Mujer mayor se acerca a mamá de gemelos y le pide abrazarlos: la madre acepta tras oír su historia
Una madre salió a hacer la compra semanal con sus gemelos y vio que una señora mayor se dirigía hacia ella. Se preparó para la tediosa avalancha de preguntas típicas sobre sus hijos, pero minutos después la dama le demostró que estaba equivocada.
Todos hemos oído la famosa frase: “No juzgues un libro por su portada”. Sin embargo, a pesar de conocer la esencia de estas palabras, es posible que percibamos a los demás basándonos en su aspecto exterior sin saber nada de ellos.
En un mundo azotado por la pandemia y la guerra, es pertinente dar espacio a las personas y ofrecerles empatía y amor. La historia de hoy se enfoca en un tema similar y trata de un interesante encuentro entre una madre, sus hijos y una mujer mayor.
Los gemelos de Landra January. | Foto: Facebook.com/landrababy
UN DÍA EN EL SUPERMERCADO
Todo comenzó a finales de 2018 cuando Landra January estaba en el supermercado con sus mellizos para hacer la compra semanal. Ella estaba muy ocupada con la supervisión de sus pequeños y asegurándose de no olvidar ningún artículo de su lista de compras.
De repente, se dio cuenta de que una mujer mayor caminaba hacia ella en el pasillo de los cereales. January creía saber lo que estaba por ocurrir, porque ya se había encontrado en situaciones similares.
Pensó que la dama tenía curiosidad por sus hijos y la bombardearía con las "típicas preguntas de gemelos". Siempre que salía en público, programaba 20 minutos más para responder a las dudas de la gente sobre sus hijos.
UN EXTRAÑO ENCUENTRO
Pero January se había cansado de la misma rutina y no estaba preparada para otra tediosa ronda de preguntas. Aun así, se preparó porque no quería ser grosera con la mujer.
La desconocida le preguntó lo de siempre, le echó un piropo a sus gemelos y empezó a hablar con ellos. January no pudo aguantar más y se volteó para mirar hacia el pasillo, esperando que la mujer captara la indirecta de que estaba lista para irse.
UNA MUJER MAYOR AFLIGIDA
Pero en ese momento ocurrió algo que cambió la perspectiva de esta madre estadounidense para siempre. La mujer mayor colocó su mano sobre la mano de January que estaba apoyada en el carrito de la compra y le dijo:
"Sé que probablemente odias esto y siento quitarte tanto tiempo. Verás, el año pasado perdí a mi único nieto y la única vez que veo a niños de su edad es cuando hago la compra".
La madre de gemelos se quedó desconcertada y sin palabras tras la confesión de la mujer mayor. "Bueno, estamos a punto de ir a ver los peces; ¿quieres seguirnos hasta allí y verlos jugar un rato?", preguntó January.
UN INTERCAMBIO CONMOVEDOR
January notó cómo los ojos de la dama se iluminaban mientras asentía con la cabeza. "No sabes lo que daría por poder escuchar a mi nieto reír por última vez", expresó la señora mientras veía a los niños saltar y gritar de alegría.
Luego, con el permiso de January, abrazó a los niños y agradeció a su madre por su precioso tiempo. La cariñosa mamá vio cómo uno de sus gemelos, Darrio, no tan extrovertido, decía "te quiero" a la amable señora y se sintió profundamente conmovida por el dulce encuentro.
January publicó su experiencia en Facebook y compartió que notó su cambio de actitud cuando conectó con la mujer mayor y escuchó su historia. Su publicación se hizo viral, acumulando miles de reacciones y comentarios.
TODO LO QUE HIZO FALTA FUE UN "HOLA"
January nunca habría sabido de las dificultades de la señora si no hubiera interactuado con ella. A veces, escuchar a las personas y ofrecerles nuestra compañía puede marcar una gran diferencia.
En 2016, Tara Wood y su hija de cuatro años, Norah, tuvieron una experiencia similar. La madre de Georgia estaba comprando en el supermercado con su pequeña cuando la vio saludar a un señor y decir: "¡Hola, anciano!".
Wood le dijo inmediatamente a Norah que utilizara palabras amables y luego vio que el hombre se detenía y le respondía: "¡Bueno, hola, pequeña! ¿Cómo estás hoy?". Norah charló un rato con Dan Peterson y luego se dirigió a su madre con una petición especial.
LA TERNURA PERSONIFICADA
Le preguntó a Wood si podía hacerse una foto con su nuevo amigo. Como era su cuarto cumpleaños, Wood accedió y le preguntó a Peterson si podía tomarles una foto. En cuanto al emotivo encuentro, Tara recuerda:
"Cuando le encontramos y se lo pedimos, dio un paso atrás y se puso la mano en el pecho y dijo: '¿Quieres una foto conmigo?' Se quedó sorprendido y como encantado y Norah dijo: 'Sí, señor, por mi cumpleaños'".
Antes de marcharse, Norah dio las gracias a Peterson por su amabilidad y simpatía. Wood recordó que le vio emocionarse, tras lo cual dijo: "¡No, gracias a ti!. Me has hecho de lo más feliz".
TENDIENDO LA MANO AL ANCIANO
Conmovida por el encuentro, Wood lo publicó en Facebook y compartió una adorable foto de Norah y Peterson. Sorprendentemente, llamó la atención de alguien que conocía a Peterson y le contó a Wood su historia.
La persona explicó que el anciano perdió a su esposa en marzo de 2016 y que desde entonces estaba triste, solo y en depresión. Expresó que era la primera vez que lo veía sonreír en mucho tiempo.
Esto conmovió a Wood, y le pidió al internauta el número de teléfono de Peterson. Poco después, se puso en contacto con el anciano. Esa misma semana Norah y Wood almorzaron con él.
FORJANDO UNA PROFUNDA CONEXIÓN
Wood observó cómo Peterson se vestía especialmente para la ocasión y notó lo mucho que significaba para él. También se dio cuenta de lo feliz que estaba Norah y cómo conectaba con su amigo. A partir de entonces, madre e hija visitaban a Peterson todas las semanas.
Incluso celebraron el 82º cumpleaños del anciano y le compraron globos y pasteles. Mientras tanto, la publicación de Wood en Facebook siguió cosechando elogios de los internautas, y ella dijo que estaba abrumada por las muestras de cariño de la gente.
A veces, incluso un simple saludo puede cambiar vidas y forjar conexiones duraderas, y eso es lo bonito de las interacciones humanas. Por favor, comparte estas conmovedoras historias con tu familia y amigos, para seguir difundiendo amor y alegría.