Instagrammer reveló el secreto de la foto de la figura ideal, compartiendo varias imágenes
No todo lo que parece, es, aunque a veces sí es lo que parece. ¿Confuso, no? Mejor veamos la prueba que hizo esta musa de internet, en la que todo parece un poco más claro.
Anna Victoria es una diosa del fitness en las redes sociales. Muchas envidian y no pocos desean su cuerpo, pero ella quiso demostrar que nadie es perfecto y que con fercuencia las fotos engañan, con unas imágenes suyas que publicó en su multitudinaria cuenta de Instagram.
El portal Vix contó que Anna decidió usar su cuenta en esta red social, que tiene más de 1,2 millones de seguidores, para alertar y mostrar que un mismo cuerpo puede lucir muy diferente en fotos tomadas con solo minutos de diferencia.
Para esto utilizó el conocido recurso del “antes y después”, en el que el lapso de tiempo entre uno y otro era bastante breve.
En la imagen del “antes”, Anna aparece parada, con una estratégica pose que le permite mostrar su mejor ángulo y su abdomen liso. En la de “después” está cómodamente sentada, exhibiendo con naturalidad unos ‘rollitos’ en la barriga.
Ella dice que hizo el experimento para enseñar que los ángulos y la forma en que se tomen las fotos tienen mucha influencia en el resultado final. Por eso, agregó, la gente no debería creer en todo lo que ve en las redes sociales.
De acuerdo con Vix, la estupenda modelo admitió sin complejos que la foto de la izquierda representa como es ella el 1% del tiempo y, en la de la derecha, cómo es realmente en el otro 99%.
"Los ángulos buenos y malos no cambian su valor», comentó. Por esto aseguró que “ama las dos fotos de la misma forma”.
Anna, que es creadora de un plan de adelgazamiento de 12 semanas, comentó que recientemente leyó un artículo en el que una mujer decía que se negaba a “aceptar sus fallas” porque no veía la celulitis, las estrías y la flacidez como fallas.
“La amé porque envía un mensaje poderoso de que nuestros rollitos, la celulitis y las estrías no son motivos para disculparnos, sentirnos avergonzadas u obsesionarnos en librarnos de ellas”, alentó.
Anna, de 28 años, dice que también tiene celulitis y estrías y que lo que para muchos es visto como un defecto, para ella representa una vida completamente vivida.
“¿Cómo puedo estar enojada con el hecho de que mi cuerpo tenga ‘fallas’ completamente normales? Este cuerpo es fuerte, puede correr kilómetros, puede levantar, bajar y empujar. Soy feliz no sólo por cómo parezco ser, sino por cómo me siento", aseveró.