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Bebé junto a una mesa llena de comida. | Fuente: Shutterstock
Bebé junto a una mesa llena de comida. | Fuente: Shutterstock

Pareja sin hijos busca a una adolescente que abandonó a su bebé en un café - Historia del día

Vanessa Guzmán
16 oct 2021
10:20

Ellos habían tratado de concebir durante mucho tiempo. De repente, una adolescente les pidió que cuidaran a su hijo porque necesitaba ir al baño en un café. Ella no regresó y la pareja se sorprendió cuando la encontraron días después.

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Luisa y Daniel se casaron con la esperanza de formar una familia. Se establecieron en una bonita ciudad, y empezaron a intentar tener un bebé de inmediato. Después de unos meses, no había pasado nada y la mujer comenzó a preocuparse.

"No te preocupes cariño. No sucede tan rápido para todos. Tómate tu tiempo'', la consoló su madre. Ella sonrió y esperó lo mejor. Daniel compró pruebas de ovulación y embarazo para tener en casa por si acaso.

Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Pexels

Pero después de un año intentándolo, el esposo sugirió ir a una clínica de fertilidad y se reunieron con la Dra. Annabella Hernández.

“Bien. ¿Han estado intentando tener un bebé durante aproximadamente un año y medio? Eso no es tan malo. Pero le haremos pruebas y comprobaremos todo", explicó la especialista.

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Fueron a hacerse la prueba y descubrieron que Luisa tenía un útero inhóspito y Daniel tenía un recuento bajo de espermatozoides. "Voy a ser honesta con ustedes. No va a ser fácil y no hay garantías. Pero si desean tratamientos de fertilidad, podemos comenzarlos de inmediato”, comentó Hernández.

Continuaron con la primera ronda de tratamientos, pero no pasó nada. Luisa se estaba preocupando más a medida que pasaba el tiempo. Le preocupaba que Daniel la dejara, aunque ambos tenían problemas de fertilidad.

Su segunda ronda de tratamientos tampoco mostró ningún resultado positivo, y condujo a una de las peleas más grandes que jamás hayan tenido porque Daniel quería detenerse.

“Esta situación es demasiado estresante para los dos. Están agregando toneladas de hormonas a tu cuerpo. ¡Estoy preocupado por ti!", reclamó Daniel.

"¡No! No podemos detenernos. Tenemos que seguir adelante. Ya sabes lo que dicen, '¡la tercera vez es la vencida!'. Tengo un presentimiento al respecto. ¡Podemos hacerlo!", insistió Louise.

"Por favor cariño. No tienes que pasar por tanto. Hay otras opciones", manifestó Daniel.

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"¡No hay otras opciones!", gritó la desesperada mujer.

“Luisa cálmate. Podemos adoptar", comentó Daniel.

Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Pexels

"¡NO! ¡Estás renunciando a nuestro sueño! ¡Si no te doy un bebé, me dejarás por una mujer que pueda! ¡LO SÉ!", dijo Luisa bastante alterada.

Daniel no pudo lidiar con ella y se fue a dar un paseo para calmarse. No quería dejar a su esposa. Quería tomar las cosas con calma y que descansaran un rato.

Afortunadamente, cuando regresó, Luisa se había calmado y se disculpó por su comportamiento. Él le dijo que también lo sentía, pero decidieron ver a su médico por última vez.

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Después de su tercer tratamiento, se detuvieron en un café para darse un gusto. De repente, una adolescente se les acercó. "¡Hola! Lamento molestarlos, pero ¿puedes cuidar a mi bebé mientras voy al baño?”, preguntó la chica.

"¡Por supuesto!", respondió Luisa. La joven acercó el cochecito a ellos y se alejó. Luisa arrulló a la linda niña y se rio. Daniel también comenzó a interactuar con la bebita.

"Hola, bonita. Eres adorable”, expresó. Luego comentó: “Me siento un poco mal por esa chica. Ella no puede tener más de 17 años”.

