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Objetos para bebés. | Foto: Shutterstock
Objetos para bebés. | Foto: Shutterstock

Mujer infértil descubre que su esposo compra constantemente artículos para bebés en la tienda - Historia del día

Mary empezó a sospechar que su esposo, Dan, la engañaba por sus recientes compras, pero él le reveló la sorprendente verdad cuando ella la amenazó con marcharse. Y fue entonces cuando les ocurrió algo aún más sorprendente.

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"¿Qué es esto?", se preguntó Mary en voz baja mientras revisaba la cuenta bancaria que compartía con su esposo, Dan. Por alguna razón, había varias compras en una tienda de bebés. Pero ellos no tenían hijos. Era un punto delicado en su relación después de descubrir que Mary era estéril.

A ella siempre le preocupaba que él la dejara por otra mujer que pudiera darle hijos, pero Dan le aseguraba regularmente que no era así. Sin embargo, ¿ahora estaba comprando cosas para bebés? Eso no tenía sentido.

Mary necesitaba despejarse, así que buscó en Google el nombre de la tienda y decidió comprobarlo cuando vio la dirección de un centro comercial cercano.

El centro comercial no estaba abarrotado, pero había mucha gente comprando cosas, y Mary se detuvo a comprar un pretzel para sentirse mejor. Luego se dirigió a la tienda, pero de repente se paró en seco cuando vio a Dan saliendo de la tienda con una bolsa enorme y un ramo de flores.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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“¿Qué estará haciendo?”, se preguntó, pero decidió volver a casa y esperar una explicación, aunque a su cerebro le preocupaba que estuviera ocurriendo algo más profundo.

***

“Hola, cariño”, la saludó Dan al llegar a casa, pero ella lo miró pensativa.

“¿Dónde están las flores?”, preguntó cruzándose de brazos y frunciendo el ceño. Nunca había tenido motivos para desconfiar de Dan hasta ese momento.

“¿Qué flores?”.

“¿Dónde está la bolsa?”.

“¿Qué bolsa?”.

“¡LAS FLORES, DAN! ¡LA BOLSA DE LA TIENDA! ¡TE VI EN LA TIENDA!”, gritó Mary, perdiendo los nervios y metiéndole la mano en los bolsillos.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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Dan intentó resistirse, pero ella los revisó minuciosamente y sacó varios recibos de la tienda de bebés. "¡ESTO! ¡ESTO ES DE LO QUE ESTOY HABLANDO! ¿DÓNDE ESTÁN TODAS ESTAS COSAS QUE HAS COMPRADO?".

"Mary, cálmate. Puedo explicártelo", dijo Dan, levantando la mano en un gesto apaciguador.

“¡Seguro que puedes! ¡Todos pueden! ¡Tienes otra mujer y está embarazada!", acusó Mary, sin molestarse en escucharlo. Ella ya había urdido esa historia en su cabeza.

“¡NO! ¡Nunca lo haría!”, negó Dan, con los ojos muy abiertos por la sorpresa.

"¡NO LO NIEGUES! ¡AHORA SÉ LA VERDAD!", gritó Mary e iba a seguir despotricando de no ser por la interrupción de Dan.

“¡ES PARA KAYLA!”, gritó Dan.

El comportamiento de Mary cambió en un instante. "¿Kayla?" dijo con calma. “¿La esposa de Anthony?”.

“Sí”, dijo Dan, bajando la cabeza. “Ella no compró nada para el bebé. La he estado ayudando”.

Anthony era el mejor amigo de la infancia de Dan, que murió hace poco, y su esposa Kayla la estaba pasando mal. Ella estaba embarazada en ese momento, y ahora que el bebé había nacido, necesitaba ayuda. Dan se sentía responsable del hijo de su amigo y decidió ayudarla.

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Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

“¿Por qué no me lo dijiste?”, preguntó Mary, secándose las lágrimas frustradas de los ojos. Era una situación completamente diferente.

“No lo sé. Supongo que no quería molestarte. Hemos tenido problemas con el tema del bebé y trataba de ser sensible”, respondió Dan, encogiéndose de hombros. “Las flores eran para la tumba de Anthony”.

Mary sacudió la cabeza y fue a abrazar a su esposo. “Oh, Dan. Eres un blandengue”, le sopló en el cuello y lo abrazó con fuerza.

