Niños sacan la cabeza para fotografiar al león y repentinamente entienden por qué está prohibido

Visitar un safari africano puede ser muy divertido, pero si no tomamos precauciones y además somos imprudentes, el emocionante paseo puede terminar trágicamente o al menos con un gran susto.

Los zoológicos abiertos brindan la oportunidad de admirar animales salvajes de cerca y en su hábitat, realizando sus actividades en relativa libertad. Sin embargo, esa ventaja que no poseen las exhibiciones enrejadas puede convertirse en peligrosa, si no se acatan las normas de seguridad.

Un video publicado en YouTube por Kruger Sightings muestra el porqué debemos ser sumamente cuidadosos cuando visitamos una de estas atracciones naturales.

En el metraje grabado en el Parque Nacional Kruger de Sudáfrica, puede observarse e un grupo de turistas a bordo de tres automóviles, cerca de una pareja de leones que reposan en el medio de la carretera.

Los visitantes llevan las ventanillas de los vehículos abiertas y dos niños sacan medio cuerpo de una camioneta, para tomar mejores fotos a las fieras.

Pero el león macho se sintió amenazado y soltó un sorpresivo rugido que asustó a los pequeños, quienes de inmediato trataron de protegerse ingresando de nuevo al coche.

Sin embargo, si el león hubiera decidido atacar repentinamente, quizás a los niños no les hubiese dado tiempo de protegerse.

Las normas del parque –y la de todos los safaris abiertos del mundo- dicen que ninguna parte del cuerpo puede sobresalir del automóvil, ya sea a través de la ventana o de aberturas solares en el techo.

Y el video es una advertencia de que siempre hay que cumplir con las regulaciones cuando se visitan lugares donde hay fieras salvajes en libertad o enjauladas.

Y no solo se trata de tigres o leones. Cualquier animal puede defenderse si se siente acosado, como es el caso de un avestruz que atacó sin piedad a un hombre que ingresó a su espacio en época de apareamiento y el ave lo confundió con un rival.

El violento hecho ocurrió en el Zoológico de Penza, Rusia, y el imprudente milagrosamente salió ileso, a pesar de los golpes recibidos.

Otro caso sucedió en el Parque Nacional Yellowstone de Estados Unidos, donde un hombre comenzó a desafiar a un enorme bisonte que pastaba tranquilamente a un lado de la carretera, cuando el animal cansado por la intrusión decidió embestirlo.

Tres demostraciones de que a la naturaleza salvaje hay que dejarla tranquila, si no se quieren sufrir terribles consecuencias.