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Anaqueles en un supermercado. | Foto: flickr.com/SchuminWeb (CC BY-SA 2.0)
Anaqueles en un supermercado. | Foto: flickr.com/SchuminWeb (CC BY-SA 2.0)

Empacador paga la compra de una joven madre: recibe 12 meses de salario como recompensa - Historia del día

Pedro trabajaba incansablemente en dos empleos para ayudar a un amigo y ahorrar para que su hijo pudiera estudiar en la universidad. Después de un simple acto de bondad hacia una divorciada y sus hijos, fue recompensado.

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Pedro era un hombre trabajador y de buen corazón. Trabajaba en la tienda de comestibles como empacador y recientemente había conseguido un segundo trabajo como vigilante nocturno.

Él se esforzaba para ayudar a pagar las facturas médicas de su amigo Daniel y, al mismo tiempo, ahorrar dinero para los estudios de su hijo.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Getty Images

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Getty Images

Daniel se había enfermado recientemente y sus gastos médicos se estaban acumulando, por lo que Pedro decidió hacer lo que pudiera para ayudarlo. Trabajar en dos empleos era difícil, pero él lo hacía todos los días con entusiasmo y una sonrisa.

Un día, el supermercado estaba lleno de clientes por ser fin de mes. Estos eran los días que Pedro disfrutaba especialmente. Sí, el trabajo era abundante y tedioso, pero siempre había muchas personas diferentes que ingresaban a la tienda.

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Una de esas personas, una joven llamada Ángela, llamó particularmente la atención de Pedro. Estaba con sus dos hijos y parecía tener muchas cosas en la cabeza.

Mientras estaba en la caja registradora pagando algunos comestibles y refrigerios para los niños, Ángela se dio cuenta de que no tenía suficiente dinero para pagar. Abatida, se giró hacia sus hijos y les explicó suavemente:

“Lo siento, mis bebés. Mami no tiene para comprarles esos dulces en este momento, ¿de acuerdo? Tendrán que devolverlos”, dijo Ángela.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Getty Images

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Los niños comenzaron a llorar mientras Ángela, angustiada, hacía todo lo posible por calmarlos. Pedro la vio y rápidamente se ofreció a ayudar.

“No se preocupe, señora. Yo puedo pagar los dulces”, dijo con una sonrisa reconfortante.

“Oh, no. No tienes que hacerlo”, dijo Ángela.

“Yo también soy padre y sé cómo es todo. No se preocupe por eso. Será un placer”, insistió Pedro.

Ángela estaba agradecida por la ayuda del hombre. Él se alegró de ver a los niños felices y a Ángela un poco más tranquila. Al día siguiente, la madre volvió a la tienda para devolverle a Pedro el dinero que había aportado.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Getty Images

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“No, señora. No puedo aceptarlo. No lo hice esperando que me pagara”, insistió el hombre.

“Muchas gracias por su amabilidad. Realmente significa mucho. Me estoy divorciando, así que las cosas son un poco difíciles. Incluso tuve que pedir prestado este dinero para devolvérselo. Por eso, realmente aprecio su gesto”, explicó Ángela.

“Escuche, lo entiendo completamente. Tengo dos empleos. Un amigo se enfermó recientemente y estoy tratando de ganar dinero para ayudarlo con sus facturas médicas”.

“Además, estoy ahorrando dinero para que mi hijo pueda ingresar a la universidad. Por eso la entiendo. Nada es fácil de obtener”, dijo Pedro con una sonrisa.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Getty Images

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“Bueno, gracias de nuevo”, dijo ella cálidamente.

“Es un placer. Todos tenemos que ayudarnos mutuamente en lo que podamos”, agregó el empacador.

Las palabras de Pedro conmovieron a Ángela y estuvo pensando en ellas después de haber salido del supermercado. “Este hombre tiene su cuota de problemas, pero aun así tuvo la amabilidad de ayudarme”, pensó.

Cuanto más pensaba en ello, más sabía que quería hacer algo por el amable hombre.

Ángela decidió abrir una cuenta de crowdfunding para Pedro en secreto. Entonces, escribió una publicación inspiradora sobre él en Facebook, alentando a las personas a ayudar a recaudar dinero para el hombre. Ella configuró la cuenta maravillosamente, pero no hubo ninguna respuesta.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Getty Images

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Estaba desanimada y cansada, así que se fue a la cama, con la esperanza de que al día siguiente hubiera más suerte.

Para su sorpresa, al día siguiente, encontró $5000 en la cuenta y el dinero seguía llegando.

Dos semanas después, Ángela volvió al supermercado con un regalo para Pedro. Compró comestibles por $200 y los pagó en el mostrador donde trabajaba él.

Pedro se alegró de ver a Ángela y de ver que estaba abasteciéndose de alimentos para su familia.

“Estas compras no son para mí. Son para ti”, le explicó ella a Pedro, que había quedado desconcertado después de escuchar lo que había dicho Ángela.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Getty Images

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“Yo… no entiendo”, dijo él, confundido.

“Abrí una cuenta de crowdfunding para ti y me alegra decir que funcionó muy bien”, dijo ella, entregándole al hombre un cheque por $25.000. Pedro estaba completamente incrédulo.

“No puedo creerlo. ¡Esta cantidad de dinero equivale a mi salario de 12 meses! ¡Gracias! ¡Muchas gracias!”, dijo Pedro llorando de alegría.

Gracias a su propio acto de bondad, Pedro pudo obtener suficiente dinero para poner en el fondo para la universidad de su hijo y además pagar las facturas médicas de su amigo.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Getty Images

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¿Qué podemos aprender de esta historia?

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  • La amabilidad genera amabilidad: El simple acto de bondad de Pedro hacia Ángela y sus hijos le devolvió mucho más al final.
  • Trata de mantenerte positivo, incluso cuando estés rodeado de problemas: Pedro tenía una buena cantidad de problemas, pero aun así enfrentaba la vida de manera positiva, lo que finalmente valió la pena.

Comparte esta historia con tus amigos. Podría alegrarles el día e inspirarlos.

Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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