Conexión inesperada entre niño con síndrome de Williams y un caballo genera momento mágico

Aunque el niño tiene dificultades para relacionarse con los demás, parecía no haber barreras entre él y Palomino.

A veces los animales son capaces de comunicarse mejor que las personas, la pureza en sus intenciones pueden generar momentos conmovedores e importantes para otros con dificultades especiales.

Erez, es un niño israelí que sufre una afección genética que le genera enfermedades cardiovasculares, retrasos en el desarrollo y problemas para relacionarse con otros individuos, incluyendo animales. La extraña enfermedad es conocida como síndrome de Williams.

Sin embargo, un video grabado por Pamela, su madre, muestra como el chico que en el momento tenía 4 años, logra hacer un peculiar nuevo amigo: el caballo Palomino.

Según Country Rebel, Erez, uno de los 150 pacientes con síndrome de Williams en Israel, no se topó con las típicas limitaciones sociales de su enfermedad cuando conoció al hermoso caballo color miel.

UNA CONEXIÓN INESPERADA

“Me di cuenta del poder de ese momento de mi hijo y el caballo. El caballo no se atrevió a cambiar el ángulo en el que estaba parado, como si tuviera miedo de lastimarlo o pisar al niño", dijo Pamela.

El clip muestra como Palomino se acerca lentamente al chico, como si quisiera ganarse su confianza poco a poco. El animal se movía lentamente para no asustarlo, hasta que Erez se sintió seguro y decidió hacer el primer contacto con él.

"Uno de los problemas de los pacientes con el trastorno es el contacto correcto ", escribió Pamela en YouTube. "Son muy cariñosos y disfrutan de la atención, pero a menudo no saben cómo contactar de la manera correcta".

Esto no fue un problema entre estos nuevos amigos. Tanto el niño como el equino se mostraron curiosos, pero al mismo tiempo muy cautelosos. Erez miraba al gigante cuadrúpedo con intriga, mientras se sostenía de una de sus patas. Palomino pacientemente lo dejó hacer lo que quiso.

LA SORPRENDENTE INTELIGENCIA EQUINA

Así fue como todo se escaló a una muestra flagrante de cariño en pequeñito y Palomino, quien como mantuvo una postura tranquila, Erez decidió tocarle el hocico, en ese instante la conexión entre ellos se hizo muy evidente.

Una de las cosas más sorprendentes de este clip es la inteligencia emocional de Palomino, pues logró hacer ese vínculo con el niño que profesionales tardan mucho más tiempo en conseguir.

Y es que la astucia de los caballos no se queda ahí, va más allá, al punto de disfrutar del baile y la música. Para muestra un botón: En Nueva Orleands, un caballo policía que patrullaba las calles, comenzó a bailar cuando escuchó una de sus canciones favoritas sonar.

El video del oficial equino lo muestra bailando con toda la gracia del mundo, como si no fuese un caballo. Esto solo demuestra que los animales no son tan distintos a nosotros después de todo.