"Sí, pero lo superará. Ella me pareció muy madura”, dijo Luisa mientras seguían jugando con la bebé.

Pero después de 30 minutos, se preocuparon por la adolescente. Luisa se puso de pie y revisó los baños. No había nadie dentro. Preguntó a los baristas, y uno de ellos recordó haber visto a la chica salir por la puerta trasera.

Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Pexels

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No sabían qué hacer ahora. Tomaron el cochecito y registraron las tiendas cercanas. La niña no se veía por ningún lado y estaba oscureciendo. Entonces se llevaron a la bebé a casa.

"Tenemos que llamar a la policía o llevarla a una estación de bomberos", dijo Daniel mientras Luisa alimentaba a la bebé con puré de manzana. Ella lo miró con expresión de asombro.

"¿Y si... y si esta es nuestra oportunidad?", dijo la mujer con cautela.

“Cariño, sé que queremos desesperadamente un bebé, pero este no es el camino. Ni siquiera sabemos su nombre ni tenemos un certificado de nacimiento", advirtió Daniel.

"Espera, déjame revisar el cochecito", dijo Luisa. Sorprendentemente, encontró un certificado de nacimiento. La bebé se llamaba Lucy y su madre Larissa Chen.

“Bueno, esta es información suficiente para que la policía la encuentre. Es posible que se arrepienta de haber hecho esto”, dijo Daniel.

“¿Y si la buscamos primero? Tal vez, ella quiere que la adoptemos, y si obtenemos su permiso, no tenemos que involucrar a la policía en esto", suplicó Luisa. Daniel estuvo de acuerdo porque secretamente quería quedarse con la bebé también.

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Buscaron su nombre en línea y descubrieron a varias personas con el mismo nombre en su área. Llamaron a todas las personas y ninguna de ellas era la madre de la bebé. Pero de repente, vieron su foto en Facebook y descubrieron a qué escuela iba.

Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Pexels

La esperaron al otro lado de la calle y cuando salió de clases, ella los vio de inmediato. “¿Qué están haciendo ustedes dos aquí? Les dejé el bebé. ¡Váyanse ahora!", dijo Larissa enojada. Se sorprendieron por su respuesta.

"¿Y si te arrepientes?", preguntó Luisa.

"No lo haré. La bebé tiene ocho meses y no la quiero. Por favor, váyanse y no me vuelvan a buscar", expresó la adolescente antes de alejarse. En este punto, Daniel y Luisa finalmente decidieron ir a la policía.

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Un oficial organizó una reunión con una trabajadora de servicios, que estaba lista para llevarse al bebé con ella. "Queremos adoptarla", suplicó Luisa. La señora de la oficina de protección al menor no tuvo ningún problema con esto, pero la policía debía investigar el asunto primero.

Una vez que fueron autorizados, la pareja tuvo que asistir a clases para padres de crianza temporal y se convirtieron en los tutores legales de Lucy después de unos meses. La adoptaron poco después. La niña era todo lo que siempre habían querido.

Luisa y Daniel nunca más pelearon desde que adoptaron a la bebita y su casa estaba llena de risas. Unos años más tarde, Luisa quedó embarazada sin ningún tipo de tratamiento.

"¡Pensé que no podía tener hijos y ahora vamos a tener dos!", le dijo efusivamente a Daniel después de mostrarle la prueba de embarazo.

"Creo que Lucy nos curó", señaló el marido entre lágrimas.

Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Shutterstock

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¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • Las sorpresas ocurren cuando menos las esperas: Daniel y Luisa deseaban desesperadamente un bebé y finalmente fueron sorprendidos con uno.
  • Intentar concebir puede ser estresante: Daniel y Luisa no pudieron tener un bebé al principio, probablemente debido al estrés que les producía tratar de concebir. Pero quedaron embarazadas años después cuando estaban experimentando un momento feliz.

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Este relato está inspirado en la historia de un lector y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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