Mujer halla perra callejera con sus cachorros, pero escucha el extraño llanto que continúa
Una perrita en Argentina dio una increíble lección de maternidad que resulta vergonzosa para muchas madres.
Santino es un bebé recién nacido que fue abandonado por su madre en Buenos Aires, Argentina, y fue acunado por una perrita callejera que acababa de dar a luz.
La perrita que tenía sus propios cachorros mientras buscaba comida en un callejón encontró a un bebé abandonado por su madre.
Enseguida ella entró en acción y trajo a su camada para acunarlos a todos juntos. Su instinto maternal que estaba activo no permitió dejar a la criatura indefensa en medio del inclemente frío que hacía por esa época del año.
Fuente: Freepick
En la mañana, Brian, el hijo de Alejandra Grifa, salió a trabajar y escuchó el llanto. Pensó que tal vez la perrita estaba aplastando a uno de sus cachorros y cuando metió la mano para sacarlo se dio cuenta que era la cabeza de un bebé.
“Estaba llorando, todo sucio, con olor, y tenía mucha hambre”.
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De acuerdo con Alejandra, la madre del bebé le pidió a su hermana que le cuidara al niño y como ella le dijo que no podía, la mujer de 33 años simplemente lo abandonó .
El niño fue llevado al Hospital Melchor Romero, donde confirmaron que el niño tenía solo unas pocas hora de nacido y elogiaron la valentía de la perrita que lo salvó.
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“Los médicos nos dijeron que si ella no hubiera hecho esto, él habría muerto. El perro es un héroe para nosotros ", afirmó Daniel Salcedo, jefe de policía de la provincia de Buenos Aires.
La madre que ya tiene otros 8 hijos fue encontrada y puesta bajo arresto por abandonar a su suerte al pequeño.
“La perra fue más madre que la madre, si vamos al caso, porque la perra no abandona la cría, y ella abandonó una criatura”, concluyó Alejandra Grifi.
Los perros son como ángeles que aunque parezca increíble pueden aparecer con su infinita lealtad en los momentos que más los necesitamos.
Lo que le ocurrió a este trabajador de Carolina del Sur durante un accidente en el río demuestra que los milagros existen y pueden venir de un ser de cuatro patas.
Mason Ringer formaba parte de un equipo contratado para renovar un viejo muelle, cuando el bote en el que viajaba con dos compañeros de trabajo volcó en un día bastante ventoso.
Mason nadó tan fuerte como pudo, tratando de volver al muelle. Luchó contra la fuerte corriente y las ráfagas de viento de hasta 30 millas por hora. Incluso se quitó la sudadera y los zapatos que le pesaban. Pero el agua fría hizo que sus músculos se agarrotaran y le dieran calambres.
Luego de una hora de luchar contra el agua helada, Mason estaba completamente agotado. "Me giré sobre mi espalda y cerré los ojos y dije una oración a Dios pidiéndole que me ayudara de alguna manera", recuerda Mason. Y Dios respondió de una manera muy inesperada.
Poco después de terminar su oración, Mason escuchó un ladrido. A continuación, vio a Woody, un labrador amarillo, nadando en su camino.