Mamá cría a su hijo biológico y gemelos adoptivos como trillizos: los chicos se enteran de que no lo son cuando cumplen 18 - Historia del día
Grecia adopta a los gemelos recién nacidos de su difunta amiga y los cría junto a su bebé. Les dice a los niños que son trillizos, sin estar preparada para lo peor, cuando la verdad sale a la luz 18 años después.
Cuando Grecia y Susana concibieron casi al mismo tiempo, estaban emocionadas. Eran las mejores amigas del colegio y no podían esperar a ver a sus hijos seguir sus pasos.
La alegría de Susana se duplicó cuando supo que estaba embarazada de gemelos. "¡Nuestros tres hijos serán amigos inseparables de por vida!", le dijo Susana a Grecia un día antes de que ambas dieran a luz.
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash
Las madres tuvieron a sus bebés y los médicos y las enfermeras las atendieron con mucho amor.
Horas más tarde, tras recuperar la conciencia, Grecia abrazó a su hijo recién nacido y frotó suavemente su nariz contra la de su niño.
"Doctor, ¿cómo está mi amiga Susana? ¿Está despierta? ¿Cómo están sus bebés?", preguntó.
Pronto, su sonrisa desapareció y sus ojos se llenaron de lágrimas. El doctor le dijo que Susana había muerto durante el parto.
La noticia le dolió a Grecia. Sintió como si le arrancaran el corazón y lo destrozaran.
Podía oír a los recién nacidos de Susana llorando de hambre. No habían sido amamantados, y habían pasado dos horas desde que nacieron.
"Muchas gracias, señora. Nunca olvidaremos su ayuda", expresaron los médicos cuando Grecia se ofreció a alimentar a los bebés de su difunta amiga. No podía dejarlos morir de hambre.
Una semana después del alta, Grecia se puso en contacto con Frank, el marido de Susana, para hablar de los bebés. Susana le había contado a Grecia cómo Frank había estado esperando impacientemente el nacimiento de sus bebés. Tras el funeral de Susana, Grecia llevó a los bebés a su padre, pero se sorprendió cuando este se negó a acogerlos.
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pixabay
"¿Pero por qué no quieres criar a tus bebés? Son tus hijos".
"Lo siento, pero no puedo criar a los niños que mataron a mi mujer. Quería mucho a Susana, y estos niños solo me recordarán su muerte. No puedo ocuparme de ellos. Pensaba darlos en adopción".
La respuesta de Frank desanimó a Grecia. No estaba dispuesta a abandonar a los bebés, así que se marchó con ellos.
Después de pensarlo mucho, Grecia decidió criar a los mellizos y a su hijo, Jacobo, como trillizos.
"¡Es una locura!", exclamó al principio el marido de Grecia, Carlos. Pero acabó aprobando la idea después de que Grecia le convenciera. Poco después adoptaron a los gemelos.
A Grecia le resultó fácil decirle a todo el mundo que tenía trillizos, pero estaba preocupada. "¿Y si los chicos se enteran después?".
Cuando Jacobo y los gemelos, Joshua y Samuel, cumplieron cinco años, Grecia se dedicó a hacerles creer que eran trillizos.
Cada vez que compraba ropa o juguetes nuevos para ellos, les compraba cosas similares. Por ejemplo, si Jacobo llevaba un suéter de rayas rojas y blancas por Navidad, Joshua y Samuel llevaban un igual. Si Samuel recibía un camión de juguete, Joshua y Jacobo también recibían otros similares.
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pixabay
Grecia estaba segura de que sus hijos no sospecharían que uno de ellos no era su hermano de sangre. Pero, ¿durante cuánto tiempo iba a mentir así?
Cuando los hermanos entraron en la adolescencia, empezaron a notar diferencias visibles entre ellos.
"Mamá, Samuel y yo tenemos el mismo color de ojos, pero Jacobo no. ¿Cómo es posible?", le preguntó una vez Joshua a Grecia. Ella se aterrorizó y se inventó una mentira.
"¡Eso es porque tiene los ojos de tu padre, querido!".
Pero Joshua no estaba convencido. "Mamá, si fuera así, entonces Samuel y yo tendríamos el color de ojos de ti o de papá. Pero no los tenemos".
Grecia no sabía cómo escapar a esas preguntas, así que fingió que tenía trabajo y se alejó.
Pero no pudo fingir por mucho tiempo.
