logo
página principalCelebridades
El papa Francisco | FUente: Getty Images
El papa Francisco | FUente: Getty Images

El papa Francisco fue enterrado con seis objetos y $100 a su nombre — ¿Cómo es eso?

Un adiós cargado de símbolos que resonó en la fe y una última lección de humildad para la Iglesia.

Publicidad

La Basílica de Santa María la Mayor albergó un funeral sin precedentes, donde cada detalle hablaba más que las palabras.

Lejos de la opulencia habitual, se dispusieron sobre el ataúd seis objetos cargados de significado y una ceremonia alejada del estruendo protocolario. El silencio se convirtió en marco para un mensaje claro: la pobreza elegida como camino de comunión.

El papa Francisco dirige las Primeras Vísperas de la Solemnidad de María y el tradicional Te Deum de acción de gracias el 31 de diciembre de 2023, en la Ciudad del Vaticano. | Fuente: Getty Images

El papa Francisco dirige las Primeras Vísperas de la Solemnidad de María y el tradicional Te Deum de acción de gracias el 31 de diciembre de 2023, en la Ciudad del Vaticano. | Fuente: Getty Images

Miles de fieles asistieron en una liturgia que rompió con varias tradiciones de los funerales papales.

La elección de este templo, en lugar de San Pedro, subrayó el deseo de cercanía y recogimiento que había caracterizado al pontificado de Jorge Mario Bergoglio.

Publicidad

Cada gesto, desde la mitra hasta el anillo partido, recuperó el sentido original de servicio que pregonó el papa, invitando a la reflexión sobre la verdadera autoridad.

Visitantes se reúnen ante la Iglesia de Santa María la Mayor en Roma el 28 de abril de 2025, para rendir homenaje ante la tumba del papa  Francisco. | Fuente: Getty Images

Visitantes se reúnen ante la Iglesia de Santa María la Mayor en Roma el 28 de abril de 2025, para rendir homenaje ante la tumba del papa Francisco. | Fuente: Getty Images

Renuncia al salario pontificio

En 2013, al asumir el papado, Francisco renunció al salario de 32.000 dólares mensuales que corresponde al cargo, y destinó esos fondos a obras de caridad, fundaciones y fideicomisos familiares.

Este acto, inédito en cuanto a su alcance, marcó el inicio de un pontificado centrado en los más vulnerables.

Publicidad

Desde entonces, su coherencia entre palabra y acción se convirtió en emblema de un liderazgo diferente dentro del Vaticano.

El patrimonio más allá de los ingresos

Aunque no percibía esa asignación, se calcula que su patrimonio neto rondaba los 16 millones de dólares, procedentes de activos y beneficios inherentes al pontificado, como cinco vehículos oficiales.

Publicidad

Estos bienes permanecían al servicio de la Iglesia, sin uso personal para el papa, lo que refuerza la distinción entre la riqueza institucional y la renuncia voluntaria a los ingresos.

La paradoja entre renunciar a un salario y acceder a un patrimonio sustancial evidencia la complejidad de sus decisiones.

Publicidad

Pobreza evangélica como compromiso de vida

Su compromiso con la pobreza evangélica se explicitó durante un encuentro con las Hermanas Canonesas del Espíritu Santo en Sajonia, donde subrayó que este voto “significa reconocer que somos huéspedes en la casa de la Trinidad, que nos acoge y comparte su morada con los pobres a los que estamos llamadas a servir”.

Además, afirmó que renunciar a “nada ‘propio’ en las cámaras ocultas de las seguridades mundanas —ya sea escondido en nuestras celdas, bolsillos o, peor aún, en nuestros corazones—” libera para emprender “un proyecto compartido que se convierta en signo escatológico del camino hacia las moradas eternas”.

Publicidad

Estas ideas, profundamente arraigadas en la tradición jesuita, moldearon su estilo de vida y su visión de Iglesia.

Riqueza institucional frente a la renuncia personal

A pesar de su renuncia al sueldo, se estimó su valor neto potencial en 100 millones de dólares al considerar todos los bienes e inmuebles vinculados a su cargo y a la Iglesia católica como institución.

Publicidad

Ese contraste entre riqueza potencial y pobreza personal intensificó el impacto de su ejemplo, convirtiéndolo en punto de referencia para debates sobre austeridad y gestión eclesial.

La magnitud de esos recursos institucionales puso en perspectiva la radicalidad de su renuncia.

Publicidad

Una ceremonia diseñada para la reflexión

El funeral tuvo lugar en la Basílica de Santa María la Mayor y reunió a más de 250.000 fieles, según confirmó la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

En lugar de la tradicional Basílica de San Pedro, se eligió Santa María la Mayor como última morada del papa Francisco, marcando otra muestra de su enfoque de sencillez.

Vista general de la Basílica de Santa María la Mayor el 24 de abril de 2025 en Roma, Italia. | Fuente: Getty Images

Vista general de la Basílica de Santa María la Mayor el 24 de abril de 2025 en Roma, Italia. | Fuente: Getty Images

Durante el oficio, se dispusieron sobre el ataúd seis objetos simbólicos —mitra, báculo, doce monedas, Rogito, rosario y anillo de pescador partido— que representaron los hitos de su pontificado.

