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Adolescentes posando para una foto antes del baile de graduación | Foto: flickr.com/Seaners4real (CC BY-SA 2.0)
Adolescentes posando para una foto antes del baile de graduación | Foto: flickr.com/Seaners4real (CC BY-SA 2.0)

Niño rico se sorprende al saber que su novia va al baile de graduación con un compañero de clase discapacitado - Historia del día

Mayra Pérez
22 feb 2023
14:20

Bruce era el chico más popular de la escuela y muchas chicas querían estar con él. Cuando su novia acepta una invitación de un chico con una discapacidad, debe reflexionar y cambiar su forma de ser.

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Bruce era el chico más genial de la escuela. Su padre era un magnate rico, por lo que siempre tenía ropa de moda y accesorios increíbles. Su vida giraba en torno a su imagen, popularidad y lo que pensaba la gente.

Era un chico encantador y le iba bastante bien en la escuela. Sin embargo, tenía su lado desagradable: no sentía el mínimo respeto por las personas que consideraba, de cualquier manera, inferiores a él.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Getty Images

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Getty Images

Aun así, era muy popular entre las chicas y hubiera podido tener una relación con muchas de ellas. Pero la que le impactó fue Angie, la chica nueva de la escuela.

Angie era hermosa, inteligente y cariñosa. Bruce la vio por primera vez en la cafetería y quedó hipnotizado al instante. Mientras observaba su sonrisa cálida y confiada, sintió como si ella fuera la única persona en la habitación.

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En ese momento, la linda chica jugaba con un chupetín en su boca y estaba con su amigo Jake, que se desplazaba en una silla de ruedas.

"¿Quién es ella?", le preguntó Bruce a uno de los amigos con los que compartía la mesa.

"Es la chica nueva. Me parece que se llama Angie. Coincidimos en algunas clases", explicó el amigo.

"Angie", se dijo Bruce a sí mismo, con los ojos todavía fijos en ella.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Getty Images

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Getty Images

Angie caminó hacia la mesa de sus amigos. Varios eran estudiantes en sillas de ruedas, incluidos Jake y una niña llamada Amy, la amiga de la infancia de Angie.

Tan pronto Angie se sentó con su grupo, Bruce instantáneamente se levantó para acercarse a ella. Caminaba con el pecho muy erguido y un paso muy seguro.

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"Hola. No creo que nos hayamos conocido", le dijo Bruce a Angie con la mano extendida como invitando a darle un apretón de manos. La mesa se quedó en silencio.

"¿No vas a saludar a los demás?", preguntó Angie, ignorando su gesto.

"¡Claro que sí!… Hola, chicos", dijo Bruce al resto de la mesa, quienes respondieron con un simple "Hola". Amy lo miró con asombro y levantó la mano con un alegre "¡Hola!".

"Hola, soy Angie", dijo con una cálida sonrisa, ahora estrechándole la mano.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Getty Images

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"Soy Bruce. Entonces, ¿por qué estás con estos chicos? Una chica tan hermosa como tú debería estar con nosotros en la mesa popular", dijo Bruce con aire de suficiencia. En ese mismo momento, Angie retiró la mano con brusquedad.

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"¡Vaya! No hablas en serio, ¿verdad?", preguntó Angie con asombro.

"¿Qué? ¿Dije algo malo?", preguntó Bruce, ajeno a su arrogancia e insultos.

"Si no te importa, estamos tratando de almorzar y nos estás molestando… Bruno", dijo Angie con frialdad, volviéndose hacia sus amigos e ignorando a Bruce.

"Es Bruce", murmuró, mientras se daba la vuelta y se dirigía a su mesa.

Después de eso, Bruce tenía la misión de llamar la atención de Angie. En las siguientes semanas, intentó cortejarla con todo su arsenal, desde flores hasta grandes gestos en eventos deportivos escolares. Pero ella simplemente no parecía estar interesada.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Getty Images

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Getty Images

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Un día, Angie se encontró con Bruce sentado en los escalones de la entrada de la escuela con una expresión de profunda tristeza y sintió pena por él. No estaba tan confiado como de costumbre. Se acercó y se sentó a su lado.

"¿Por qué estás mirando esos chupetines?", preguntó Angie. Bruce se volvió hacia ella, sorprendido.

"Verás, los compré en la tienda de golosinas y pensé en regalarte uno. Tenías un chupetín la primera vez que te vi. Pero luego caí en cuenta de que no estás interesada en mí. He intentado todo para llamar tu atención", confesó Bruce.

"¡Ay!… Eso es realmente tierno", dijo Angie, agarrando uno de los chupetines.

