Vaca lloró pérdida de novillo por días. Su reacción al reunirse no tiene precio
Esta historia sobre el reencuentro de una vaquita con su bebé te hará soltar unas cuantas lágrimas. ¿Quién dijo que los animales no tenían sentimientos?
Cuando la vaca Karma fue rescatada de condiciones deplorables en una pequeña granja en 2009, debió haberse puesto feliz. Pero ella no lo estaba.
Durante ese primer día en el refugio, ella jamás paró de chillar y llorar. Sus quejas desconcertaron a los rescatadores mientras llenaba el aire con tristes súplicas.
No fue sino hasta el día siguiente que los rescatistas en Gentle Barn Sanctuary de California notaron algo: las ubres de Karma estaban llenas de leche.
Rápidamente se dieron cuenta de que tuvo que haber tenido un bebé, y que este probablemente se había quedado en la granja, reseña The Dodo.
Imagen tomada de: YouTube.com / Gentle Barn
Entonces se apresuraron a llamar a sus antiguos dueños. Para la sorpresa de todos, Karma sí había tenido un bebé, y que justo iba camino al carnicero.
Sin embargo, en un golpe de suerte, el automóvil en el que estaba siendo transportado se descompuso, y los rescatistas pudieron reclamar al ternero.
Lo que siguió fue una reunión deslumbrante que muestra cuán fuerte puede ser el amor materno de una vaca. En el momento en que Karma ve que se acerca el remolque donde traen a su bebé, instintivamente se pone sobre sus patas y comienza a mugir.
Imagen tomada de: YouTube.com / Gentle Barn
Tan pronto como ella lo ve, se precipita hacia la cerca, tratando desesperadamente de alcanzarlo a través de la barrera.
Su pequeño becerro también está muy emocionado, saltando y esforzándose mientras trata de alcanzar a su madre. Desafortunadamente, debilitado por el hambre y su tiempo lejos de mamá, se desploma a sus pies cuando finalmente se encuentran.
Imagen tomada de: YouTube.com / Gentle Barn
Pero después de un suave gesto de su madre, vuelve a levantarse luchando, y pronto se acurruca junto a ella, volviendo a amamantar.
Mira como transcurrió este momento descorazonador
Cada año, millones de terneros como este son separados de sus amorosas madres, y la mayoría nunca tiene la oportunidad de reencontrarse.