Padres perdidos en 1942 son hallados en glaciar y ahora hija puede darles descanso

Marcelin Dumoulin, de 40 años, era zapatero, mientras que Francine, de 37 años, era maestra. Dejaron cinco hijos y dos hijas.

Los cuerpos congelados de una pareja suiza que desapareció hace 75 años en los Alpes fueron encontrados en un glaciar que se está derritiendo.

Marcelin y Francine Dumoulin, padres de siete hijos, habían ido a ordeñar sus vacas en un prado sobre Chandolin en el cantón de Valais el 15 de agosto de 1942.

“Pasamos toda la vida buscándolos, sin parar. Pensamos que podríamos darles el funeral que merecían un día”, dijo su hija menor, Marceline Udry-Dumoulin, de 79 años, al diario de Lausana, Le Matin.

Eventualmente los encontraron, a pesar de que tomó tres cuartos de siglo. En el verano de 2017, el cuidador suizo Jan Theiler estaba asistiendo a una torre de esquí que había cambiado a una altitud de 2.615 metros (8.600 pies).

DESCUBRIMIENTO DE SUS CUERPOS

El glaciar (que se llamaba Tsanfleuron) había comenzado a derretirse, y como Theiler había utilizado una pieza de maquinaria pesada para devolver la torre a su lugar adecuado, notó una dispersión de rocas de color marrón oscureciéndose.

Sin embargo, según informó GQ, no eran rocas. Eran un paraguas, una botella, cuatro botas y una cara congelada que se asomaba desde el hielo.

PERFECTAMENTE CONSERVADOS

Bernhard Tschannen, director de Glacier 3000, dijo lo siguiente a Le Matin:

“Los cuerpos yacían uno al lado del otro. Era un hombre y una mujer que vestían ropa que data del período de la Segunda Guerra Mundial”.

Y agregó: “Estaban perfectamente conservados en el glaciar y sus pertenencias estaban intactas”.

“Creemos que pueden haber caído en una grieta donde se quedaron durante décadas. A medida que el glaciar se derretía, mostró sus cuerpos”, dijo al diario Tribune de Geneve.

Los resultados de pruebas de ADN verificaron la identidad de los cuerpos.

ACEPTACIÓN Y SENSACIÓN DE CALMA

La hija dijo: “Puedo decir que después de 75 años de espera, esta noticia me da una profunda sensación de calma”.

Marcelin Dumoulin, de 40 años, era zapatero, mientras que Francine, de 37 años, era maestra. Dejaron cinco hijos y dos hijas.

“Fue la primera vez que mi madre lo acompañó a una de esas excursiones. Siempre estaba embarazada y no podía escalar en las difíciles condiciones de un glaciar”, dijo Udry-Dumoulin.

Y agregó: “Después de un tiempo, a los niños nos separaron y nos ubicaron en familias. Tuve la suerte de quedarme con mi tía. Todos vivíamos en la región, pero nos convertimos en extraños”.

“Un día, tuvimos que (aceptar) lo obvio. No iban a volver”, le dijo Udry-Dumoulin a Le Martin.

“Para el funeral, no usaré negro. Creo que el blanco sería más apropiado. Representa la esperanza, que nunca perdí”.

Eso puede parecer un sentimiento extraño, pero el cierre de cualquier tipo debe ser dulce después de todos estos años.

No es la primera vez que el hielo derritiéndose revela restos humanos. En julio de 2017, dos excursionistas en Suiza intentaban escalar el Lagginhorn, uno de los picos de 4000 metros de los Alpes, pero cuando el clima empeoró, decidieron volver a bajar.

Esa decisión los llevó a un descubrimiento espeluznante: en su camino de regreso a la montaña, se encontraron con una mano y un par de zapatos que emergían del glaciar Hohlaub.

Al día siguiente, una vez que había pasado el mal tiempo, las autoridades locales pudieron recuperar el cuerpo que habían encontrado los dos excursionistas.

En el hospital, fue identificado como los restos de un hombre alemán, que había desaparecido treinta años antes. Tenía unos 40 años y fue reportado como desaparecido después de haber ido de excursión el 11 de agosto de 1987.

El dolor que sienten las familias al perder a sus seres queridos es indescriptible, pero no se compara con la agonía de ni siquiera saber qué fue lo que pasó con ellos.

Tal es el caso de una madre llamada Daisy García, cuyo hijo de 12 años desapareció sin dejar rastros el pasado 4 de julio de este año. La desesperada mujer escribió una conmovedora carta a Juan Manuel, en donde expresó todos sus sentimientos hacia él.

“Hijo, esta carta que te escribo es para que sepas lo mucho que te extraño y la falta que me haces desde que ya no volviste a tu casa. Esa tarde siento que mi corazón se destrozó; sólo te pido que si lees esta carta sepas que siempre te voy a esperar”, expresó García al comienzo de la misiva”.

Juan Manuel salió el pasado 4 de julio de su vivienda ubicada en la colonia Melchor Ocampo. Desde entonces la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) y la Fiscalía General del Estado (FGE) han realizado diversos operativos en búsqueda del chico, sin resultados positivos.