Huérfano que trabaja en un abasto halla sobre lleno de dinero en un carrito: ve el nombre de su padre en él - Historia del día

Cuando un asistente de compras huérfano encontró un sobre escondido con dinero en un carrito de supermercado, su vida cambió. Nunca imaginó que era de su padre, a quien creía que estaba muerto.

La vida a veces presenta sorpresas cuando menos se esperan. A Mark le tocó en suerte uno de esos azarosos premios, pero vino con otro descubrimiento increíble sobre su padre, a quien suponía muerto.

El joven de 17 años alternaba su trabajo como asistente de compras a tiempo parcial con sus estudios. Era pobre y estaba preparado para un largo camino de luchas por delante. Pero un día, un milagro puso su vida patas arriba.

Mark estaba en el estacionamiento recogiendo los carritos de compras que los clientes dejaban allí y encontró un sobre misterioso en uno de ellos. Era voluminoso, y le llamó la atención de inmediato.

Curioso, Mark volteó el sobre y se quedó sin habla durante unos segundos cuando leyó lo que estaba escrito en él: 'De Lucas para mi querido hijo Mark'. No había posibilidad de error: el sobre tenía escrito, en letra clara, su propio nombre y apellido. Miró dentro del sobre y encontró un fajo de dinero.

La última vez que Mark lo había visto había sido 14 años antes, por lo que supuso que lo había abandonado o que estaría muerto. Ahora, mirando el sobre con el dinero, Mark tenía muchas preguntas.

"¿Mi papá realmente vino aquí por mí? ¿Está vivo? ¿Por qué no me habló si vino hasta aquí? ¿De dónde sacó todo ese dinero? ¿Esto es real o me estoy perdiendo algo?".

Mark no tenía a nadie más a quien llamar familia, y el único buen amigo que le hacía compañía era un vagabundo llamado José.

El dinero no lo es todo. Todo lo que los niños necesitan para convertirse en adultos responsables es el amor y el cuidado de sus padres, no dinero.

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Corrió hacia José para compartir la noticia, sin saber que descubriría algo completamente diferente.

"¡José, mira lo que encontré!", le dijo al vagabundo cuando se encontró con él.

"¿Quién te dio eso? ¿Y qué hay dentro?", preguntó José, sonriendo.

"¡Hay alrededor de $40.000 aquí, José! Dice que es de mi padre, quien me abandonó cuando yo tenía tres años. Pensé que estaba muerto. Pero creo que quiere compensar la angustia que me causó".

"¿De tu padre? ¿No lo recuerdas?".

Las lágrimas brotaron de los ojos de Mark. Se sentó cerca de José y recordó su pasado.

"Cuando nací, mi mamá nos dejó a mi papá y a mí. No nos quería. Lucas me crio hasta que cumplí tres años. Luego me dejó en un refugio. Prometió que regresaría tan pronto como pudiera tener suficiente dinero para mejorar mi vida. Pero nunca cumplió su palabra y nunca vino a verme después de eso".

José se quedó sin habla, las lágrimas corrían por sus ojos y humedecían su barba desaliñada.

"Creo que lo único bueno que me ha hecho mi papá es darme este dinero. Lo necesito mucho para pagar mi matrícula universitaria. Oye, José, me preguntaba si podríamos dividirlo. ¿Qué te parece?”.

Mark estaba emocionado por compartir el dinero con su amigo. Pero por alguna razón, José se negó y trató de huir.

"¡Oye, José, espera!", Mark corrió tras él.

"Mira, hijo, no quiero un centavo de ti. Es tu dinero, y tu papá te lo dio. Deberías tenerlo", dijo José.

Pero Mark estaba decidido. Tomó un fajo de billetes al azar y lo metió en el bolsillo del abrigo de José. "No te voy a dejar con las manos vacías. Toma, toma esto”.

Justo cuando Mark puso el dinero en el bolsillo de José, un sobre desmenuzado cayó del bolsillo.

"¿Qué es eso?", exclamó Mark, recogiéndolo. Abrió el sobre y se sobresaltó. Las lágrimas llenaron sus ojos al ver el nombre de su padre en el sobre y la letra que se parecía mucho a la del sobre dirigido a él.

Mark miró a José, buscando respuestas a través de sus ojos llorosos y su barba raída.

"¿QUIÉN ERES TÚ?", gritó.

Fue entonces cuando José se arrojó a los brazos de Mark y comenzó a llorar.

"Mark, hijo mío. ¡Soy yo, TU PADRE, Lucas!".

El joven se sobresaltó y casi se desplomó sobre el cemento. Sostuvo al hombre y lo sacudió. "¿Qué estás diciendo? Dijiste que tu nombre es José. ¿Cómo sabes el nombre de mi padre? Y tú no puedes ser mi padre. Me abandonó y nunca volvió. Ni siquiera sé si está vivo o muerto".

José deslizó su mano en su bolsillo y sacó una billetera con una vieja fotografía de él con Mark cuando era pequeño.

"Este es el único recuerdo que tengo de ti", lloró.

Mark no podía creer lo que veía.

"¡¿PAPÁ?! ¿Por qué me dejaste y nunca regresaste? ¿Por qué no regresaste por mí?", gritó.

"Prometí mejorar tu vida, pero tuve problemas para ganar dinero. Perdí mi trabajo y me quedé sin hogar. Regresé por ti una vez, pero vi que estabas bien en el refugio. No quería arrastrarte a las calles conmigo".

Aunque José no tenía hogar, hizo varios trabajos ocasionales y dormía donde encontraba un lugar. Vivía cerca de su hijo y lo vio crecer desde la distancia.

"Durante los últimos catorce años, todo lo que hice fue tratar de ahorrar el dinero que ganaría para poder dártelo cuando llegara el momento. Ese es todo el dinero que ahorré. Me di cuenta de que era hora de cumplir mi promesa, así que te di el dinero. Pero me sentí culpable y no me atreví a enfrentarte así. No pude resistirme a tu amistad, así que elegí ocultarte mi verdadera identidad".

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Mark se conmovió hasta las lágrimas. Perdonó a su padre y se dio cuenta de que ya se había sacrificado significativamente para compensar su culpa y su promesa rota.

"Papá, el dinero no lo es todo. Todo lo que necesitaba era tu amor y cuidado, no tu dinero. Mi vida podría haber sido mucho mejor si me hubieras criado todos estos años. Pero me alegro de que hayas regresado. ¡Vamos a casa!".

Después de su reunión, Mark y Lucas caminaron juntos a casa, charlando sobre sus buenos y malos momentos durante los años que estuvieron separados.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

• Cuando alguien te haga daño y realmente lo lamente, perdónalo: Mark creció en un refugio y estaba resentido con su padre por haberlo abandonado allí. Más tarde, perdonó a su padre después de enterarse de que se había mantenido alejado para ganar mucho dinero y pasárselo a él.
• El dinero no lo es todo: Lucas le había prometido a su hijo que volvería por él después de ganar mucho dinero. Pero sacrificó 14 años que podrían haber pasado juntos en su búsqueda para cumplir esa promesa. Aunque logró ahorrar $40.000, perdió una parte importante de su vida viendo crecer a su hijo.

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