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Una niña caminando con una mochila amarilla | Fuente: Shutterstock
Una niña caminando con una mochila amarilla | Fuente: Shutterstock

En su primer día en escuela nueva, niña entra al aula y conoce a una chica idéntica a ella - Historia del día

Brianna y su familia se mudaron a un pueblo más pequeño después de que a su padre le ofrecieran un trabajo allí. Para su sorpresa, conoció a alguien que se parecía mucho a ella el primer día de clases.

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El padre de Brianna Cabrera, Patricio, tuvo que trasladar a toda su familia de Cali a Montería después de que su negocio quebrara.

El hermano mayor de Patricio, Tomás, era dueño de una tienda de automóviles en el lugar, por lo que le ofreció un trabajo allí como empleado de ventas.

Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Pexels

Brianna fue inscrita en una nueva escuela poco después del traslado de su familia a su nueva ciudad. La niña tenía 11 años y tuvo dificultades para aceptar la mudanza, pues era popular en su escuela en Cali.

También tenía un buen grupo de amigos y no le gustaba conocer gente nueva. Cuando llegó el momento de ir a la escuela, su padre la llevó allí para desearle lo mejor.

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“Buena suerte, cariño. Sé que esto va a ser difícil para ti, pero todo saldrá bien. ¡Ya verás!”, dijo, dándole un beso en la frente.

“Gracias, papá”, dijo la niña en voz baja antes de salir del auto. Aunque estaba triste, Brianna amaba mucho a sus padres. No quería que su papá se preocupara aún más, así que puso una sonrisa valiente y se despidió antes de que Patricio se marchara.

Cuando llegó a la escuela, se le indicó que se dirigiera directamente a la oficina del director. Rápidamente fue recibida por la secretaria. “Hola, debes ser Brianna. ¡Bienvenida al Colegio Edgar Duarte!”, dijo ella.

“Gracias”, respondió la jovencita tímidamente. Con eso, la directora miró por la puerta de su oficina y vio a la chica esperando. Salió rápidamente a saludarla.

“¡Brianna, bienvenida! Estamos muy contentos de tenerte aquí con nosotros. Te daré un recorrido rápido por el instituto antes de llevarte a tu salón de clases”, dijo, poniendo un brazo sobre el hombro de la niña.

La Sra. Calderón le mostró los alrededores a Brianna y le indicó donde estaban varios lugares destacados del lugar.

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Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Pexels

“Si alguna vez necesitas algo, siéntete libre de preguntarle a cualquiera de tus compañeros de clase. Estarán más que dispuestos a ayudarte. No tengas miedo de hacer amigos aquí, todos son niños muy amigables”, le aseguró la directora a la chica.

Brianna asintió. “Gracias por el recorrido y por la cálida bienvenida, Sra. Calderón”, dijo.

“¡Este es tu salón de clases! Esta es tu maestra, la Sra. Andrade, y aquí están sus compañeros de clase”, dijo la directora cuando entraron al salón. “Clase, demos la bienvenida a su nueva compañera. Esta es Brianna”, agregó.

“¡Hola, Brianna!”, dijeron los niños al unísono. La jovencita sonrió y saludó. De repente, sus compañeros de clase comenzaron a susurrar tras notar algo en su rostro.

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“Vaya... te pareces...”, empezó a decir la maestra Andrade. La Sra. Calderón le lanzó una mirada de advertencia y señaló la silla vacía junto a una chica que tenía la cabeza gacha. “Puedes sentarte al lado de Katherine”.

“Katherine, es hora de despertar. Estamos a punto de comenzar la clase”, agregó la maestra.

Cuando Katherine levantó la cabeza, Brianna se dirigía a su escritorio. Sin embargo, cuando sus ojos se encontraron, las dos chicas se horrorizaron.

En ese momento, un niño gritó: “¡Parecen gemelas!”.

“¿Cómo… cómo es eso posible?”, dijo Katherine mientras miraba su reflejo en la ventana del salón de clases.

Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Pexels

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La directora y la maestra notaron la conmoción en los rostros de las niñas, por lo que decidieron llamar a sus padres para hacerles algunas preguntas.

Mientras la Sra. Calderón esperaba que llegaran sus padres, la Sra. Andrade continuó con su clase. Tanto Katherine como Brianna estaban distraídas, pero hicieron todo lo posible por escuchar a la maestra, pues ambas querían ser estudiantes destacadas.