A partir de ese día, comenzaron a pasar más tiempo juntos. Al estar con Angie, Bruce comenzó a cambiar sutilmente. Era menos arrogante y no estaba tan preocupado por su popularidad. Estudiaban juntos y se ayudaban mutuamente con los deberes.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Getty Images

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Incluso se inscribió en actividades de reciclaje y servicio comunitario con ella después de la escuela. Angie estaba sacando lo mejor de Bruce, y él estaba loco por ella. Ella también estaba comenzando a sentir algo parecido.

El baile de graduación estaba a la vuelta de la esquina y Bruce planeaba pedirle a Angie que fuera su acompañante para ese día. Asumió que irían juntos, pero quería convertir la petición en un acontecimiento, así que organizó un pícnic romántico.

"Angie, quería preguntarte algo", dijo Bruce nervioso.

"Sí, Bruno", dijo Angie con una risa descarada.

"Eres terrible", dijo con ternura. "¿Quieres ir al baile de graduación conmigo?", preguntó.

"Oh, Bruce. Lo siento, no puedo. Ya le prometí a Jake que iría con él", dijo Angie.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Getty Images

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Getty Images

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"¿Qué? No me habías dicho nada", respondió entre molesto y resentido.

"Lo siento. Se me olvidó. No pensé que te importaría. Él es mi amigo y habíamos planeado esto antes de que esto se pusiera serio entre nosotros", dijo Angie.

"¿Qué? ¿No creíste que me importaría que me rechazaras por un discapacitado?", espetó Bruce furiosamente.

"¡Cuida tu tono!", Angie replicó. "Es mi amigo del que estamos hablando".

"¡Ay, olvídalo! Estás jugando conmigo, ¿no?", Bruce no podía entender por qué su novia había decidido ir al baile de graduación con alguien en silla de ruedas.

Angie no respondió y comenzó a recoger sus cosas. Bruce se dio cuenta de que había ido demasiado lejos.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Getty Images

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"Angie, lo siento", suplicó.

"Está bien. Estaré bien. Gracias por el pícnic. Adiós", dijo Angie antes de irse.

"¡Angie!", le gritó, mientras la veía desaparecer en la distancia.

Bruce estaba desconsolado, y parecía que su arrebato había sido la gota que colmó el vaso para Angie. Se odió a sí mismo por haber sido grosero con ella y hablar sin pensar. Esa chica era todo para él, y lo había puesto en peligro por orgullo.

Unos días después, era el día del baile de graduación. Angie apareció con su amigo Jake. Por mucho que estuviera enojada con Bruce y sintiera que no podía perdonarlo, lo extrañaba. No lo veía en el salón y se preguntaba dónde estaba.

Dejó a Jake para ir a buscar algo de tomar. Cuando regresó, se sorprendió por lo que vio frente a ella. Bruce estaba bailando con Amy en la pista y ella se veía más alegre que nunca. Él también lucía feliz.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Getty Images

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Resultó que Bruce había invitado a Amy para que lo acompañara al baile de graduación. El corazón de Angie se derritió de amor y orgullo.

Los ojos de Bruce y Angie finalmente se encontraron mientras ella los miraba desde la distancia con la sonrisa más cálida, pero ambos se mantuvieron alejados. El chico pasó el resto de la noche con Amy, bailando con ella y entreteniéndola.

Los populares amigos de Bruce lo miraban con escepticismo, pero él decidió ignorarlos. Hacia el final de la noche, Angie se le acercó y lo invitó a un baile lento. Él aprovechó para disculparse y le explicó que había tenido tiempo para reconsiderar sus acciones.

Dijo que después de su última conversación, se dio cuenta de lo equivocado que estaba. Angie lo había ayudado a convertirse en una mejor persona, y él quería continuar por ese camino, aunque fuera sin ella.

Sin embargo, estaba feliz y honrado de poder tenerla nuevamente entre sus brazos, y solo quería hacer lo que fuera necesario para verla sonreír siempre. Angie le dio las gracias y lo besó. Después de ese día, se reconciliaron y le dieron otra oportunidad a su relación.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Getty Images

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¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • La clave para las relaciones es la empatía: Bruce fue incapaz de entender la razón por la que Angie no iría con él al baile, y solo vio la parte donde, desde su punto de vista, lo rechazaba por una persona con una discapacidad. Sin embargo, se tomó el tiempo para reflexionar y pudo convertirse en una mejor persona.
  • La reconciliación es posible cuando aprendes de tus errores: Bruce se dio cuenta de sus errores y cambió de actitud. Como resultado, Angie pudo disculparlo en su corazón y le dio una segunda (¿o tercera?) oportunidad.

Comparte esta historia con tus amigos. Podría alegrarles el día e inspirarlos.

Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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