logo
página principalVida

Mujer se burla de la oración de un niño de 6 años, pero obtiene una respuesta perfecta

Una señora se burló de la oración del niño de 6 años, pero su respuesta fue valiosa, y gracias a una madre la historia salió a la luz.

Publicidad

A veces en los lugares y en los momentos menos pensados, la vida llega a darnos lecciones inolvidables. Una madre que recientemente llevó a su familia a un restaurante local, y vivió un suceso especial que no pudo dejar de compartir:

“La semana pasada llevé a mis hijos a un restaurante. Mi hijo de seis años le preguntó si podía dar las gracias”.

“Mientras inclinamos nuestras cabezas, dijo: ‘Dios es bueno. Dios es grande. Gracias por la comida, e incluso le agradecería más si mamá nos trae helado de postre. ¡Libertad y justicia para todos! ¡Amén!’”.

Fuente: Freepik

Fuente: Freepik

A PALABRAS NECIAS OÍDOS SABIOS

Publicidad

La señora relató que junto con las risas de los otros clientes cercanos, escuchó a una mujer decir: "Eso es lo que está mal en este país, los niños de hoy ni siquiera saben cómo orar. ¡Pidiéndole a Dios un helado!”.

Al escuchar esto, el pequeño estalló en lágrimas y me preguntó: “¿Lo hice mal? ¿Está Dios enojado conmigo?”.

Su madre lo sostuvo y le aseguró que había hecho un trabajo excelente y que Dios no estaba enojado con él, entonces un anciano se acercó a la mesa. Le guiñó un ojo al chico y le dijo:

Fuente: Freepik

Fuente: Freepik

"Resulta que sé que Dios pensó que era una gran oración".

"¿De verdad?" Preguntó el niño.

"Me llegó al corazón", respondió el hombre.

Publicidad

Luego, en un susurro agregó: "Lástima que nunca le pide a Dios un helado. Un poco de helado es bueno para el alma a veces".

Fuente: Freepik

Fuente: Freepik

“Naturalmente, compré helado a mis hijos al final de la comida. Mi hijo lo miró por un momento y luego hizo algo que recordaré el resto de mi vida”, relata la madre.

Fuente: Freepik

Fuente: Freepik

Publicidad

UNA LECCIÓN INOLVIDABLE

Recogió su helado y sin decir una palabra, se acercó y lo colocó delante de la mujer. Con una gran sonrisa, él le dijo: “Aquí, esto es para ti. El helado es bueno para el alma a veces, y mi alma ya es buena".

Seguramente ahora la mujer pensará dos veces antes de vociferar una opinión tan cortante e insconciente como la que dijo. Y es que sin duda los niños son más sabios de los que muchos piensan.

Rogelio Cruz, un niño enfermo con talentos más especiales que su condición, dio un discurso conmovedor cuando en televisión le preguntaron quién es Dios para él.

Publicidad
Publicidad
Publicaciones similares