Desde entonces, ambos ayudaban juntos a Kayla. Cuidaban al bebé todo lo que podían, le compraban cosas e incluso cuidaban de Kayla, que no parecía estar muy bien. Todavía estaba de luto por la pérdida de su esposo y no había establecido un vínculo afectivo adecuado con el bebé.

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***

Kayla se quedó mirando a Dan y Mary mientras el auto se alejaba de su casa. Últimamente habían sido muy amables con ella que la mayoría de las veces y ni siquiera podía sonreír. Temía cerrar la puerta y volver a su soledad con un bebé al que ya no podía cuidar.

Sus amigos no lo sabían, pero intentó abortar cuando Anthony murió, pero se lo denegaron porque su embarazo ya estaba demasiado avanzado. Era su esposo quien quería el bebé, y ella se sentía fatal ahora que ni siquiera podía mirarlo. No sentía nada por él.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

A veces, el bebé lloraba durante horas, reclamando algo de comida, y Kayla trataba de evitarlo. Sólo le daba de comer cuando estaba agotado, así que se quedaba dormido en cuanto terminaba. Era horrible, pero no podía evitarlo. Esta era su vida ahora.

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¿O no?

***

Era sábado y Mary y Dan acababan de estacionar el auto delante de la casa de Kayla. Iban a cuidar al bebé un rato.

“¿Es raro que aún no le haya puesto nombre al bebé?”, le preguntó Mary a Dan mientras bajaban y recogían todo lo que habían traído para el niño.

“Calla, Mary. Está de luto. Pronto le pondrá nombre”, respondió Dan, y ambos se acercaron a la puerta.

Por alguna razón no estaba cerrada y pudieron oír al bebé llorar dentro. Se miraron y entraron corriendo. Mary tomó al bebé y éste se acomodó enseguida. Mientras tanto, Dan miró a su alrededor buscando a Kayla, pero no estaba por ninguna parte.

“¿Qué está pasando?”, preguntó Mary, con los ojos muy abiertos, mirando a Dan con preocupación.

“No lo sé. No creerás que... ¿dejó a su bebé aquí solo?”, se preguntó él, mordiéndose el labio inferior con preocupación.

Caminó por la casa, buscando cualquier cosa, y empezó a buscar en su teléfono cuando algo le llamó la atención. Había una nota en la nevera.

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"¿Qué es eso?", preguntó Mary cuando lo vio leyéndola.

"Es de Kayla. Dice que nos deja al bebé. Quería empezar una nueva vida y se fue. ‘No se molesten en buscarme. Me he ido’. No puedo creerlo”.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

“No”, respiró Mary. “Eso es imposible”.

Se miraron, sin saber qué hacer. Pero sabían que no podían dejar solo al bebé, así que se lo llevaron a casa.

Llamaron a un abogado, que les aconsejó que llamaran a la policía por si Kayla planeaba hacerse algo drástico. Así lo hicieron y mostraron la nota a los agentes. Mientras tanto, dejaron al bebé bajo custodia del Servicio de Protección de Menores.

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Al cabo de unas semanas, la policía les dijo que habían encontrado a Kayla. Se había mudado a Miami y no quería saber nada más del bebé. Quería que Mary y Dan se quedaran con él.

La pareja se sorprendió, pero decidió cumplir sus deseos. Se convirtieron en los tutores legales del bebé y empezaron a llamarlo Tony Jr., como el amigo de Dan. Le cambiaron el nombre oficialmente cuando finalmente lo adoptaron un año después.

Tony Jr. fue el milagro que no sabían que necesitaban, aunque siempre desearon que Anthony siguiera allí para verlo crecer.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • Confía en tu cónyuge y sé sincero con él: Mary pensaba que Dan la engañaba, aunque nunca tuvo indicios de ello hasta aquellas compras. Dan debería haberle contado todo lo que pasaba.
  • Algunas amistades perduran incluso después de la muerte: Dan quería tanto a su amigo Anthony que se sentía responsable de su esposa viuda y de su bebé después de su muerte. Por eso acogió al bebé cuando Kayla desapareció.

Comparte esta historia con tus amigos. Podría alegrarles el día e inspirarlos.

Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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