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Millonario llama a la policía por indigentes durmiendo en su calle: su hija se entera y se marcha rápidamente - Historia del día

Georgimar Coronil
18 mar 2022
12:50

Henry era uno de los hombres más ricos de la ciudad. Su casa valía millones de dólares y llevaba un estilo de vida ostentoso. Era tan mezquino que cuando veía a los indigentes durmiendo frente a su vivienda, llamaba a la policía. Pero su hija no lo soportaba.

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Cuando Henry Suárez se hizo cargo del negocio de su familia, sus finanzas incrementaron. Era dueño de varias fábricas y también se dedicaba al negocio inmobiliario. Era un hombre extrovertido, llevaba un estilo de vida llamativo y quería ser el centro de atención siempre.

Su hija Pamela era diferente a él. Prefería ser reservada, pero tenía un alma muy bondadosa. Le recomendaba a su padre que donara parte de su dinero a organizaciones benéficas, pero él siempre se negaba. "Yo trabajé duro por mi dinero; todos los demás deberían hacerlo también", decía.

Reloj. | Foto: Pexels

Reloj. | Foto: Pexels

"Pero tú te hiciste rico gracias a tus padres; tú no empezaste el negocio", argumentaba ella.

"No me importa; yo sostuve el negocio, así que merezco disfrutar de mi dinero sin tener que compartirlo con nadie más", respondió Henry.

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A pesar de su negativa a donar parte de su riqueza, Pamela creía que su padre tenía un buen corazón. Esperaba que algún día cambiara de opinión sobre la donación de dinero a las personas menos afortunadas. Así que se le ocurrió una idea para ayudarle a cambiar de opinión.

Al día siguiente, Pamela le dijo a su papá que iba a visitar a unos amigos. Pero de camino, le pidió a su chófer que la llevara hasta donde vivían unos indigentes para poder hablar con ellos. Esta petición no sorprendió a su chófer, que estaba acostumbrado a las donaciones que hacía Pamela.

La mayoría de los indigentes se alegraron al verla llegar. "Hola a todos, tengo que pediros un favor. Quiero que mi padre cambie de opinión respecto a los sin techo, y necesito vuestra ayuda", dijo.

"Te has portado muy bien con nosotros; ¿cómo podemos ayudar?", dijo un hombre.

Indigente. | Foto: Pixabay

Indigente. | Foto: Pixabay

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"Quiero hacerle ver a mi padre la importancia de donar a los menos afortunados, así que me gustaría que durmieran esta noche frente a su casa", explicó Pamela.

Todos escucharon con entusiasmo mientras ella les contaba su plan. La mayoría aceptó ayudar, pero una señora no estaba segura. "¿Y si tu padre intenta hacernos daño?", preguntó. Pamela no había pensado en ello, así que prometió que las protegería y se apresuró a ir a la comisaría para hablar con el policía de confianza de su padre.

Esa noche, Henry estaba descansando en su casa, asomándose a su balcón y tomando aire fresco. De repente, se asustó cuando miró hacia abajo y vio a un grupo de personas durmiendo cerca de la entrada de su vivienda. Así que bajó a ahuyentarlos.

"¡Salgan de aquí! No quiero ver indigentes en la puerta de mi casa", gritó mientras corría hacia ellos. Aunque estaban asustados, creían que Pamela no les dejaría tirados. Así que en lugar de huir, se quedaron en la calle.

Henry llamó a su policía de confianza. "Teo, hay indigentes fuera de mi casa; tienes que venir a deshacerte de ellos", dijo.

Teo vino corriendo y pidió amablemente a los indigentes que se fueran. Como sabían que él estaba en el plan de Pamela, no se resistieron y se alejaron tranquilamente. Teo entró para calmar a Henry y ofrecerle un consejo.

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Policía. | Foto: Pixabay

Policía. | Foto: Pixabay

"Se han ido, pero volverán", dijo Teo.

"Entonces tienes que volver y ahuyentarlos de nuevo", contestó Henry.

"No puedo hacer eso; si no están infringiendo ninguna ley, no puedo ahuyentarlos repetidamente. Tampoco puedo poner a un policía aquí porque no suponen ninguna amenaza para ti", explicó.

Mientras Henry escuchaba al policía, se dio cuenta de que los indigentes volvían a dormir fuera de su hogar. Sintiéndose derrotado y curioso, llamó a su hija para contarle lo que estaba ocurriendo. Esperaba que ella le ayudara a ahuyentar a los indigentes.

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"Papá, sabes que no voy a hacer eso", dijo Pamela. "Si alguna vez lo necesitara, espero que Dios envíe a una persona amable a ayudarme".

"Nunca necesitarás ayuda. Somos ricos", señaló Henry.

Sopa. | Foto: Pixabay

Sopa. | Foto: Pixabay

"Pero la vida es impredecible; solo porque seamos ricos ahora, no significa que vaya a seguir siendo así para siempre", dijo ella. "Y hay cosas que el dinero no puede comprar, como la amabilidad de la gente hacia ti cuando más la necesitas". En ese momento, Pamela salió y sirvió sopa y té a los indigentes.

Cuando Henry vio lo que estaba haciendo, pensó en lo que ella le había dicho. Se sintió avergonzado por lo arrogante que había sido toda su vida. Mientras la veía conversar y reír con la gente de fuera, el policía se preparó para marcharse.

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"Solo tengo una cosa más que preguntarte sobre esto", dijo. "¿Qué pasaría si fueras tú el que estuviera sentado afuera en el frío y necesitaras que alguien te mostrara generosidad?".

Henry se sintió profundamente avergonzado. Salió a ayudar a Pamela a servir la comida a la gente y se disculpó por su comportamiento. "Hoy me he dado cuenta de que tengo que cambiar mi forma de actuar", expresó.

Cuando volvieron a su casa, Henry se disculpó con Pamela por no haber visto su perspectiva. Además, le dijo: "He decidido construir un refugio para indigentes".

Pamela estaba encantada. Le entusiasmaba que su plan hubiera funcionado y estaba agradecida de que su padre hubiera cambiado por fin de opinión.

Finalmente, Henry construyó un refugio para indigentes, que albergó a todas las personas a las que Pamela ayudó. Estaban agradecidos por tener un lugar donde dormir y estaban encantados de que Henry hubiera cambiado de opinión.

Casa. | Foto: Pixabay

Casa. | Foto: Pixabay

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¿Qué podemos aprender de esta historia?

La bondad se puede enseñar y aprender: Henry cambió de opinión después de que su hija le mostrara la importancia de ayudar a la gente.

Ayudar a la gente puede transformar vidas: La decisión de Henry de construir un refugio para indigentes cambió la vida de las personas sin hogar que conoció esa noche.

Por favor, comparte esta historia con tus amigos; podría inspirar a la gente a compartir sus propias historias o a ayudar a alguien más.

Este relato está inspirado en la historia de un lector y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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