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Un testamento | Foto: Shutterstock
Un testamento | Foto: Shutterstock

Hombre rico pone a prueba a su hijo al pedirle que done su enorme herencia a un orfanato - Historia del día

Vanessa Guzmán
12 feb 2022
20:40

David quería probar la lealtad y obediencia de su hijo por lo que le pidió que donara su herencia a un orfanato. Lo que hizo el joven sorprendió a todos a su alrededor.

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David Atencio era un conocido y respetado hombre de negocios en su ciudad. Gracias a su trabajo había obtenido una gran fortuna, pero nunca dejó que su dinero lo cegara. Siempre ayudaba a quienes lo rodeaban, hacía obras de caridad y quería que su hijo fuera igual.

David crio a su hijo estrictamente, queriendo que aprendiera sobre su negocio desde el principio y que experimentara una buena vida. Sin embargo, a medida que Eugenio creció, comenzó a sentirse limitado por las reglas que su padre le impuso.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash

Eugenio no tenía ningún interés en el negocio familiar y, en cambio, siempre se escapaba a fiestas llenas de chicas y alcohol. Además, David era citado con frecuencia a la oficina del director porque Eugenio faltaba a clases o se dormía en el salón.

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Un día, David decidió reclamarle. "Eugenio, esta es la tercera vez que me llaman de la oficina del director en lo que va de año. Ya tienes diecisiete y necesitas madurar, ser responsable y dejar de meterte en problemas".

"Papá, soy un adolescente. ¡Déjame vivir!", refutó Eugenio.

"Oh, Marlene, desearía que todavía estuvieras aquí", pensó David para sí mismo. Sabía que Eugenio necesitaba una figura materna en su vida. Pero desde que su esposa murió, no había conocido a otra mujer que ocupara su corazón.

Un día, mientras David estaba en una junta de accionistas, su secretaria de repente le susurró algo al oído. Eugenio había sido detenido y llevado a una comisaría por cometer actos vandálicos junto con algunos de sus amigos.

Las rodillas de David se debilitaron y se sintió que había fracasado como padre. De camino a la oficina de la policía, de repente sintió que se le oprimía el pecho. "Pedro, no me siento bien, creo que debes llevarme al hospital", le dijo con voz débil a su chófer.

Hizo todo lo posible para poner sus asuntos en orden a pesar de la sensación de empeoramiento en su pecho. Le ordenó a su secretaria que se encargara de la liberación de Eugenio y dejó una nota de voz para su abogado en el teléfono.

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Después de decir lo que quería decirle a su abogado, de repente se desmayó. Un par de horas más tarde, se despertó en una cama de hospital, con cables conectados a su cuerpo. Su hijo Eugenio estaba a su lado en la habitación, llorando.

David sufrió un ataque al corazón y tuvo que someterse a una cirugía para tratar de reparar una arteria obstruida. Antes de ser llevado al quirófano, decidió tener un momento a solas con su hijo.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

"Hijo", susurró. Ante eso, los ojos de Eugenio se iluminaron y agarró la mano de su padre de inmediato.

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"Papá, lo siento, papá”, dijo Eugenio llorando.

"Hijo, no creo que me quede mucho tiempo. Te dejé una herencia. Son como quinientos mil dólares. Te pido que por favor se los pases a los niños que lo necesitan más que tú. Al orfanato cerca nuestra casa. ¿Puedes hacer eso por mí? Mi abogado que te ayudará con todo esto", explicó David.

"Eugenio, confío en que puedes hacer esto por mí. Confío en ti. Te amo con todo mi corazón, hijo. Te estaré observando desde el cielo. Espero que puedas cambiar tu forma de ser y vivir una vida buena", manifestó apretando la mano de su retoño.

Eugenio no podía entender por qué su padre se estaba despidiendo de repente. Tenía la esperanza de que la operación fuera un éxito.

Desafortunadamente, David murió a pesar de la cirugía. Eugenio estaba devastado, y lo que le dolía aún más era que todos los que lo rodeaban, lo llamaban continuamente para preguntar por su herencia.

