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Viudo pobre que lucha por alimentar a sus trillizos adoptados recibe una carta de Santa - Historia del día

Guadalupe Campos
09 may 2022
18:25

Un viudo pobre con las piernas amputadas y con problemas para alimentar a sus hijos recibe una carta de Santa que cambia su vida por completo.

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Cuando David se casó con el amor de su vida, Kelly, los dos decidieron construir juntos la casa de sus sueños en un barrio residencial de los suburbios. David era un huérfano, nacido y criado en un orfanato, y Kelly era la hija del guardián del orfanato.

Los dos se encontraban a menudo cuando Kelly acompañaba a su padre al hogar de niños, y estos encuentros se convirtieron rápidamente en amistad. Años más tarde, cuando David cumplió 20 años, decidió confesar sus sentimientos a Kelly, y su amor fue correspondido. Pronto decidieron casarse.

Sin embargo, cuando Kelly declaró sus intenciones de casarse con David, sus padres no estaban de acuerdo con la idea. La que más se opuso fue la madre, porque ella había querido que se casara con alguien más adinerado.

Pero para su sorpresa, descubrió que su hija había elegido a David, que trabajaba a tiempo parcial en un restaurante y estaba estudiando Abogacía.

A pesar de su desaprobación, los padres de Kelly cedieron por la felicidad de su hija. Pero presentaron la condición de que darían su bendición cuando David tuviera un trabajo estable.

David accedió a su exigencia y trabajó duro durante unos años hasta que aprovechó una buena oportunidad en un bufete de abogados bien reputado. Después de eso, él y Kelly se casaron y decidieron comenzar una nueva vida.

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Los primeros años fueron difíciles, ya que no pudieron tener hijos, y los tratamientos comenzaron a afectar la salud de Kelly. Así que al final, decidieron adoptar niños y criarlos como propios.

Inicialmente, la pareja tenía la intención de adoptar solo un hijo, pero cuando visitaron el orfanato para la adopción, un conjunto de trillizos recién nacidos llamó su atención. David y Kelly sintieron una conexión extraña pero hermosa con los niños.

La vida parecía agradable y completa. Pero entonces, una tragedia inesperada los golpeó.

Operario en una obra en construcción. | Foto: Pixabay

Operario en una obra en construcción. | Foto: Pixabay

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El hombre había ido a supervisar la construcción de su casa, Allí sufrió una lesión en una pierna, que lo llevó a cirugía y más tarde a perder la extremidad, que se había infectado.

David pasó un año en reposo, y Kelly tuvo que mantener a su familia. Ella no tenía ningún título, debido a que su familia la crió con la mentalidad de que el único deber de una mujer era criar a sus hijos, y eso le trajo problemas para encontrar un trabajo.

Finalmente consiguió un empleo diurno como conductora de un bus escolar. Por las noches se dedicaba a atender a su esposo y a sus hijos.

La mujer podría haber pedido ayuda a sus padres, pero sabía que si su madre se enteraba, le exigiría que se divorciara. Eso era algo que ella no quería.

Tanto esfuerzo y estrés sobre su cuerpo ya debilitado fue más de lo que pudo soportar. Falleció un año después. David, que ahora era viudo y padre de tres niños, no sabía qué hacer.

Encontró trabajo como asistente de un abogado, pero su jefe le pagaba poco y nada. Su esposa había muerto, y sus padres habían cortado todos los lazos con él, culpándolo de la muerte de su hija. Sus ahorros rápidamente se esfumaron: era difícil cuidar a tres niños con sus magros ingresos.

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De hecho, había dejado la construcción de su casa soñada en suspenso por un tiempo, había vendido su antiguo apartamento y ahora vivía en una propiedad deficiente por la que tenía que pagar un alquiler mensual.

Desde ese punto en adelante, la vida fue una lucha para David Suárez y sus hijos. Sin embargo, todo cambió una mañana de Navidad.

