Mujer evita a los hombres tras divorciarse hasta que su hijo pequeño trae a su futuro esposo a casa - Historia del día

Megan evitaba cualquier tipo de encuentro amoroso tras haberse divorciado de Víctor. Pero todo cambió cuando conoció a Daniel.

Víctor fue su marido durante 12 años. Cuando Megan lo conoció, era un hombre ambicioso que le había prometido un futuro brillante.

Después de que nació su hijo Chris, Megan hizo todo lo posible por motivar a su esposo para que persiguiera sus sueños y trabajara duro. Desafortunadamente, Víctor era un padre ausente, siempre pasaba tiempo fuera de casa y solo trabajaba en pequeños empleos.

Al final, Megan se hartó de que Víctor no fuera un hombre emprendedor y le pidió el divorcio cuando Chris cumplió diez años.

Víctor volvió a casa de su madre y Megan decidió centrarse en el futuro de Chris. Tenía dos trabajos para cubrir sus gastos y los de la escuela de su hijo.

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"Ahora somos únicamente tú y yo, ¿de acuerdo?" le dijo Megan al chico.

La mujer se sentía culpable de que su ex, Víctor, le hubiera dado a su hijo un mal ejemplo de lo que debe ser un padre y pensó que era mejor evitar salir con hombres.

Megan tenía dos trabajos a distancia haciendo labores administrativas y a menudo estaba agotada. "Siento no poder dedicar mucho tiempo a otras actividades, Chris", le dijo.

"No pasa nada, mamá. He estado trabajando mucho en mis dibujos", respondió. Chris era un prodigio artístico que dibujaba sus cómics en su tiempo libre. En la escuela, encontró un mentor en su profesor de arte, Daniel.

A medida que se acercaban las Navidades, Megan se tomó unas vacaciones para centrarse en las compras y la limpieza de la casa. Serían sus primeras Navidades juntos desde que Víctor se había marchado y Megan quería agasajar a Chris con un día especial. El chico tenía una clase extra de arte después del colegio, así que Megan debía buscarlo.

Llevaba semanas cansada y, después de limpiar, se sentó en el sofá para tomar una siesta rápida. Megan pensó: "Voy a descansar los ojos un rato". No se dio cuenta de que se había dejado el teléfono en otra habitación, por lo que se durmió sin escuchar las alarmas y no pudo oír el timbre de su teléfono.

Megan se despertó al oír que llamaban a la puerta y, cuando miró por la ventana, vio que se había hecho tarde. Cogió el teléfono y corrió asustada hacia la puerta. Cuando abrió la puerta, Chris estaba allí con un hombre guapo que ella no conocía.

El sujeto era alto y corpulento y llevaba una camiseta blanca con manchas de pintura por todas partes.

"Hola, soy Daniel, el profesor de arte del colegio de Chris. Intenté llamarte mientras Chris te esperaba, pero pensé que podría acompañarlo a casa", dijo Daniel.

Megan comprobó su teléfono y pudo ver 10 llamadas perdidas del mismo número. Se puso las manos en la frente antes de abrazar a Chris.

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"Lo siento mucho, Chris. Me quedé dormida mientras limpiaba", dijo Megan. Luego miró al profesor antes de decir: "Muchas gracias por traerlo a casa, Daniel. Te pido disculpas por haberte puesto en esa situación. Estoy en deuda contigo".

"No es ningún problema, de verdad. Chris es mi mejor alumno. Enséñale en qué has trabajado hoy", dijo Daniel. El chico le mostró un gran dibujo de su superhéroe favorito surcando el cielo, y Megan le chocó los cinco.

"La familia del profesor Daniel está en otro estado, así que también se siente solo en Navidad. Quizás podríamos invitarlo", dijo Chris. Daniel se sonrojó y Megan se frotó el brazo con nerviosismo. Aunque Megan encontraba atractivo a Daniel, seguía desconfiando de los hombres.

Sin embargo, se dio cuenta de que solo era la cena de Navidad y accedió a invitarlo. Daniel llegó con un regalo para Chris.

"¡Feliz Navidad! He hecho tarta de manzana con la vieja receta de mi madre", dijo mientras le entregaba a Chris su regalo. Le compró un juego de bolígrafos de colores que podría utilizar para sus cómics. Era un regalo especial para Chris, cuyo padre no se molestaba en comprarle nada.

Mientras cenaban todos en la mesa, Megan decidió saber más sobre Daniel. "¿Cómo supiste que querías ser profesor de arte?", preguntó.

"Siempre tuve un problema con la forma en que se enseñaba arte en la escuela. No se lo tomaban en serio. Incluso ahora, como docente, me siento limitado. Así que he estado ahorrando dinero, y pronto voy a abrir mi propia academia de arte especializada para jóvenes artistas como Chris", respondió.

Megan estaba impresionada. Daniel no solo tenía una visión para su futuro, sino un plan para hacerlo realidad. Después de cenar, los tres se sentaron a ver juntos una película navideña antes de que Daniel tuviera que irse a casa.

"Espero que esto no sea inapropiado, Megan, pero me arrepentiría si no te lo pidiera. ¿Puedo invitarte a salir alguna vez?", preguntó Daniel.

El comentario sorprendió a Megan. No había salido con nadie desde que había dejado a Víctor y, la verdad, se había sentido bastante sola.

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"Sí, claro. Quizás podrías llevarme a una galería uno de estos días", sugirió Megan. Los dos empezaron a salir al poco tiempo y congeniaron de inmediato. Después de un año juntos, Megan y Daniel se casaron. Megan vendió su casa y se mudó con su hijo al hogar de Daniel.

Con los ahorros del profesor y el dinero de la venta de la casa de Megan, los dos hicieron realidad el sueño de Daniel y abrieron una academia de arte. Megan pudo dejar sus dos empleos y trabajar como administradora de la academia.

Chris fue el primero en matricularse y dedicó las tardes y los fines de semana a perfeccionar su arte. La academia se convirtió en un negocio familiar.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

• Dar prioridad a los hijos: Megan se dio cuenta de que su hijo se merecía una figura paterna mejor que Víctor. Aunque fue duro, tomó la decisión correcta al seguir adelante.
• Nunca es tarde para encontrar el amor: Megan pensó que debía renunciar a las citas por su mala experiencia con Víctor, pero Daniel le demostró que nunca es tarde para encontrar de nuevo el amor.

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