
Tierno labrador tiene una deformidad facial que hace que su cara cambie terriblemente cada día
Por ser diferente y un poco extraño -físicamente- a este perro no lo vendieron, lo regalaron. Pero sus dueños no le brindaban el amor y atención que merecía, lo tenían abandonado.
Sin embargo, Jamie Hulit es una mujer de gran corazón que adora a los animales y le cambió la vida a Beaux Tox. Sin duda, en el mundo deberían existir más personas como ella.
Hulit es una luchadora por la protección y justicia de los animales. Trabaja en fomentar rescates en el estado de Texas, con lo que ha logrado brindar una segunda oportunidad a estos animalitos, reseñó el portal Porque no se me ocurrió.
Lo difícil es cuando se enamora del cachorro y tiene que desprenderse de él. Pero, hay excepciones, como en el caso de Beaux Tox, que nació con una deformidad en el rostro, pero eso no impidió que surgiera amor entre ellos.
Beaux Tox nació en un criadero y debido a la mal formación en su cara nadie lo compró, la gente decía que era muy feo. Así que decidieron regalarlo.
Por mucho tiempo estuvo de un hogar a otro, hasta que finalmente llegó a Texas. Al principio su nombre era Lucky.
En la última casa donde habitó había muchos gastos. Él estaba solo en el patio, nadie le daba cariño, ni amor. Por lo general estaba amarrado a un árbol, sin un espacio apropiado o una camita.
En vista de que la dueña de Lucky tenía que mudarse y no podía llevárselo, lo ubicó en un refugio local. De inmediato comenzaron a compartir sus fotos en las redes sociales para buscarle una nueva familia.
En ese momento, su suerte cambio para siempre. Jamie lo vio y se enamoró de él.
Sin embargo, la adopción no era fácil. El perro estaba lleno de pulgas, desnutrido, muy descuidado y con parásito denominado “gusano del corazón”, que puede causar la muerte.
Pero esto no impidió que Jamie lo quisiera e insistió en adoptarlo. En un par de semanas ya había logrado su objetivo.
Así que Jaime decidió cambiarle el nombre y colocarle Beaux Tox. Tenía 5 años y pesaba apenas 19 kilos, cuando su peso debía ser entre 29 y 36 kilos.
Recuperar su salud fue difícil, estuvo a punto de no lograrlo debido al parásito en el cuerpo. Pasó una semana recibiendo oxígeno. Jamie gastó más de 8 mil dólares, pero logró sanar al perrito y ahora es el rey de su hogar.
Este labrador acaba de ser vacunado contra la picadura de serpiente. También recibió entrenamiento, puesto que no había sido educado para estar dentro de la casa.
Ahora es libre de moverse. Le gusta pasear alrededor de la casa, saltar a la piscina y nadar.
Afortunadamente, este cachorro tuvo una segunda oportunidad, su vida ha cambiado por completo. Ahora tiene una familia y muchos amigos caninos que lo adoran.