Vagabundo le pide dinero a una mujer joven, pero termina tratando de ayudarla
Cuando han vivido la desesperanza y las carencias, es cuando conocen la necesidad de ayudar.
El portal de Cerebroteca publicó la historia de una chica brasileña llamada Caroline Santana de 24 años. Resulta que ella estaba por abordar el autobús, cuando se dio cuenta que perdió su boleto, pero para su sorpresa, un mendigo ofreció comprarle el ticket.
Justo cuando iba a subir a la unidad de transporte, ella se percató de que no tenía el boleto, en ese momento, un hombre sin techo se acercó a pedirle dinero, pero ella, un poco nerviosa le dijo que esperaba, pues creía que había perdido el ticket para abordar el autobús.
La respuesta del hombre era casi impensable, pues de inmediato, cuando supo que la joven estaba en apuros, ofreció darle el dinero que tenía para que pudiera regresar a casa en ese autobús.
Imagen tomada de YouTube/Historias de Vida
“¿Cuánto necesitas para el boleto? Sólo tengo cuatro reales (1.27 dólares), pero puedo dártelos si los necesitas”, dijo el indigente.
Impactada con las palabras del hombre, Caroline no podía creer lo amable que estaba siendo a pesar de su gran necesidad.
Sin embargo, la muchacha le agradeció desde lo profundo de su corazón, pero rechazó su oferta.“¿Estás segura? Puedo darte el dinero, no puedo dejar que camines, puedo ayudarte”, dijo el hombre, pero ella se negó una vez más.
Mira el aleccionador video.
Buscó de nuevo dentro de su bolso y encontró el boleto con el que pudo abordar el autobús, pero no sin antes agradecer nuevamente al hombre que le tendió su mano.
Pero antes de subir al vehículo, se detuvo y se devolvió para tomarse una foto con el que pudo haber sido su héroe ese día.
Ella quiso compartir la motivadora historia en Facebook y que todos conocieran el buen corazón que tiene ese vagabundo.
“Escribe que mi nombre es César, ese es mi nombre”, le pidió el indigente a Caroline. Ella encontró dos reales en su bolso, se los dio y se despidió.
Al subir en la red social la fotografía, ella escribió lo siguiente:
“¿Fue un simple gesto? ¡SÍ! Pero hay una lección. Este caballero, que tiene tan poco, quien necesita a los demás para sobrevivir, estaba dispuesto a darme todo lo que tenía aquella noche para que yo no tuviera que ir a casa caminando. Estoy segura de que siempre es condenado por otros por su apariencia. Mucha gente debe pensar que es malo y que podría ser un ladrón. Pero no, tiene un gran corazón”.
Esta historia no es más que una lección de humildad y humanidad. De sabiduría y amor. No se pueden juzgar a las personas solo por su apariencia, pues es probable que se engañen sin conocer que hay detrás de una fachada.
“César demostró que, aún en las carencias, las personas pueden ser buenas y dar todo de sí para ayudar a los demás, él es una verdadera inspiración para todos nosotros. No juzgues nunca a nadie por su apariencia; lo esencial es invisible a los ojos”.