Hombre vestido de Papá Noel en un trineo. | Foto: Pixabay

Hombre vestido de Papá Noel en un trineo. | Foto: Pixabay

Sonó el timbre. A excepción de las personas que aparecieron con avisos de que no había pagado sus facturas a tiempo, su familia no recibía visitas. Así que David dudó un momento antes de abrir la puerta. Pero cuando la abrió, se sorprendió al ver a un hombre vestido de Papá Noel en su puerta.

"Buenos días, Sr. Suárez. Tengo un regalo para usted de alguien que lo adora mucho. ¡Feliz Navidad!"

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"¡Esto debe ser una especie de broma! ¡¿Santa, en serio?!" David se rió del hombre. "Mire, Sr. Santa, supongo que está en la casa equivocada. No tengo una familia que nos envíe nada. Hemos pasado varias Navidades solos".

"No sea tan crítico, joven", le sonrió el hombre. "Nunca se sabe que puede haber gente que todavía se preocupe por uno. Nunca hay que perder la esperanza", dijo y entregó una carta a David. David estaba a punto de cerrarle la puerta en la cara, convencido de que era un estafador. Pero cuando tomó la carta en su mano, la dirección en la parte superior del sobre despertó su curiosidad. Era claramente una carta prolijamente dirigida puntualmente a él.

¿Pero quién la había enviado? En el interior, encontró los papeles de un seguro de salud por un año y un regalo que le cambió la vida: un cheque por $100.000 para terminar de construir su casa y mejorar sus condiciones de vida.

"¡Disculpe!", gritó al hombre que se marchaba. "¿Puede por favor decirme quién envió la carta?"

"Por supuesto, pero tendrá que invitarme una taza de té".

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Taza de té. | Foto: Pixabay

Taza de té. | Foto: Pixabay

David asintió con la cabeza y lo invitó a pasar. Mientras el hombre bebía su té, le dio las gracias a David y procedió a contarle toda la historia.

Resultó que el hombre vestido de Papá Noel había sido enviado por Calvin Turner, un rico hombre de negocios de 82 años. Su esposa había muerto en un accidente automovilístico hacía tres años, y el hombre había estado dirigiendo un programa en colaboración con una estación de noticias donde ayudaba a familias necesitadas.

El Sr. Turner, que no tenía hijos, se sentía muy solo durante la Navidad desde que su esposa falleció, y fue entonces cuando decidió mejorar la vida de alguien cada Navidad. Ese año, se enteró de David cuando la hermana de Kelly compartió su historia con la estación de noticias.

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Cuando David se enteró de toda la historia, llamó a la hermana de Kelly para darle las gracias e invitó al Sr. Turner a cenar en Navidad ese año. El Sr. Turner aceptó la invitación con entusiasmo, y desde entonces ha visitado la casa de David y ha cuidado a sus tres hijos.

Hombre mayor. | Foto: Pixabay

Hombre mayor. | Foto: Pixabay

Los niños se encariñaron con él a lo largo de los años y lo llaman abuelo cariñosamente. Turner, que lamentaba no haber tenido familia, ahora pasa la mayor parte de su tiempo con los hijos de David.

Mientras tanto, David dejó su trabajo anterior como asistente de abogado, comenzó un nuevo trabajo en la firma del Sr. Turner. A está criando a sus hijos con sus propios medios.

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¿Qué podemos aprender de esta historia?

Las familias se construyen con amor y no necesariamente con sangre. Los hijos de David llaman al Sr. Turner "Abuelo" porque él se preocupa por ellos y los ama. El Sr. Turner, también, considera a David como nada menos que un miembro de la familia.

Dios tiene un plan para todos y cada uno de nosotros. La vida de David transcurrió llena de dificultades, y él nunca imaginó que recibiría ayuda de nadie, pero Dios le envió una mano amiga.

Este relato está inspirado en la historia de un lector y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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