Madre descubre que hija fue raptada tras 6 años de creer que había muerto en incendio

Aunque las autoridades le informaron que su niña recién nacida había perecido consumida por el fuego, Luzaida Cuevas tenía el presentimiento de que su hija seguía viva.

Seis años después, Cuevas fue a una fiesta infantil con sus otros niños y al ver a una pequeña de más o menos esa edad que jugaba, su corazón se aceleró. A pesar de que solo pudo estar con ella 10 días, su instinto de madre le decía que esa chiquita era su hija Delimar. Era su clon en miniatura, con los mismos hoyuelos en las mejillas.

Entonces, la mujer recurrió a un truco que había aprendido en las series policiales de la televisión. Llamó a la niña, le dijo que tenía un chicle en el pelo y con el pretexto de quitárselo se apoderó de varias hebras de cabello, con la intención de realizarles una prueba de ADN.

Luego del incendio ocurrido en la habitación de la bebé en diciembre de 1997, Cuevas nunca creyó a los bomberos cuando le dijeron que su hija había fallecido carbonizada a tal punto, que no pudieron encontrar sus restos

Pero según reseñó The Guardian, la madre tenía muchas preguntas: ¿Por qué la cuna del bebé estaba vacía cuando corrió por el humo para sacarla? ¿Por qué estaba abierta la ventana del dormitorio cuando hacía una noche helada? ¿Por qué no quedó ningún resto?

Histérica, les gritó a los bomberos que creía que le habían robado a su bebé, pero le dijeron que tal vez fueron sus nervios, pero como no se encontró un cadáver, nunca se emitió un certificado de defunción.

PRUEBA SUPERADA

Cuevas, puertorriqueña residente en Filadelfia, Pensilvania, dijo que quería que el asunto fuera investigado por la policía en ese momento, pero al saber cuánto costarían los abogados se dio cuenta de que no podía permitirse seguir con el asunto.

Entonces, decidida a probar su caso, recurrió a un político local en busca de ayuda. El representante estatal Ángel Cruz escuchó la historia de Cuevas durante una hora y media, pero le resultó difícil asimilarlo. Era escéptico, pero "algo dentro" le hizo pensar que esta extraña historia podría tener algún fundamento.

Cruz llamó a la policía para solicitar la prueba de ADN, que concluyó que la niña que había crecido con el nombre de Aaliyah Hernández, en efecto era Delimar.

Las investigaciones demostraron que la recién nacida había sido secuestrada el 15 de diciembre de 1997 por Carolyn Correa, de 42 años, quien provocó el incendio intencionalmente en la casa de la bebé para disimular el secuestro.

Correa era amiga de un pariente lejano del padre de Delimar, que con frecuencia visitaba la casa.

Pedro Vera, el papá de la niña, se divorció posteriormente de Cuevas, en el año 2002.

Al descubrirse toda la trama, Correa fue encarcelada bajo cargos de incendio intencional y secuestro de una menor. ABC

CAMBIO DE VIDA

El día del ansiado reencuentro, familiares y amigos llegaron a la casa de Luzaida Cuevas, de 31 años, con las manos llenas de regalos para Delimar, de 6, a la que le siguieron llamando Aaliyah hasta que se acostumbrara a su nombre original.

También, la niña conoció a sus hermanos, Wilfredo (11 años), Israel (10 años) y Samuel (cuatro años).

Pero Pedro Vera, de 38 años, no fue invitado al agasajo de su hija y su abogado Michael Luber hizo una advertencia: "Se le rompió el corazón, se le rompió por completo", expresó. "La niña está frágil a nivel psicológico. Si comenzamos un procedimiento judicial, va a ser un desastre". ABC

Luego de que el público conociera lo ocurrido, la historia de Aaliyah Delimar se transformó en un torbellino ocasionado por la fama, pues la niña pasó a ser centro de atención.

“La niña de los hoyuelos ya puede ser utilizada como centro de atención, tiene su propio agente, ha aparecido en anuncios de televisión y ha participado en películas. Su madre incluso está considerando ofertas de libros y películas, ofreciendo ofertas desde 25 productores diferentes - y ha contratado a tres abogados y lo que se ha descrito como un ‘abogado del mundo del espectáculo’", reseñó The Guardian en 2004.

Quizá lo que realmente necesite sea un momento de silencio, agregó.

Un caso parecido es el de Steve Hernández, quien finalmente pudo ver a su madre, María, en 2016, después de 21 años de haber sido secuestrado.

Steve fue secuestrado por su propio padre cuando apenas tenía 18 meses de edad, según lo que estableció el abogado del Condado de San Bernardino en un comunicado publicado en junio de 2016.

Conozca la historia de este caso que también fue resuelto mediante una prueba de ADN.