logo
página principalHistorias Inspiradoras
Personas vestidas elegantes frente a una limusina | Foto: Flickr.com/yashima
Personas vestidas elegantes frente a una limusina | Foto: Flickr.com/yashima

Niño rico oye que su papá se burla de la abuela de compañero de clase en la graduación y la defiende - Historia del día

Mayra Pérez
27 jul 2022
13:00

Un adolescente se sorprende cuando ve a su padre humillar con arrogancia a la abuela pobre de su mejor amigo en el baile de graduación. De inmediato sale en su defensa.

Publicidad

Tomás Hurtado amaba a su padre, pero a veces deseaba que fuera diferente. La madre de Tomás, Pamela, había fallecido cuando él tenía solo seis años, y todavía la extrañaba terriblemente.

La hermosa Pamela tenía un gran corazón, y había sido el pilar de la familia y también el alma de Sergio Hurtado. Tras su partida, el dinero se convirtió en lo más importante del mundo para él.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash

Sergio comenzó a medir a todos por su cuenta bancaria. Si no tenías dinero, era porque no estabas haciendo lo suficiente por tu familia. Y no estaba dispuesto a cambiar esta percepción del mundo

Tomás y Daniel Costa habían sido mejores amigos desde el primer grado, y ahora tenían diecisiete años y estaban en el último año de la escuela secundaria. Pronto compartirían otro hito: la noche del baile de graduación.

Publicidad

Habían invitado a las chicas de sus sueños al baile de graduación; eligieron sus trajes y compraron sus ramilletes. El padre de Tomás se había ofrecido como acompañante voluntario, al igual que la abuela de Daniel, Rita.

Rita había criado a Daniel desde que era un bebé después de que su padre fuera a prisión y su madre desapareciera. Para mantener a su nieto, tenía tres trabajos. No había ninguna posibilidad de jubilarse en su futuro cercano.

Tomás amaba a Rita casi tanto como Daniel. Ella lo había consolado cuando murió su madre, y su padre ahogó su dolor en el trabajo. Iba a su casa después del colegio, hacía allí su tarea y disfrutaba la rica merienda que la abuela les preparaba.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash

Publicidad

Los sábados eran los mejores porque Rita no trabajaba y les hacía sentir su cariño maternal. Ella y Daniel eran lo más parecido a una familia que tenía Tomás, y pronto se separarían.

El próximo año, Tomás iría a una costosa universidad en otra ciudad y, aunque las calificaciones de Daniel eran excelentes, Rita no podía pagar algo así.

Por eso, Daniel iría a una escuela de oficios y conseguiría un trabajo para colaborar con los gastos. El baile de graduación sería uno de los últimos eventos que compartirían juntos.

Tomás entró con su cita y su padre e inmediatamente se dirigió hacia Daniel y Rita. “¡Danny!”, exclamó al ver a su amigo y le dio un beso cariñoso a Rita.

Sergio echó un vistazo al traje de Daniel y se burló. “¡Oye, Daniel!”, dijo en voz alta. “¿Tu abuela no podría conseguirte algo mejor? ¡Pareces el niño del cartel de la tienda de segunda mano!”.

Daniel se sonrojó y los ojos de Rita se llenaron de lágrimas. Todos habían escuchado el comentario de Sergio, y algunos miraron la ropa del adolescente con ojo crítico.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Publicidad

“Es suficiente, papá”, dijo Tomás en voz baja.

Pero Sergio no había terminado. “Escucha”, le dijo a Rita. “¡Enviaste a tu nieto a una buena escuela, deberías haber invertido en algo de ropa para que no se viera como basura!”

Rita levantó la barbilla con orgullo. “Trabajo muy duro para conseguirle a Daniel lo que realmente importa” dijo. “Y eso es una buena educación”.

“¡Sigue diciéndote eso!”, se burló Sergio. “¡Pregúntale por qué Tomás es su único amigo! ¡Todos los otros niños se ríen de él, y eso es culpa tuya!”.

