Mujer está desesperada porque la policía no cree que sea una asesina a pesar de que confesó

Una granjera longeva decidió confesar un hecho que un día reapareció en su mente. Una pistola, violencia y un extraño proyectil determinaron esta historia que nadie quiere creer.

Janet Holt trabajaba en el campo de Derbyshire, un condado de Inglaterra que enamora con sus paisajes llenos de verde y su clima. La calma está por doquier y todos viven en paz laborando o cosechando de la tierra. Janet sufrió un trauma en esa vida pueblerina: asegura que fue violada.

Presuntamente y como ella recordó luego de someterse a una sesión de hipnosis, el abusador fue Fred Handford, un compañero con el cual trabajó durante al menos 20 años y que tuvo un final fatídico luego de una terrorífica decisión.

Janet sostuvo una arma que ni siquiera sabía usar y le disparó en su cocina a Fred, dejándolo muerto en el piso, sin testigos y sin pruebas “porque la sangre no corrió ni salpicó” como dijo en su escalofriante confesión.

“Sé que las pistolas tienen cosas de seguridad en ellas, pero no sé cómo funcionan ni dónde están ni nada, pero puedo recordar que presioné una pequeña palanca del tipo que estaba encima de la pistola donde iría tu pulgar. Recuerdo que empujé eso hacia adelante y probé el gatillo y, la segunda vez, disparó", narró la supuesta asesina.

Sin embargo, no cuenta con la credibilidad para que la policía, que nunca logró cerrar el caso, le crea.

Luego de pasar un buen rato pensando en lo que había hecho y qué haría luego, con ayuda de la maquinaria del granero movió los restos sin vida del trabajador y cavó un hueco profundo donde enterró a su víctima.

Los vecinos y las autoridades se hacían muchas preguntas y sospecharon en primera instancia que se trataba de un suicidio, con el que Freud habría resuelto acabar con sus problemas económicos. Nadie sospechó de la dama que trabajó durante dos décadas en la granja.

Tuvieron que transcurrir 30 años para que Janet confesara su crimen. Curiosamente, luego de compartir acciones de las tierras con su víctima, la mujer le compró los terrenos a su hija.

Todo el terrible episodio se desempolvó luego de una sesión psicológica de cinco horas de donde Janet salió desesperada y tuvo que recibir asistencia médica.

La policía nunca le creyó debido a que revisaron el terreno y no consiguieron rastros del cuerpo, además de que catalogaron sus declaraciones como “vagas y alegres”. Lo único que hace dudar a las másximas autoridades de la localidad es el relato sobre violaciones que sufrió y que posiblemente desencadenaron los hechos violentos.

Por si fuera poco, Janet fue acusada en 1997 por robar miles de libras, lo que hace pensar que pudiera ser una profesional de la mentira, que todo lo está inventando.

La mujer dice haber sido violada dos veces cuando tenía 26 años y que en la segunda oportunidad Freud le dijo que debían casarse.

Por esto, al coincidir con él nuevamente decidió tomar el arma y de forma torpe asesinarlo de un disparo con unas municiones de maíz, lo que respondería quizá por qué no salpicó sangre por doquier.

Esta confesión ha cambiado su vida y ahora recibe constantes entrevistas y saldrá en el programa crímenes y castigos de ITV, en donde narrarán su increíble historia.

También se cuenta con un documento o carta que tiene todo lo que Janet siente y hasta un blog donde las personas pueden conocer más del caso y de la actualidad de la supuesta asesina.

JUGADA MAESTRA

Los crímenes siempre tienen un talón de Aquiles que les hace develar el camino hacia la verdad. En el caso desgarrador de una joven muerta en circunstancias un poco extrañas, esta vio la luz luego de que las autoridades colocaran un micrófono escondido.

Después de un encuentro sexual, James Tobin, un chico muy violento y que además era boxeador, asesinó a su novia Kellie Gillard, en su casa golpeándola y pegándola contra una pared. Los traumas le ocasionaron la muerte.

Tobin había argumentado que todo fue accidental por culpa de una sobredosis. Luego refirió que el incidente fue causado porque la chica estaba sobre la cama de pie y se cayó.

Pero la policía decidió colocar equipos escondidos y cuando el joven se sintió en confianza le confesó a su padre que la había asesinado a puño limpio.

PADRE SIN GRACIA

Joseph "Joe Clyde" Daniel no escogió, al igual que ningún niño, a los padres que lo traerían a este maravilloso mundo.

No corrió con suerte y desapareció extrañamente a sus cinco años de edad. El pequeño tenía autismo y era un pequeño dulce.

Toda la comunidad de Tennessee lo buscó por doquier. Pero no contaban con el giro que daría esta historia, cuyos detalles están a continuación.