Hombre deja a su prometida cuando le dice que quedó discapacitada de por vida: luego él es mesero en su boda de lujo - Historia karmática

A menudo, la gente no se toma en serio la frase "en la salud y en la enfermedad". Cuando Sara se dio cuenta de que era así, tomó una decisión que cambiaría su vida para siempre.

Chris conoció a Sara después de graduarse de la universidad y tuvieron mucha química. Compartían el interés por los videojuegos y pasaban juntos gran parte de su tiempo libre.

Sara, una hermosa joven amante de la diversión, tenía un secreto. Procedía de una familia adinerada y su padre era propietario de una cadena de joyerías.

Debido a su estilo desenfadado, Sara podía ocultarle la verdad a la gente, ya que no quería que la trataran de forma diferente.

Un día, Chris sorprendió a Sara y le pidió matrimonio en un lago con el anillo de su difunta abuela. Sara aceptó, pero después de hablar con su padre Daniel, quiso asegurarse de que Chris la amara de verdad.

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"¿Crees que se habrá enterado?", le preguntó a su padre.

Daniel sugirió que Sara le pusiera a prueba para averiguar si era sincero.

Sara y Chris solo llevaban saliendo medio año y ella necesitaba estar segura. Chris iba a visitar a sus padres durante las vacaciones de verano y estaría fuera del estado durante un par de meses.

"Sé que estaré fuera un tiempo, pero prometo hablar contigo a diario, e incluso podemos jugar juntos por Internet", le dijo Chris. Sara decidió que era la oportunidad perfecta para ver si su pareja iba en serio con lo de una relación a largo plazo con ella. Una semana después de que Chris llegara a casa de sus padres, lo llamó.

"Chris, he tenido un terrible accidente de coche. Llevo dos días en el hospital y no siento las piernas. Los médicos dicen que estoy paralizada de la cintura para abajo", le contó. En realidad le estaba mintiendo, se encontraba completamente bien.

Hubo unos segundos de silencio incómodo antes de que Chris contestara: "Dios mío. Lo siento mucho, cariño. En cuanto vuelva a la ciudad, iré a verte enseguida". Había una frialdad en la respuesta de Chris que preocupó a Sara. Después de la llamada, decidió darle el beneficio de la duda hasta que regresara.

Quizá estaba en estado de shock y no sabía cómo reaccionar. Pero en los días siguientes, Chris rompió su promesa. No le devolvía los mensajes de texto ni se ponía en contacto con ella. Sara se dio cuenta de que era muy extraño para alguien que creía que su prometida estaba paralizada.

Incluso cuando intentaba llamarle por teléfono, Chris no lo atendía. Los días se convirtieron en semanas sin una palabra de Chris. “Me enfrentaré a él cuando vuelva y le diré la verdad”, pensó Sara. Pero el joven nunca regresó. Cuando Sara fue a su apartamento, se dio cuenta de que habían sacado todas sus cosas.

Chris había renunciado al matrimonio y no había superado la prueba de Sara. Ella guardó el anillo de su abuela como recordatorio de que algunas personas no estarán a tu lado en tus momentos más oscuros. Seis meses después, Chris regresó a la ciudad. Creía que había pasado el tiempo suficiente y que Sara lo superaría.

Encontró trabajo como mesero en una empresa de eventos y, al cabo de unas semanas, le encargaron servir mesas en una boda. Le sorprendió lo elaborada que era la boda y que los invitados le dieran propina aunque no estuvieran obligados a hacerlo. Pero lo más impactante de la boda fue ver a la novia.

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Su exnovia, Sara, iba vestida con un precioso traje de época. Estaba de pie y tan guapa como siempre. Chris no podía creer lo que veían sus ojos. “Pero ella dijo que había quedado discapacitada. ¿Cómo la curaron?”, se preguntó. Después de que los recién casados se dieran el "sí, quiero", Chris encontró un momento para hablar con Sara.

"Vaya, mira quién está aquí", dijo. Sara se rio un segundo antes de decir: "Dame un segundo. Iré a charlar contigo".

Chris pudo ver cómo Sara hablaba brevemente con su dama de honor antes de tomar algo del interior de un bolso. Luego regresó para conversar con él.

"No sé qué decir. Estás increíble. Supongo que los médicos han podido curarte", dijo Chris.

"Nunca estuve incapacitada. Solo estaba probando si me amabas de verdad. En cuanto oíste la palabra "paralítica", no volví a saber nada de ti. Además, no sé si te enteraste, pero mi padre pagó todo esto. No me gusta alardear de ello, pero vengo de familia adinerada.

Chris quedó asombrado ante las palabras de Sara. Necesitó tomarse un momento para asimilarlo.

"No lo puedo creer. Lo único que puedo decir es que lo siento. Me avergüenzo de cómo dejé las cosas. Está claro que tengo que aprender. Necesito ser un hombre mejor. Si no te importa que pregunte, ¿él tuvo que pasar la misma prueba?", preguntó mientras señalaba al esposo de Sara, Henry.

Sara miró cariñosamente a Henry antes de responder: "No tuvo que hacerlo. Mi casa se incendió justo después de que empezáramos a salir y me quedé atrapada. Henry arriesgó su vida para salvarme. El resto es historia". Chris la felicitó y estaba a punto de marcharse cuando Sara lo tomó de la mano.

"Una cosa más, Chris. Olvidaste esto", dijo mientras le ponía en la mano el anillo de su abuela.

"Sé un par de cosas sobre el amor, y sé mucho sobre diamantes. Si vas a regalarle a una mujer algo tan precioso, asegúrate de que lo dices en serio", expresó Sara.

Después de la boda, Chris se quedó sentado en el estacionamiento, mirando el anillo. Ese día aprendió una valiosa lección y decidió cambiar para mejor.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

• Cuida siempre tu corazón: Si Sara hubiera ignorado sus sospechas, podría haber acabado casándose con alguien que no estaría a su lado en tiempos de crisis. Por suerte, confió en su instinto y encontró a alguien que se jugó la vida por ella.
• No des el amor por sentado: Chris no estaba realmente preparado para dedicar su vida a otra persona, pero aun así le prometió el mundo a Sara, sabiendo que su corazón no estaba preparado para ello.

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