Chica atrapada en su cuerpo por 18 meses un día escucha a su madre tocar el piano y despierta
La niña, de 13 años, pasó en el hospital 18 meses porque de repente su mente quedó atrapada en su cuerpo paralizado.
Miranda Meldrum sufrió una hemorragia cerebral que por poco acaba con su vida. Aunque sobrevivió se encontró con un síndrome de enclaustramiento.
Su mente seguía activa, pero su cuerpo estaba totalmente paralizado. Los médicos indicaron que solo tenía un 5% de probabilidad de salir de ese estado.
Sus padres no se darían por vencidos. Entonces su madre, Stella, de 52 años, decidió tocar música en un teclado en la habitación de Miranda, en el Bristol Children's Hospital.
De repente, Miranda empezó a mover lentamente los ojos y después otras partes del cuerpo hasta fue capaz de empezar a tomar clases de piano y aprender lenguaje de señas.
Su padre, John, de 54 años también tocó la guitarra y le cantó a Miranda mientras ella se recuperaba. Ella dijo que escuchar música fue una de las principales ayudas para su recuperación durante los 18 meses que pasó en el hospital.
Al principio, Miranda solo hacia el clásico "un parpadeo para decir sí o dos para decir no". Ahora que su habla y movimiento mejoró toma clases de baile y canto.
Además se siente lista para regresar a la escuela. Su tenacidad a pesar de poder moverse y la música de sus padres la ayudó a superar un pronóstico tan desfavorable.
"Miranda tenía un 95% de probabilidades de permanecer así indefinidamente", comentó Stella, una de sus doctoras.
Su madre espera reunir 30 dólares en una recaudación de fondos para adecuar la casa y pagar las sesiones privadas de fisioterapia, al regreso de su hija.
Todas las situaciones de la vida tiene una razón o una lección, quizá fortalecernos casi siempre o mostrarnos que los milagros existen. Fue así como el equipo médico quedó sorprendido por la dramática evolución de esta madre.
Amanda da Silva de 28 años tenía 37 semanas de embarazo cuando fue internada de emergencia al Hospital Materno Ceara Assis Chateubriand, en Fortaleza, Brasil.
Al parecer da Silva sufrió una crisis epiléptica producto de una pelea con su marido. Por ello los médicos le practicaron una cesárea de emergencia, puesto que la vida del bebé corría peligro.
Metro dejó saber que posterior al parto, le indujeron un coma para estabilizar su condición. Pero luego de tres semanas en ese estado, las enfermeras de la Unidad de Cuidados Intensivos comenzaron a preocuparse. ¡Lo que vino después es un acto de fe!