El féretro del papa Francisco es llevado a la Basílica de San Pedro tras su funeral en la Ciudad del Vaticano el 26 de abril de 2025. | Fuente: Getty Images

El féretro del papa Francisco es llevado a la Basílica de San Pedro tras su funeral en la Ciudad del Vaticano el 26 de abril de 2025. | Fuente: Getty Images

Publicidad

Mitra: el sencillo tocado ceremonial, sin adornos excesivos, que simboliza la autoridad pastoral basada en la humildad.

Báculo: el bastón de pastor, reflejo de su cercanía a los fieles, y su misión de guía espiritual.

Doce monedas: una por cada año de pontificado, recuerdo tangible del servicio constante.

El féretro del papa Francisco es llevado a la Plaza de San Pedro para su funeral en el Vaticano el 26 de abril de 2025 | Fuente: Getty Images

El féretro del papa Francisco es llevado a la Plaza de San Pedro para su funeral en el Vaticano el 26 de abril de 2025 | Fuente: Getty Images

Rogito: documento oficial con los hitos de su papado, guardado en un cilindro metálico como legado escrito.

Rosario: símbolo de su dedicación a la oración y la devoción diaria.

Anillo de pescador partido: rito que marca el fin de su autoridad jerárquica y la transición institucional.

Publicidad

Estos elementos, dispuestos con sobriedad, narraron un pontificado definido por la coherencia entre lo que decía y lo que hacía.

Publicidad

La mitra y el báculo formalizaron su rol de pastor, las monedas certificaron su trayectoria, el Rogito documentó sus enseñanzas, el rosario selló su vida de fe y el anillo roto proclamó el fin de una etapa.

Así, en el silencio de esos símbolos, se leyó la carta de un líder que predicó hasta su último acto.

El Cardenal Kevin Farrell dirige el Rito de Sellado del ataúd del papa Francisco en la Basílica de San Pedro el 25 de abril de 2025, antes de su funeral. | Fuente: Getty Images

El Cardenal Kevin Farrell dirige el Rito de Sellado del ataúd del papa Francisco en la Basílica de San Pedro el 25 de abril de 2025, antes de su funeral. | Fuente: Getty Images

Voces que celebran la coherencia

En la plataforma X, las reacciones de los fieles destacaron la admiración por estos gestos finales:

“Él era humilde y amable, todo lo que un papa debe ser”, comentó un usuario. “Eso es admirable”, agregó alguien más.

Publicidad

Estos breves testimonios reflejan la resonancia global de su mensaje y el reconocimiento de que la humildad puede convertirse en la seña más poderosa de un pontificado.

Un legado que desafía protocolos

El papa Jorge Mario Bergoglio nació en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936 y se ordenó sacerdote jesuita en 1960. Su formación marcó un compromiso con la justicia social y el cuidado de los más vulnerables.

Publicidad

Fue nombrado arzobispo en 1998 y cardenal en 2001, antes de ser elegido papa el 13 de marzo de 2013, sucediendo a Benedicto XVI y haciéndose merecedor de un lugar en la historia como el primer pontífice latinoamericano y jesuita.

El papa Francisco nombra Cardenal al Arzobispo Antoine Kambanda de Kigali, Ruanda, durante un Consistorio en la Basílica de San Pedro el 28 de noviembre de 2020, en la Ciudad del Vaticano. | Fuente: Getty Images

El papa Francisco nombra Cardenal al Arzobispo Antoine Kambanda de Kigali, Ruanda, durante un Consistorio en la Basílica de San Pedro el 28 de noviembre de 2020, en la Ciudad del Vaticano. | Fuente: Getty Images

Su trayectoria, desde los inicios como maestro de novicios hasta su encíclica Laudato Si’, combina la defensa del medio ambiente con la búsqueda de un diálogo interreligioso incluyente.

Durante su papado, promovió la opción preferencial por los pobres, defendió la justicia migratoria y condenó las desigualdades económicas, todo ello con un estilo de vida modesto que rompió esquemas: renunció al palacio oficial para vivir en la Casa Santa Marta y compartió mesa con cardenales y empleados.

Publicidad
El papa Francisco saluda y bendice a los fieles desde un balcón del Hospital Gemelli de Roma, Italia, el 23 de marzo de 2025 | Fuente: Getty Images

El papa Francisco saluda y bendice a los fieles desde un balcón del Hospital Gemelli de Roma, Italia, el 23 de marzo de 2025 | Fuente: Getty Images

Su cercanía con la gente y su capacidad de escucha renovaron la imagen del pontífice, atrayendo a jóvenes y a quienes se sentían alejados de la Iglesia.

El legado de Francisco trasciende cifras y rituales: puso el foco en la misericordia, en el cuidado del planeta y en la apertura al diálogo con otras confesiones religiosas.

Publicidad

Su funeral, con esos seis objetos y la renuncia pública al salario, se convirtió en un compendio de todo lo que había defendido: pobreza evangélica, servicio y comunión.

Al cerrar ese capítulo, dejó una interrogante viva: ¿será posible para la Iglesia mantener este espíritu de humildad y cercanía en el futuro? ¿Cómo podemos aplicar en nuestra vida esa coherencia entre la palabra y el acto?

La ceremonia funeraria de Francisco invita a repensar nuestras prioridades, a valorar más el servicio que la posesión, y a ensanchar nuestra visión de comunidad.

Publicidad
Publicidad
Publicaciones similares