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Estudio revela por qué la vida de los Amish puede ser más longeva que la del resto del mundo

Ksenia Novikova
03 ago 2018
21:28

Un estudio señala que los amish podrían vivir más tiempo que el resto.

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Todo parece indicar que no solo el estilo de vida que estas personas llevan es más saludable y los protege de algunas enfermedades, sino que también tendrían una "ventaja" genética.

Esta relevación fue hecha por los científicos de la Universidad Northwestern. El estudio, publicado en noviembre de 2017, señala un gen en una comunidad Amish que parecía estar asociado con un promedio de vida 10% más largo que el de personas sin el gen.

Los sujetos de larga vida también tenían un 10% más de telómeros, los casquetes al final de los cromosomas que se acortan con el tiempo e impulsan el proceso de envejecimiento. El gen, conocido como PAI-1, está relacionado no solo con un envejecimiento más lento sino también con mejores niveles de insulina y una mejor presión arterial y flexibilidad arterial.

Dicha mutación fue descubierta en una familia amish que vive en Berna, Indiana y que ha permanecido genéticamente aislada por más de 100 años.

Imagen tomada de:  Pixabay

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En promedio, los integrantes de esta familia viven 10% más que otros, es decir unos 14 años. Igualmente, tienen menos probabilidad de padecer de diabetes y su sistema vascular es mucho más saludable en la vejez.

Cabe resaltar que actualmente se está trabajando en una droga que revierte algunas características del envejecimiento como la prevención de la diabetes e incluso contrarrestar la calvicie.

Una proteína llamada inhibidor del activador del plasminógeno (PAI-1) parece encontrarse dentro de los beneficios.

PAI-1 se ha relacionado con el envejecimiento en animales y en los amish con la mutación, tienen niveles mucho más bajos de lo normal.

Aunque suene como una ventaja, el hecho de tener muy poco es un problema y entre los efectos negativos se encuentra la propia mutación genética.

Hace unos años se descubrió que ciertos miembros de esta comunidad de Old Order Amish tenían problemas con sangrado severo después de las lesiones.

Imagen tomada de:  Pixabay

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Una niña casi muere en la década de 1990 a causa de una hemorragia excesiva, después de golpearse la cabeza.

En el examen se descubrió que tenía un raro trastorno hemorrágico a causa de una deficiencia de PAI-1. Luego de una serie de exámenes realizados por sus padres, dieron con la condición genética.

La niña tenía dos copias mutadas de un gen particular, lo que provocaba la ausencia de PAI-1 en la sangre, y como la proteína cumple un papel importante en la coagulación, su ausencia lleva a problemas de sangrado.

Aunque muchos presentaron la misma condición que la niña, otras personas evaluadas solo portaban una copia del gen mutado, y se descubrió que no tenían el mismo problema.

Resultados

Luego de esto, los científicos de Northwestern comenzaron a investigar los beneficios que tendría en la salud cardiovascular y el envejecimiento en general.

Imagen tomada de:  Pixabay

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Comenzaron instalando un centro médico temporal y realizaron una serie de pruebas a 177 Amish de la comunidad.

Les realizaron ecocardiogramas, presión arterial sistólica, velocidad de la onda de pulso, pruebas de función pulmonar, muestras de orina, sangre y fibroblastos de los participantes.

Los examinados eran de entre 18 y 85 años, con un promedio de alrededor de 40. El estudio se enfocó en aquellos individuos que tenían solo una copia mutante del gen.

Se descubrió que estas personas tenían aproximadamente la mitad de PAI-1 que un grupo de base con dos copias normales. Eso llevó a una serie de beneficios de salud aparentes.

Como el 7% del grupo base tenía diabetes, los investigadores esperaban que alrededor del 3 o 4% de aquellos con la mutación tuvieran la enfermedad.

Pero para su sorpresa, ninguno de ellos la tenía: estaban completamente protegidos de la diabetes, tenían un 30% menos de niveles de insulina en ayunas.

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De igual forma, también tenían sistemas cardiovasculares que parecían mucho más "jóvenes" que los no afectados.

Ahora, los investigadores de Northwestern, junto con una empresa japonesa llamada Renascience, están desarrollando fármacos que inhiben el PAI-1 para lograr algunos de estos beneficios antienvejecimiento.

Hace poco se completaron los ensayos en humanos de fase 1. El fármaco se administró a 160 personas y resultó ser seguro y no tóxico.

El medicamento debe ser seguro siempre que solo inhiba parcialmente la proteína; después de todo, no se desea un sangrado excesivo.

Mientras tanto, ya está en marcha los ensayos de fase 2 y están enfocados en determinar si la migración de las células madre de la médula ósea cambia con la reducción de PAI-1.

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