Hombre forzó a hombre negro discapacitado a trabajar 100 horas a la semana sin paga
Esto no tiene perdón de Dios, pero más pronto que tarde, la justicia le llegó.
De acuerdo a Daily Mail, el manager de un restaurante de Carolina del Sur, Estados Unidos, quien es blanco, se ha declarado culpable de abusar y esclavizar a un empleado negro discapacitado mentalmente.
Se trata de Bobby Paul Edwards, de 53 años, proveniente de Conway. Él se declaró culpable el pasado lunes 4 de junio de un cargo de trabajo forzado, según reportó el Fiscal General Interino, John Gore, de la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia de Estados Unidos, y la Fiscal adjunta de Carolina del Sur, Sherri A Lydon.
Entre 2009 y 2014, los fiscales dijeron que Edwards admitió el uso de la violencia, las amenazas, el aislamiento y la intimidación para obligar a un hombre con discapacidad intelectual a trabajar más de 100 horas a la semana, sin pago alguno.
Documentos judiciales describen a Edwards golpeando a John Christopher Smith, de 40 años, con un cinturón, asfixiándolo, abofeteándolo, golpeándolo con el puño cerrado y quemándolo con pinzas mientras trabajó como cocinero de J & J Cafetería durante cinco años.
A Smith se le diagnosticó retraso en su desarrollo cognitivo, lo que resulta en un funcionamiento intelectual significativamente inferior al promedio.
En una demanda contra Edwards y el dueño del restaurante, que es el hermano de Edwards, Smith dijo que no le pagaron ni le dieron días libres ni beneficios.
La demanda también acusó a Edwards de abusos repetitivos, afirmando que golpeó a Smith con objetos como sartenes, obligándolo a trabajar, hasta el punto de que el hombre estaba tan débil que tuvo que ser cargado a su casa.
"Edwards abusó de un hombre afroamericano con discapacidad intelectual al obligarlo a trabajar largas horas en un restaurante, sin paga. La lucha contra la trata de personas mediante el trabajo forzoso es una de las principales prioridades de este Departamento de Justicia”, afirmó el fiscal, John Gore.
Ahora Edwards enfrenta hasta 20 años de prisión, 250,000 dólares en multas cuando sea sentenciado más adelante, y la restitución obligatoria a Smith.
Los abogados de Smith dijeron que otros empleados de J & J Cafetería lo escucharon gritar: "¡No, Bobby, por favor!".
Ellos presuntamente dijeron que el pobre fue obligado a trabajar 18 horas diarias durante la semana, y 11 horas los domingos.
Al parecer, los hermanos Edwards le dijeron que conservaban todas sus ganancias en una cuenta bancaria, pero nunca le dieron acceso a ella. Smith fue rescatado por los servicios sociales en 2014 después de recibir un aviso de la madre de una de las camareras que sabía lo que pasaba, pero que estaba aterrorizada de hablar.