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La historia del hombre de 24 años que gastó pequeña fortuna para convertirse en "tritón"

Diego Rivera Diaz
24 may 2018
13:34

Christian Riel fue conmovido de manera tan profunda por la película de Disney "La Sirenita" que su vida cambió para siempre.

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Según reporta Rolloid, un joven hombre de 24 años, llamado Christian Riel, quedó tan inspirado luego de ver su película favorita de niño, "La Sirenita" de Disney, que decidió crearse su propia esbelta cola de tritón.

Ahora Christian, oriundo de Florida, pasa su tiempo chapoteando en la piscina, con su aleta hecha a la medida en color dorado, por la cual pagó 1.120 libras esterlinas. El estudiante universitario se relaja en la bañera con sus aletas, e incluso las lleva cuando va a la playa.

"La Sirenita de Disney me hizo descubrir mi amor por el océano y el mar", explicó.

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"He vivido en Florida por dos años y conduzco al océano cada vez que tengo el tiempo. Simplemente amo sentarme en la costa y amo amar en el agua salada".

"Hace unos dos años, encontré unas páginas de Instagram de sirenas y tritones, y entonces me di cuenta de que quiero ser un tritón. Amo el agua y amo nadar con y sin aleta. Cuando la usas te sientes tan rápido, es una increíble sensación de libertad", contó.

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Christian publica fotos de sus escapadas de tritón en Instagram, donde se filmó a sí mismo abriendo su aleta por primera vez, naturalmente con su suéter de Mermaid University puesto.

Inspirado por el show australiano H2O: Just Add Water, Christian diseñó la pieza, dibujando el frente, lateral y lado posterior para mostrárselo a diseñadores, según reporta Metro.

"Las piscinas públicas no permiten alteas normales así que no aceptan las de tritón, pero tengo mi propia piscina y amo nadar en lagos y en el océano", dijo. Cuando no es un tritón, Christian cuida de sus caballos y estudia para ser maestro de primaria algún día. Pero su prioridad actual es ser un tritón.

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Si bien las reacciones del público lo motivan a hacer lo que hace, Christian admite que puede ser incómodo usar la cola y nadar con ella. "Sufro de dolores en los tobillos cuando nado con la cola más de una hora, y luego de varias horas nadando veo borroso por el agua salada o el cloro", cuenta.

"Estoy feliz de que todos mis amigos y parientes me amen como un pez y que disfruten nadar conmigo y tomarse cien fotos conmigos como criatura del profundo mar azul".

"Amo mi vida, no sólo porque amo ser un trión, sino porque siempre hago lo que quiero y lo que amo, creo que por eso soy un pez tan feliz. La mayoría de la gene es muy dulce, muestran interés y se quieren tomar fotos. Nunca he tenido una mala experiencia", concluyó.

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