Vendedoras engreídas se negaron a que me probara un vestido de novia, pero no sabían un detalle importante
Cuando Marissa entra en un salón de vestidos de novia dispuesta a encontrar el vestido de sus sueños, se encuentra con dos vendedoras que la juzgan por su aspecto. A sus 55 años y siendo hispana, Marissa ya conoce el estereotipo que la acompaña.
