin comenzó a hablar, pero lo interrumpí. "¿No entendiste lo que dije? ¡Piérdete!".

Martin me lanzó una mirada con rabia y cerró la puerta al salir.

Cuando llegamos a casa más tarde esa noche, Martin no estaba por ningún lado. Pensé que no importaba lo que le hubiera dicho, no se iría de casa así. Pero lo hizo y no había regresado.

Honestamente, estaba tan enfurecido por su actitud insensible que no me importaba si aún no estaba en casa. Sin embargo, Amanda estaba preocupada. Martin no respondía a sus mensajes de texto, así que ella siguió tratando de llamarlo. Pero Martin tampoco devolvió sus llamadas.

Finalmente, alrededor de las 10 pm, recibí una llamada de mi hermano Jonathan informándome que Martin estaba en su casa. Jonathan me acusó de exagerar y que no debería haberle gritado así a Martin, pero creo que Martin se lo merecía.

"Ni siquiera se disculpó, Jonathan, así que deja de ponerte de su lado. ¡Y sí, dile que no es bienvenido en esta casa hasta que se dé cuenta de su error y deje de hacer esas horribles bromas!", dije y luego colgué la llamada.

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Sin embargo, dos semanas después, Martin regresó a casa. Lloraba desconsoladamente y dijo que se había dado cuenta de su error. Resultó que la esposa de Jonathan lo había humillado públicamente después de que él hizo una broma sobre ella mientras salían a almorzar.

Desde entonces, ha tenido miedo de hacerle bromas a la gente. Martin también se disculpó con Linda y Kevin por teléfono. Debo agradecer a la esposa de Jonathan por esto. Realmente hizo un buen trabajo.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

A veces es necesario ser estricto para que la gente se dé cuenta de sus errores: La forma en que la esposa de Jonathan trató a Martin cuando intentó hacerle una broma es un ejemplo brillante de eso.

Piensa dos veces antes de actuar: Debido a su estúpido hábito de bromear, Martin estropeó el estado de ánimo de todos en el cumpleaños de Kevin.

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Esta es una obra de ficción. Nombres, personajes, negocios, eventos e incidentes son productos de la imaginación del autor. Cualquier parecido con personas reales, vivas o fallecidas, o hechos reales es pura coincidencia.