Por algún giro del destino, Jacobo, de 18 años, necesitaba un trasplante de hígado urgente, y Joshua y Samuel se ofrecieron de inmediato para ayudar a su hermano.
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels
Para horror de Grecia, Joshua y Samuel no tardaron en descubrir que no estaban emparentados biológicamente con Jacobo. Un simple análisis de sangre desveló el secreto largamente escondido.
"Mamá, ¿qué demonios está pasando?", dijo Samuel.
"Hicimos las pruebas para el trasplante de hígado de Jacobo y descubrimos que nuestros grupos sanguíneos no coinciden", dijo Joshua. "El nuestro es del grupo O, y el de Jacobo es diferente".
Los gemelos estaban furiosos con Grecia y exigían respuestas. Llegaron a la conclusión de que Jacobo no era su verdadero hermano y que había sido adoptado.
La tensa situación llevó a Grecia a confesar la verdad que había estado ocultando a sus hijos durante dieciocho años.
"Hijos, no es Jacobo quien fue adoptado", comenzó diciendo.
Joshua y Samuel se sobresaltaron, mirándola fijamente a los ojos. No estaban preparados para lo que iba a decirles a continuación.
"Carlos y yo los adoptamos a ustedes. Su madre era mi mejor amiga, quien murió después de darlos a luz".
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels
"¿Qué?", gritaron Joshua y Samuel. "¿Por qué no nos lo dijiste? ¿Cómo pudiste ocultárnoslo?".
Grecia les habló entonces de su padre, Frank, que se había desentendido de ellos.
Como eran "donantes universales" debido a su tipo de sangre, Joshua donó su hígado a Jacobo por razones humanitarias. Cuando Jacobo se recuperó unos días después, estaba igual de enfadado y molesto con su madre por ocultar la verdad sobre sus hermanos.
Mientras tanto, Joshua y Samuel localizaron a su padre biológico en los registros del hospital y fueron a conocerlo, en contra del deseo de Grecia.
"No conocen bien a su padre, hijos. Tengo miedo de que les haga daño", advirtió Grecia con dolor a Joshua y Samuel. Pero ellos no quisieron escucharla y salieron al encuentro de Frank.
"¿Por qué han venido a verme?". La respuesta de Frank sobresaltó a Joshua y Samuel, que llegaron a su puerta unos días después.
"Pero somos tus hijos. ¿Cómo pudiste dejarnos?", argumentó Samuel.
"No fue nuestra culpa que nuestra madre muriera. Todavía te teníamos a ti. ¿Por qué nos abandonaste?" añadió Joshua.
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels
Frank frunció el ceño. No estaba dispuesto a discutir.
"¿Qué pasa, papá? ¿Quiénes son?", saludó una joven desde el interior.
Joshua y Samuel se sorprendieron, al darse cuenta de que era la hija de su padre de un segundo matrimonio. Frank había pasado de todo y de todos, incluso de los hijos que nunca quiso ni amó.
"No lo sé, cariño. Son EXTRAÑOS. Se han equivocado de dirección".
Mientras Frank les miraba maliciosamente a los ojos, los hermanos comprendieron que él no era de la familia. Nunca lo fue.
"Samuel, vamos a casa", dijo Joshua.
Los hermanos se apartaron, dieron la espalda a Frank y volvieron a casa con sus padres adoptivos. Lloraron en el regazo de Grecia y se disculparon por haberla abandonado.
"Lo sentimos, mamá. Nos dejamos llevar por la idea de conocer a nuestro padre. Pero nos dimos cuenta de que nuestra verdadera familia está aquí, no allí. Tenemos la bendición de que tú y papá nos hayan criado. Ustedes son nuestros padres. Por favor, perdónanos".
Grecia y Carlos derramaron lágrimas de alegría mientras Joshua y Samuel abrazaban a Jacobo y lo llevaban de paseo a su playa favorita.
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels
¿Qué podemos aprender de esta historia?
- Una madre no es la mujer que te da a luz, sino la que te cría y te ama: Joshua y Samuel se distanciaron de Grecia cuando descubrieron que no era su madre biológica. Cuando su padre biológico se negó a reconocerlos, se dieron cuenta de que su verdadera familia era Grecia y Carlos.
- Una madre no sabe establecer diferencias entre su hijo y los hijos de otra persona: A pesar de saber que no eran sus hijos, Grecia adoptó a Joshua y Samuel y los crio como trillizos con su hijo Jacobo. No hizo diferencias entre ellos.
Comparte esta historia con tus amigos. Puede que les alegre el día y les inspire.
Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.