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Perro con una lesión en su pata | Foto: Shutterstock
Perro con una lesión en su pata | Foto: Shutterstock

Niña salva a un perro atrapado en el bosque: años después, el perro la salva en una nevada - Historia del día

Mayra Pérez
03 feb 2023
10:00

Cuando Tina convence a sus padres para que acojan a un perro de caza herido y abandonado, ninguno de ellos prevé que algún día les devolverá el favor.

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"Leí que los perros son muy buenos para olfatear hongos", dijo Tina. La niña de diez años miró a sus padres con ojos muy abiertos y llenos de esperanza.

El papá de Tina suspiró, pero su mamá se rio. Tina había estado tratando de convencerlos de tener un perro durante más de un año. Estaban acostumbrados a sus intentos de persuasión.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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"Estás pensando en las trufas", dijo la mamá de la niña.

Tina puso los ojos en blanco y saltó por el estrecho sendero que serpenteaba a través del bosque. "Estoy segura de que podríamos entrenar a un perro para encontrar todo tipo de hongos".

"Cariño, sé que te encantaría tener un perro, pero las mascotas requieren mucho cuidado", dijo el papá.

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Tina dejó de examinar un árbol caído, y se volteó para contestarle a su padre.

"¿No me dicen siempre lo buena que soy para hacer las tareas del hogar a tiempo y sacar buenas notas en la escuela? Entonces puedo cuidar un perro".

"Sabemos que eres responsable, Tina, pero también hay facturas veterinarias en las que pensar".

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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"No es justo", murmuró Tina.

Sus padres compartieron una mirada. Adoraban a su hija y habían discutido a menudo si deberían comprarle un cachorro. Sin embargo, siempre llegaban a la conclusión de que cuidar una mascota distraería demasiado a Tina y que no podían pagar las facturas veterinarias y la comida.

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Un aullido lleno de dolor resonó a través de los árboles en ese momento. Tina y sus padres se alertaron de inmediato. No vieron nada que se moviera entre la maleza de helechos. El grito terminó en una serie de gemidos y ladridos.

"Eso es un perro". Tina se dirigió en la dirección del aullido.

"¡Espera, Tina!". Su padre intentó tomarla del brazo, pero falló. "Podría ser un coyote".

"No importa. Es un animal herido", dijo Tina, mientras se adentraba en el bosque. "Tenemos que ayudarlo".

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash

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Los padres de Tina corrieron tras ella, sintiendo que el miedo los abrazaba. Sabían que las cosas podían ser difíciles si encontraban un coyote herido, sin importar lo buenas que fueran sus intenciones.

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Sin embargo, Tina pronto se perdió de vista. Cuando la alcanzaron, estaba agachada junto a un hermoso perro de caza de color ruano. El animal yacía de costado, gimiendo.

"Está atrapado en una trampa", exclamó Tina.

Su padre se apresuró a examinar al perro. Sacó su navaja de bolsillo para tratar de liberar la trampa cerrada sobre la pata.

"Esta trampa no debería estar aquí", murmuró enojado. "Tina, busca en su collar una etiqueta con su nombre".

"No tiene collar", respondió la niña.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash

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La mamá de Tina estaba tratando de consolar al perro. Ella había crecido en una familia de cazadores y conocía bien esa raza.

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También sabía que muchos criadores y entrenadores poco éticos abandonaban a sus perros si no demostraban buenas habilidades para cazar o si sufrían algún accidente.

"No es tan malo, afortunadamente", dijo el padre de Tina. "Por algún milagro, la trampa no rompió ningún hueso. Debería curarse bien".

"Tenemos que llevarlo a casa con nosotros", dijo Tina. "Necesita que le traten sus heridas, y no podemos dejarlo aquí solo".

"Ella tiene razón", dijo la madre.

Se llevaron al perro a casa y el padre de la niña trató su herida. Aunque tenían la intención de llevarlo a un refugio, rápidamente se encariñaron con él. Tina lo llamó Rocky y en pocos días se convirtió en un miembro de la familia.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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Pasaron varios años y, aunque Tina ya era una adolescente, Rocky seguía siendo su mejor amigo y confidente. Cuando la familia fue a las montañas a pasar unas vacaciones de invierno, el perro los acompañó.

El invierno fue duro ese año. Los vientos fríos y cortantes les azotaban las mejillas cuando salían y casi todas las mañanas encontraban una capa fresca de nieve brillante en la entrada.

A Rocky le encantaba saltar sobre la nieve fresca y la familia se reía de sus payasadas.

"Han sido unas vacaciones geniales", dijo el padre una mañana.

"Quiero ir a dar un último paseo por el bosque", dijo Tina.

"Es buena idea. Hoy no hace tanto viento como cuando fuimos por primera vez. Salió el sol y seguramente tendremos un gran día".

La familia llamó a Rocky y caminaron por el bosque cercano a la casa de huéspedes. Muy pronto, Tina se adelantó con su perro que iba a buen paso olfateando y rastreando la nieve.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash

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De repente, el canino se quedó inmóvil y en estado de alerta. Tina volteó a ver a sus padres y les dijo: "Algo le pasa a Rocky".

Justo en ese momento, sonó un fuerte crujido desde los picos. Los padres de Tina miraron hacia arriba mientras las montañas retumbaban y vieron una gran capa de nieve fresca que se desprendía.

"¡Tina, corre!", gritó su padre.

La advertencia llegó demasiado tarde. La nieve se deslizó por la pendiente, a través de los espacios entre los árboles. Barrió el claro donde Rocky y Tina habían estado parados momentos antes y desaparecieron ante sus ojos.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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Los padres tuvieron tiempo de correr y protegerse en gran árbol. Una vez que terminó la avalancha, se apresuraron a buscar a su hija.

Temerosos de que sus gritos desencadenaran otra avalancha, comenzaron a cavar frenéticamente en la nieve en silencio. Usaron largas ramas de los árboles como palas, pero no había rastro de Tina.

Estaban a punto de entrar en pánico cuando Rocky apareció ante ellos. Mordió la manga de la camisa del hombre y tiró de ella, pero él lo ahuyentó. El perro comenzó a ladrar.

"¡Cállate, Rocky!", suplicó la mujer, en medio de los sollozos.

Rocky intentó llamar su atención un rato más, pero ambos estaban demasiado frenéticos para hacerle caso. No se percataron de que se había ido a otro lugar y estaba cavando por su cuenta.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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En un momento dado, el ladrido de Rocky resonó en la montaña.

"¡Ese perro va a desencadenar otra avalancha!". El hombre corrió hacia donde estaba el perro para hacerlo callar. Al llegar, encontró un hoyo profundo, y la mano enguantada y la manga del abrigo de Tina sobresalían de él.

De inmediato, llamó a su esposa y entre los dos sacaron a su hija de la nieve y la llevaron al hospital. Afortunadamente, las heridas de Tina no eran graves.

El día que le darían el alta, sus padres obtuvieron un permiso especial para llevar a Rocky con ellos a buscarla. El perro saltó sobre la cama de Tina e inmediatamente comenzó a lamerla. La jovencita se rio y lo abrazó.

"Está feliz", dijo su madre. "Hace tantos años rescataste a Rocky de aquella trampa y ahora él te ha devuelto el favor rescatándote de la nieve".

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • Las buenas acciones tienen recompensa: Tina se ganó el amor y la confianza de Rocky cuando salvó su vida y le dio un hogar, y él no renunció a salvarla cuando ella más lo necesitaba.
  • Trata a todos los animales con amor y respeto: Ya sean nuestras mascotas o animales salvajes, todas las criaturas vivientes merecen nuestro respeto y cuidado.

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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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