"Escuché que tu papá falleció. Lo siento, hombre", dijo un amigo suyo por teléfono.

"Gracias, ha sido difícil", respondió Eugenio.

"¡Así que escuché que obtuviste una herencia! ¿Quieres invertir el dinero en un negocio? Sé cuál es el correcto", agregó el amigo.

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Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Fue un discurso odioso que Eugenio escuchó no una vez, sino un par de veces en los primeros días desde la muerte de su padre. Rechazó todas y cada una de las propuestas. Se dio cuenta de cómo el dinero había corrompido las mentes de quienes lo rodeaban.

En cambio, una vez que pudo despedirse de su padre correctamente, se puso en contacto con el abogado del que le habló David. Como le prometió a su papá, transfirió $500,000 al orfanato cerca de su casa.

Una vez cerrado el trato, el abogado le entregó un sobre con una carta de su padre que decía:

"Hijo, gracias por escucharme. Ahora sé que te has convertido en un joven bondadoso que sabe cómo cumplir su palabra. Estoy orgulloso. Aunque no estoy físicamente, siempre te cuidaré. Quiero que guardes esto para ti. Haz algo inteligente y sentir orgulloso una vez más”.

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Eugenio sonrió y vio un cheque adjunto por otros $500,000. Se lo entregó al abogado y le dijo, "transfiere este dinero a la cuenta del orfanato".

"¿Estás seguro? Tu padre dijo que este es tuyo", contestó el jurista.

"Sí, estoy seguro", dijo Eugenio antes de salir de la oficina del abogado.

Una vez que salió, miró hacia el cielo y sonrió. "Ganaré el dinero yo mismo, papá. Te haré sentir orgulloso. ¡Te amo!".

Eugenio ingresó a una buena universidad, y dos años después de graduarse con un título en Administración de Empresas, comenzó su propio negocio. Rápidamente, pasó de ser el favorito de la ciudad y se convirtió en el dueño de una franquicia internacional.

Un día, mientras caminaba a casa desde su oficina, de repente comenzó a sentir náuseas. Sus rodillas se debilitaron y, antes de darse cuenta, perdió el conocimiento en la calle.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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Se despertó en el hospital, confundido acerca de dónde estaba. "¿Qué pasó?", preguntó, cuando vio una persona junto a él en la habitación.

"Hola, soy el doctor Contreras. Estoy tan contento de que esté despierto, ha estado dormido durante medio día", detalló.

"Estabas muy deshidratado. Parece que también te olvidaste de comer... tuviste suerte de que un chico te encontrara, te dio resucitación cardiopulmonar y llamó al número de emergencia", explicó el médico.

"He estado demasiado ocupado, sigo olvidándome de cuidarme. No le di importancia al calor y seguro fue demasiado para mi cuerpo”, comentó Eugenio.

Después de que el médico le hiciera un par de pruebas, autorizó el alta y regresó a su casa. De repente recordó al niño que lo ayudó y decidió averiguar quién era.

"Sobre el niño que me salvó. ¿Sabrías quién es?", le preguntó al médico a través de una llamada telefónica.

"Su nombre es Antonio. Vive en el orfanato justo enfrente de donde te desmayaste", contestó el Dr. Contreras.

Eugenio no pudo evitar sonreír. Se dio cuenta de que el niño que le salvó la vida era alguien que se beneficiaba de la generosidad de su padre. También se percató de que su papá tenía razón: siempre lo estaría cuidando, pero esta vez a través de otras personas.

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Ahora creía firmemente en el dicho: "todo lo que se da es retribuido". Eugenio continuó trabajando duro en su negocio y cada año donaba un porcentaje de sus ganancias al orfanato cercano a su casa.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • Nuestros padres siempre quieren lo mejor para nosotros: David trató de darle una lección a su hijo mientras aún estaba vivo, y terminó cambiando su vida para siempre.
  • La vida tiene una manera de devolverte los favores cuando más lo necesitas: Eugenio nunca esperó nada a cambio por sus donaciones al orfanato, pero se dio cuenta de que su generosidad volvió a él de una manera inesperada.
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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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