Papá pierde 18 kilos para poder donar una parte de su hígado y salvar la vida de su bebé
En Nueva York, EEUU, a un padre le dijeron que su hijo no sobreviviría hasta su segundo cumpleaños sin un trasplante de hígado. El hombre pasó cuatro meses perdiendo peso para calificar como donante y salvar su vida.
Sean Kelley y su esposa Josie viven en West Almond, Nueva York, junto a sus siete hijos: Dylan, de 19, Meara y Christina, ambas de 11, Tristan, de 5, Asher, de 3, y Silas y Sawyer, ambos de 1 año.
Josie y tres de sus hijos sufren de un desorden genético llamado síndrome de Alagille. Esta enfermedad tiene un impacto sobre varios órganos, como el corazón y el hígado.
[Izq] Sean Kelley. [Der] Sawyer Kelley. | Foto: Facebook.com/sean.kelley.9400
Puede producir serios problemas cardíacos y daño hepático en casos severos. La familia Kelley ya había atravesado una cirugía a corazón abierto para Tristan cuando el chico tenía tres meses. Su hija Meara sufría de constante comezón.
Sawyer, al igual que su madre y dos de sus hermanos, también tiene el síndrome de Alagille. Sin embargo, su condición era mucho más grave. Sin un trasplante de hígado, no llegaría con vida a su segundo cumpleaños.
Sean y Josie fueron a ver a varios doctores. Eventualmente, llegaron al hospital infantil UPMC, en Pittsburgh, Pensilvania. Entretanto, Sawyer entró en la lista de espera para trasplantes.
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El Dr. George Mazariegos, jefe de trasplantes pediátricos en UPMC, le dijo a la familia que la lista de espera era muy larga. La mejor opción para Sawyer era un donante vivo. Sean se sometió a pruebas para ver si era compatible.
"Quieres verlos prosperar. Quieres verlos felices. Quieres darles toda posibilidad que puedas de tener éxito en la vida, Y esta era la oportunidad de hacer eso", explicó el padre.
Sean era compatible, pero antes de poder ser donante, tenía que bajar su índice de masa corporal (IMC) y perder peso. En agosto de 2019, el desesperado padre comenzó una rigurosa rutina de pérdida de peso. Perdió 18 kilos en 4 meses.
Sean contó con el apoyo de su familia. Su esposa lo alentó a través del arduo camino. Un día, él estaba en clase cuando recibió la confirmación de que había calificado como donante perfecto para Sawyer.
"Fue verdaderamente abrumador... Literalmente tuve que sentarme y tomarme unos minutos", dijo el hombre.
El trasplante de hígado de Sawyer ocurrió en diciembre de 2019. Parte del hígado de su padre fue usado para darle una nueva oportunidad de vivir. El Dr. Mazariegos dijo que el trasplante fue todo un éxito.
Tras el trasplante, padre e hijo se tomaron un tiempo para recuperarse. Josie elogió a su esposo por su determinación y generosidad.
"Estaba tan orgullosa de él y tan feliz de que pudiera hacer eso", dijo la madre.
Lo que hizo Sean por su pequeño angelito demuestra que un buen padre está dispuesto a hacer cualquier cosa por proteger a sus hijos. ¡Qué hermosa historia!
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