Padres dejaron morir a su bebé. Un año después, les quitan a recién nacida con la misma enfermedad
A pesar de que uno debe respetar las creencias religiosas de las personas, hay momentos como el que leerás a continuación en que lo que provoca es estallar de ira contra ellos.
En 2017, cuando la hija pequeña de Joshua y Rachel Piland murió de complicaciones por ictericia después de que la pareja supuestamente se negara a buscar tratamiento médico debido a sus creencias religiosas, los oficiales los acusaron de homicidio.
A mediados de julio de 2018, cuando Rachel dio a luz a otra hija con problemas de salud similares, la pareja nuevamente rechazó el tratamiento médico, informó Lansing State Journal.
Entonces, horas después del nacimiento de Verity Piland, las autoridades estatales se apoderaron de la recién nacida y la llevaron al hospital, donde recibió transfusiones de sangre para salvarle la vida.
La dramática serie de eventos comenzó en febrero de 2017, en Michigan, cuando la policía fue llamada a la casa de los Piland varias horas después de la muerte de Abigail Piland, de 3 días de nacida.
Los Pilands les dijeron a los investigadores que ignoraron los consejos de una partera sobre buscar tratamiento médico para el infante porque "Dios no comete errores", y creen en el poder de la oración, informó anteriormente el Lansing State Journal.
En lugar de buscar tratamiento médico para Abigail, que nació en su casa cerca del Lansing Country Club, los Pilands trataron de tratar su ictericia manteniéndola en una habitación soleada. Después de su muerte, la pareja pasó horas orando por la resurrección del bebé, según los registros.
La policía se enteró de la muerte del bebé solo después de recibir una llamada de un familiar en California.
Los Piland entonces fueron acusados de homicidio involuntario en septiembre, y sus dos hijos mayores sobrevivientes fueron puestos al cuidado de sus abuelos maternos, donde aún permanecen.
Tratamiento para la enfermedad RH (enfermedad hemolítica del recién nacido)
Los registros judiciales no indican si una partera asistió el nacimiento de Verity Piland, el 17 de julio, pero alguien presentó una denuncia ese mismo día ante los Servicios de Protección Infantil.
Las autoridades actuaron con rapidez, citando "negligencia anticipatoria" mientras solicitaban a un juez que removiera a Verity del cuidado de sus padres. Así sucedió horas después y la niña fue llevada a un hospital local.
Los médicos inmediatamente notaron que ella tenía una "ictericia significativa" y dijeron que podría tener la enfermedad Rh, por lo que requeriría una transfusión de sangre "masiva" para combatir el problema.
Esta enfermedad es una forma de anemia que, según el Instituto Nacional de Salud, puede ser peligrosa, pero generalmente se detecta y se trata con atención médica durante y después del embarazo.
La enfermedad se origina en el factor Rh de la sangre de la madre: si su factor Rh es negativo pero el factor Rh del bebé es positivo, la madre puede producir anticuerpos que ingresan al útero y atacan a los glóbulos rojos del bebé.
En el caso de Verity, los médicos le realizaron una transfusión de sangre para combatir los altos niveles de bilirrubina de la niña, un compuesto que se forma cuando los glóbulos rojos se descomponen.
Cuando eso no funcionó, optaron por una exanguinotransfusión, que reemplaza todo el suministro de sangre, Aaron Kerr, tío de Verity, le dijo a la fuente.
Casi dos semanas después, Verity seguía hospitalizada, pero hasta ahora parece estar recuperándose, dijo Kerr, que es el hermano de Rachel Piland.
La enfermedad Rh no figura como la causa formal de muerte de Abigail Piland, pero los problemas médicos de la bebé son similares a los que encontraron los médicos en Verity.
Ahora los Pilands están involucrados en 2 casos judiciales.
Si bien no está claro si enfrentarán cargos criminales adicionales relacionados con la salud de Verity, la pareja fue liberada tras pagar una fianza de $ 75,000 cada uno, desde que fueron acusados en septiembre de homicidio involuntario en relación con la muerte de Abigail.
La pareja enfrentaría hasta 15 años si son declarados culpables. Por otro lado, se ha retrasado el juicio para determinar si perderán o no sus derechos parentales sobre los dos hijos mayores.