Una hora más tarde, justo a tiempo para el recreo, los padres de las niñas llegaron a la escuela. Cuando vieron a las dos chicas caminando hacia ellos, sus rostros palidecieron. De hecho, la madre de Brianna casi se desmaya cuando vio lo idénticas que se veían.

Mientras tanto, los padres de Katherine tenían una corazonada sobre lo que estaba pasando. “Cariño, ¿por qué no llevas a tu nueva amiga contigo a la cafetería? Nosotros, los padres, tendremos una charla rápida”, sugirió su madre.

La niña asintió e hizo que Brianna la siguiera para tomar un refrigerio. Cuando se fueron, la madre de Katherine, Cristina, les hizo una pregunta a los padres de la otra chica.

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“¿Por casualidad adoptaron a su hija?”. Cuando asintieron, ella entendió y confirmó su corazonada. Luego compartió su versión de la historia.

“Bueno, supongo que ambos sabemos por qué se parecen, ¿verdad?”, empezó diciendo la madre.

“Hace 11 años fuimos a Bogotá para adoptar a una niña. Un buen amigo mío vivía allí y nos ayudó con el proceso de adopción para que fuera más rápido y fácil, así que decidimos adoptar desde allí”, explicó.

Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Pexels

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“En ese momento, nos enamoramos de Katherine tan pronto como la vimos. Sin embargo, cuando nos dijeron que tenía una hermana gemela, admitimos que no seríamos capaces de cuidar a dos bebés”.

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“Entonces, usando nuestro dinero, pagamos al orfanato para separarlas”, dijo Cristina, avergonzada.

“Fue un gran error y lo lamento. No pensé que las chicas se volverían a encontrar, pero ahora que lo han hecho, siento la necesidad de disculparme con Brianna y Katherine”, concluyó.

La mamá de Brianna, Amanda, estaba llorando. “No… sé qué decir. Aunque me entristece que las niñas hayan tenido que crecer separadas, también me alegro un poco porque, de lo contrario, no tendríamos a nuestra querida hija con nosotros”, dijo, con un dejo de culpa en su tono.

“También estábamos en Bogotá cuando adoptamos a Brianna. Mientras visitaba a la familia de mi padre, mi prima me habló de una niña que había sido abandonada en un orfanato."

“Sabía que yo quería un hijo, así que me preguntó si estábamos dispuestos a adoptarla y llevarla con nosotros a casa”, agregó Amanda.

“De alguna manera, siento que es el destino que las dos se hayan encontrado en la escuela”, intervino Patricio.

“Sí, me encantaría que se conocieran como hermanas. Y también nos encantaría pasar más tiempo con su familia. Trataremos a su niña como si fuera nuestra, y espero que usted pueda hacer lo mismo con nuestra hija”, sugirió David, el padre de Katherine.

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Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Pexels

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Ese día, los padres esperaron a que sus hijas terminaran sus clases antes de darles la noticia. Las llamaron a una de las aulas cuando todos los demás se habían ido a casa y les explicaron la situación.

Aunque las dos chicas ya sabían que eran adoptadas, nunca podrían haber imaginado tener hermanos. Sin embargo, tanto Katherine como Brianna se alegraron de saber esto, pues siempre habían querido tener hermanos.

“Me alegro de que nos hayamos encontrado”, dijo Katherine, dándole un abrazo a su gemela.

“Yo también. Espero que podamos conocernos mejor”, respondió Brianna.

Desde entonces, las niñas se convirtieron en las mejores amigas. Sus padres también se hicieron cercanos y pasaban las vacaciones y ocasiones especiales juntos.

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Eventualmente, los padres de Katherine también descubrieron que la familia de Brianna estaba pasando por dificultades financieras. Entonces hicieron todo lo posible para ayudarlos en todo lo que pudieron y los trataron como una extensión de su propia familia.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • Las personas destinadas a estar en tu vida encontrarán el camino de regreso a ti sin importar nada. Brianna y Katherine no sabían de la existencia de la otra, pero un giro del destino las unió.
  • Debes ser amable con todos los que conoces. Los padres de Katherine y Brianna se conocieron con la mente abierta. Podrían haber optado por mantener a las gemelas alejadas, pero decidieron fomentar una relación para que las niñas pudieran crecer cerca la una de la otra.

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Este relato está inspirado en la historia de un lector y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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