Conmovedor video de soldado desplegado sorprendiendo a su familia en la iglesia

Cuando supo que su despliegue en España terminaría un poco antes de lo esperado, decidió que quería sorprender a sus seres queridos.

En el 2015, el soldado estadounidense Dave Woodruff había pasado ocho meses desplegado en España. Se había ido de su hogar para prestar servicio militar durante dos años y extrañaba desesperadamente a su familia.

Cuando supo que su despliegue en España terminaría un poco antes de lo esperado, decidió que quería sorprender a sus seres queridos. Así que habló con un grupo de amigos en Estados Unidos para que lo ayudaran llevar a cabo una misión secreta.

Un día, sus padres asistieron a misa en la iglesia Christ the King en Deville, Nueva Jersey, sin saber que su hijo había regresado.

Éste se encontraba sentado en su automóvil en el estacionamiento mientras su familia estaba junto a la congregación dentro del lugar.

El pastor estaba guiando a todos en la adoración y mientras la congregación estaba de pie y alababa al Señor, decidió informar a los presentes que tenían un pequeño regalo antes de que todos se fueran.

Se trataba de una conmovedora compilación de videos realizada por Dave en la cual deseaba un feliz cumpleaños número 53 a su padre.

En el clip se puede observar al infante de marina confesando que se había perdido el cumpleaños de sus padres durante los dos años que estuvo en servicio activo, por lo que quería hacer algo especial para ellos.

Además, les dijo cuánto los amaba y los extrañaba. Los padres estaban conmovidos por el video de su hijo, y cuando su madre se quitó las gafas para limpiar sus lágrimas, se escuchó en el clip que les dijo a todos que se dieran la vuelta.

Y ahí estaba él. Todos quedaron impactados al verlo. Se escuchaban gritos de emoción entre los presentes, y sus padres se apresuró a darle un gran abrazo a su hijo mientras todos aplaudían.

Mira el siguiente video para que conozcas más detalles.

Otro soldado que había estado prestando servicio en Afganistán, también decidió darle una gran sorpresa a su familia al regresar a su hogar antes de lo esperado.

Se organizó con la ayuda de su vecino para sorprender a sus seres queridos. Entonces el joven se dirigió a la oficina de su padre y tocó su puerta. El padre al verlo quedó impactado y no dudó en dar un fuerte abrazo a su hijo mientras lloraba de alegría.

Luego, fue al trabajo de su hermana en compañía de su padre, quien tenía su teléfono preparado para grabar el momento.

Al aparecer frente a ella, la reacción de la joven fue similar a la de su padre. Le dio un fuerte abrazo con gran emoción y no podía dejar de abrazarlo.

Y, por último, pero no menos importante, el joven se dirigió al lugar de trabajo de su madre para darle la gran sorpresa. No faltaron los fuertes abrazos llenos de un amor.

Es indudable el gran amor que existe entre los miembros de esta familia. Fue un encuentro realmente conmovedor.

Otro encuentro conmovedor fue el del sargento de primera clase Terry Gottke, quien no había visto a su familia en un año al estar de servicio en Afganistán.

Pero este padre planificó una sorpresa para sus hijas. Gottke y su esposa Brittany son bomberos, y él ha servido en la Guardia Nacional durante 14 años.

Brittany ya había saludado a su esposo ese mismo día antes de su llegada y juntos habían planeado sorprender a sus hijas. Entonces Gottke se vistió con todo el equipo de bombero en la estación de bomberos y sus compañeros lo llevaron a su casa con las sirenas encendidas.

Desde su hogar familiar, Brittany y sus dos hijas, Tawny, de 7 años y Brea, de 5, pudieron escuchar las sirenas que se acercaban.

Las niñas se sorprendieron cuando el camión de bomberos se detuvo en su casa. Gottke entonces salió del vehículo. Mientras se acercaba, ellas sintieron que algo estaba pasando.

Entonces, la sorpresa inicial se transformó en sonrisas que se convirtieron en felices lágrimas de emoción, después de que Gottke se quitó la máscara y el arnés, y Tawny exclamó: "¡Papá!"

Ambas niñas saltaron a los brazos de su padre, llorando y abrazándolo, eufóricas de verlo.