“¡Basta!”, gritó Tomás. “Rita no se merece…”.

“¡Eres un tonto de buen corazón, Tomás!”, dijo Sergio con frialdad. “Me alegro de que te vayas de la ciudad y que este chico se quede aquí. Ya es hora de que escapes de la influencia de esta gente”.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash

Publicidad

Esto fue demasiado para Tomás. Saltó al escenario y le quitó el micrófono de las manos al sorprendido cantante. “Damas y caballeros, chicos y chicas”, dijo. “Tengo algunas palabras que decir”.

“Todos hemos llegado al último año, y la verdad es que nunca podríamos haberlo hecho solos. Así que me gustaría agradecer a la única persona que ha estado ahí para mí en cada paso del camino desde que mi mamá murió”.

“Rita Costa estuvo ahí para mí cuando necesitaba llorar y me enseñó a reír de nuevo. Aunque tenía tres trabajos para pagar la matrícula de su nieto Daniel, siempre encontraba tiempo para hacernos galletas”.

“Estuvo allí en todas las prácticas de fútbol y en todos los partidos de béisbol. Ella era a quien acudía cuando estaba asustado o inseguro. Rita fue mi brújula moral y me ayudó a convertirme en alguien de quien mi madre hubiera estado orgullosa”.

“Supongo que todos se estarán preguntando acerca de mi papá. Él hizo lo mejor que pudo, pero su principal preocupación es ganar dinero. Supongo que pensó que si tenía ropa elegante y juguetes caros, tenía que ser feliz”.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash

Publicidad

“Lo siento, papá. El dinero puede hacer la vida más fácil, pero no es garantía de felicidad. Era a ti a quien necesitaba, pero no estabas allí. Por eso me enoja lo que le dijiste a Rita”.

“Daniel tiene suerte de haber tenido a Rita en su vida, y yo tengo suerte de que la haya compartido conmigo. No cambiaría el amor y la amabilidad que me ha mostrado por todo el dinero del mundo, y mamá lo entendería”.

Sergio escuchó a su hijo con sus labios apretados en una delgada línea, luego giró sobre sus talones y salió. Estaba a medio camino de su auto cuando una voz llamó: “¡Sergio, espera!”.

Se volvió y vio a Rita corriendo detrás de él. “Por favor, no debes tomar en serio lo que dijo Tomás. Él te ama…”.

Sergio dijo con amargura: “¡No estoy seguro de eso!”.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash

Publicidad

“Confía en mí”, dijo Rita suavemente. “Él realmente te ama. Dale a él, y a ti mismo, una oportunidad. Tomás te necesita, eso es lo que realmente estaba diciendo, y creo que tú también lo necesitas”.

“Así es”, susurró Sergio. “Y él tiene razón. Es más fácil simplemente arrojar dinero a un problema. Cuando mi esposa murió... no sabía qué hacer. Era tan amable y cariñosa. Era como tú”.

“Creo que sí lo sabes”, dijo Rita suavemente. “Pregúntate qué haría Pamela”.

Y eso es exactamente lo que hizo Sergio. Una semana después, organizó una gran fiesta en su elegante casa, e invitó a todos los amigos de Tomás, incluidos Daniel y Rita.

Al final de la fiesta, anunció que pagaría la educación de Daniel en la misma universidad a la que asistiría Tomás.

“Estos dos chicos son más cercanos que hermanos”, dijo. “¡Quiero que estén juntos siempre!”.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Publicidad

¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • El dinero puede hacer la vida más fácil, pero el amor hace que valga la pena vivirla. Sergio olvidó que el amor era lo que más necesitaba su hijo después de la muerte de su esposa.
  • El éxito no sustituye al amor y la familia. Sergio se obsesionó con ganar dinero y se olvidó de ser el padre cariñoso y solidario que Tomás necesitaba.

Comparte esta historia con tus amigos. Podría alegrarles el día e inspirarlos.

Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

Publicidad
Publicidad
Publicaciones similares