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Niño perdido se refugia en casa abandonada en el bosque: nota una puerta oculta adentro - Historia del día

Georgimar Coronil
01 abr 2022
16:30

Arturo, de 14 años, creció muy unido a su padre, Miguel. Solo estaban ellos dos en casa, así que pasaban mucho tiempo juntos.

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La madre de Arturo murió cuando él era un bebé y su papá era la única familia que conocía. A veces tenían problemas económicos, pero encontraban formas de divertirse sin gastar demasiado dinero.

La actividad favorita de padre e hijo era la pesca. A menudo exploraban nuevos lagos y se pasaban todo el día esperando pacientemente para pescar algo y, con suerte, tener suficiente comida para unos días más.

Padre e hijo. | Foto: Shutterstock

Padre e hijo. | Foto: Shutterstock

Un día, Miguel y Arturo rodaron por la carretera durante cinco horas para encontrar un nuevo lugar en donde pescar. Cuando por fin encontraron uno, se instalaron y comenzaron su jornada.

"Papá, me gusta pasar estos días de pesca contigo", dijo Arturo.

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"Gracias, hijo. Sé que no es fácil que vengas conmigo cuando tus amigos están en el centro comercial o jugando a los videojuegos", respondió su padre.

"Sé que tú también te sacrificas mucho por mí, así que pasar unos días contigo aquí es mucho más divertido de lo que crees", se rio Arturo.

Mientras pasaban tiempo juntos, Arturo decidió tomar un descanso y explorar el bosque cercano al lago. Le gustaba dar largos paseos en solitario durante las excursiones de pesca, así que a Miguel no le importó perderlo de vista durante un rato. Al cabo de una hora de paseo, Arturo se dio cuenta de que se había perdido. No se fijó en el camino que tomó y no pudo encontrar la manera de regresar.

"¡Papá! ¿Papá, puedes oírme?", gritó Arturo.

Personas pescando. | Foto: Pixabay

Personas pescando. | Foto: Pixabay

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Mientras vagaba por el bosque, tratando de encontrar la salida, el chico vio una pequeña y vieja cabaña. Estaba en muy mal estado y parecía abandonada desde hacía años.

Arturo se acercó a la casa, con la esperanza de que hubiera alguien cerca para ayudarle a volver con su padre. Cuando entró, vio que había líneas grabadas en la pared. Las 14 marcas indicaban que la última persona que estuvo en esa casa, permaneció 14 días allí.

De repente, Arturo sintió que el suelo se movía bajo sus pies. Movió lentamente los tablones de madera sueltos y había una escotilla. Cuando la abrió, vio una nota que decía:

"Me llamo Karina. Tengo 17 años. Mi novio Jorge encontró el testamento de su abuelo. Según él, su abuelo enterró su patrimonio hace 37 años. Lo encontramos pero nos perdimos. Me dejó en esta casa con la comida y el agua que teníamos mientras buscaba ayuda. Me dijo que esperara 14 días, y si no venía, que buscara ayuda. Espero que vuelva. Si no, cuida de mi madre".

Arturo no sabía qué hacer con la nota, así que la guardó en su bolsillo y salió por la escotilla. En el suelo había una caja. Cuando la abrió, vio un montón de joyas de oro y fajos de billetes. De repente, oyó que su padre le llamaba.

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"¿Dónde has estado? Me has dado un gran susto", dijo Miguel.

Joven corriendo por el bosque. | Foto: Pexels

Joven corriendo por el bosque. | Foto: Pexels

"Siento haberme perdido, y mientras trataba de hallarte, encontré esta casa y esta nota", dijo Arturo.

Le mostró a su padre el oro y el dinero que había encontrado en la caja. Miguel se sorprendió. Leyó la nota y se dio cuenta de que había una dirección en la parte posterior del mensaje. "Podría ser la casa de la madre de esta chica; tenemos que encontrarla y darles esta caja", dijo Miguel.

Padre e hijo metieron la caja en el maletero del carro y se dirigieron hacia la dirección del mensaje, con la esperanza de encontrar a la mamá.

Cuando llegaron al lugar, saludaron a la madre de Karina y le mostraron la nota y la caja que habían encontrado. La señora empezó a llorar. "Lleva ocho años desaparecida. La busqué por todas partes, pero nunca la encontré", comentó.

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Miguel se ofreció a darle la caja, pero la madre de Karina se negó. "Si no la hubieras traído, no sabría nada de ella. Quédatela para ti", dijo mientras cerraba la puerta.

De camino a casa, a Arturo se le ocurrió una idea. "¿Qué tal si usamos el dinero para remodelar su casa y le enviamos comida, así no podrá rechazar el dinero?", dijo.

"Hijo, estoy muy orgulloso de ti; te estás convirtiendo en un joven muy amable", respondió Miguel.

El fin de semana siguiente, Miguel y Arturo expusieron su idea a la madre de Karina y ella aceptó. "Llevo años viuda, así que es agradable que alguien se ofrezca a arreglar esta casa", dijo.

Padre e hijo remodelaron la casa de la mujer durante unos meses y le enviaron comida, para que ella no se preocupara por la compra de los víveres.

La amabilidad de estos hombres impresionó tanto a la mamá de Karina, que se ofreció a pagar los estudios de Arturo. "Con mucho gusto le dejaré mis bienes a Arturo para que no tenga que luchar cuando crezca", le dijo a Miguel.

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Cabaña. | Foto: Shutterstock

Cabaña. | Foto: Shutterstock

¿Qué podemos aprender de esta historia?

Las relaciones entre padres e hijos pueden hacer que los chicos les enseñen a sus progenitores nuevas lecciones: Miguel se dio cuenta de que Arturo se había convertido en un joven compasivo gracias a la sincera conversación sobre la madre de Karina.

La amabilidad puede llevarnos a obtener excelentes resultados: Miguel y Arturo fueron amables cuando se ofrecieron a remodelar la casa de la madre de Karina. Su buena acción los llevó a encontrar una mejor educación para Arturo en el futuro.

Por favor, comparte esta historia con tus amigos; podría inspirar a la gente a compartir sus propias historias o a ayudar a alguien más.

Este relato está inspirado en la historia de un lector y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.
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