Enfermera de hospicio que cuidó a bebé mortalmente enfermo, se toma fotos de graduación con él 18 años después
Cuando nació Branden West, los médicos le dieron un máximo de 18 meses de vida. El año pasado, se graduó de la escuela secundaria con su enfermera de hospicio como testigo.
Los milagros ocurren todos los días, especialmente en el campo médico. Entonces, cuando Branden West superó el pronóstico de vida que le dieron los médicos, todos quedaron sorprendidos.
Incluso antes de su nacimiento, Branden ya estaba destinado a tener problemas de salud complicados. Una prueba prenatal reveló que probablemente padecería de algunas condiciones de gravedad.
Branden West sonríe con su enfermera de cuidados paliativos, Michele Eddings, después de 18 años. | Foto: Facebook/michele.e.linn
SOLO 18 MESES
Aunque el resultado no fue tan severo como su madre, Cheri West, pensó que sería, sus posibilidades de supervivencia seguían siendo bajas. Branden nació con el síndrome de Pfeiffer que afectó la forma de su rostro y cráneo.
Después de ver a profesionales médicos y con su condición empeorando, a Branden solo le dieron 18 meses de vida.
Sus padres decidieron colocarlo en un hogar de cuidados paliativos. Allí conoció a Michele Eddings, la enfermera asignada para cuidarlo.
“El día que lo admitieron, esperaba que fuera una reunión emotiva y llena de lágrimas. Después de todo, estos padres estaban admitiendo a su bebé en un hospicio”, contó la profesional de la salud.
TODO MENOS TRISTE
Sin embargo, a Eddings le sorprendió saludar a un niño tan alegre que estaba todo menos triste. Entre los problemas que atacaban a Branden, su condición del sistema respiratorio era de las más delicadas.
Recordó una noche en que Branden luchó por sobrevivir. En ese momento, la enfermera no estaba segura de que pudiera llegar a la siguiente mañana.
“Recuerdo suplicarle a Dios que por favor lo tomara o lo mejorara, era demasiado difícil para él, para su familia y todos los involucrados en su cuidado”, compartió Eddings.
Afortunadamente, sus oraciones fueron respondidas y vio a su paciente supuestamente moribundo superar un ataque tras otro. "Branden fue el primer paciente que tuve el placer de 'dar de alta' del hogar de cuidado", agregó la enfermera.
JUNTOS EN EL ESCENARIO
El año pasado, Eddings tuvo el placer de ver al niño que luchó por su vida subir al escenario para recibir su diploma de Apollo High School a los 18 años.
Creció hasta convertirse en un joven amable e inteligente que centró su vida en torno a la fe y a Cristo. La mujer que cuidó durante un largo tiempo a Branden tomó fotografías del inolvidable momento.
No cabe duda de que Michele tuvo un papel muy importante en la vida de su paciente. Su relación trascendió mucho más allá de su trabajo en el auspicio.
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