Perrita policía diagnosticada de cáncer se niega a dejar de luchar contra el crimen
De noche, la agente de policía canina Lola combate a los criminales en las calles de la ciudad. Pero de día, ella combate al cáncer que ataca su cuerpo.
Lola, una perrita labradora negra de ocho años de edad (y la primera y única oficial de cuatro patas del pueblo de Groton), fue diagnosticada de linfoma de células B de alta intensidad, a principios de agosto de este año. Los veterinarios le realizaron una nefrectomía el 11 de septiembre.
Pero ni el cáncer ni la falta de un riñón evitan que Lola cumpla con su deber. "Le gusta trabajar", dijo el oficial de policía de Groton, Nick Beltz, quien es su cuidador. "Está en la puerta esperándome, lista para salir, cada noche".
Beltz y Lola trabajan el turno nocturno, y Lola se especializa en olfatear drogas y rastrear a personas. Beltz explicó que comenzó a presionar para crear una unidad canina, y tras un poco de negociación, Lola se reportó para su primer día. Ambos asistieron a entrenamiento especial, y han sido leales compañeros desde entonces, como reporta Lowell Sun.
"Ella es parte de nuestra familia", dijo Beltz, cuyos dos pequeños hijos también aprueban del desempeño de Lola.
"Quedé devastado al enterarme de su diagnóstico", dijo. "La llevé al veterinario porque tenía una infección de vejiga". Los doctores descubrieron que su riñón izquierdo era el doble del tamaño normal, debido a un tumor alojado en el órgano.
El tumor fue removido quirúrgicamente y Lola estaba de pie en cuestión de días. Actualmente atraviesa un tratamiento de quimioterapia de 19 semanas, que Beltz dice que "el pronóstico es muy bueno. Su conducta está volviendo a la normalidad, y el cáncer está en remisión".
Beltz dijo que Lola ha participado en al menos dos docenas de redadas de narcóticos en sus seis años en la fuerza policial. Dijo también que Lola rastreó a una atleta de secundaria, corredora a campo traviesa, luego de que se perdiera en el bosque.
Cuando la policía, guiada por Lola, finalmente halló a la adolescente, estaba temblando de frío en una gélida tarde de enero.
El otro trabajo de Lola son las relaciones públicas, visitando escuelas y asistiendo a eventos comunitarios. La semana pasada, ella visitó la escuela Groton-Dunstable Regional Middle School.
Una docena de niños y el personal le preguntaron a Beltz por la porción sin pelo en el lomo de Lola. "Allí es donde los doctores la afeitaron para darle la medicina", explicó el oficial.
Un estudiante, Cameron DeLoureiro, dijo que "me gusta, ella trabaja como oficial de policía porque tiene una gran nariz para olfatear cosas". Los estudiantes estuvieron fascinados por la placa policial real que cuelga del cuello de la perrita, con el collar que dice "policía canina".
Para Beltz, Lola es más que una valiente policía y confiable compañera. "Estamos juntos constantemente. Vivimos juntos y trabajamos juntos", dijo, comprendiendo que, en cierto punto, Lola tendrá que dejar la fuerza policial.
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Entretanto, en Nueva Jersey, un oficial canino recibió una despedida con honores de bombero antes de ser sometido a una eutanasia, rodeado de amigos y familia.
"Lo amo. Él era mi mejor amigo", dijo el Jefe Dan VanFossen, de la Compañía de Bomberos Voluntarios Pattenburg, a Inside Edition. "Estoy devastado. Lo más difícil fue tomar la decisión de hacer lo mejor por él".
El departamento, junto a otros departamentos de bomberos y agencias de la ley locales, se despidieron el ex-oficial canino, Bandy, en una conmovedora ceremonia.
Otro perrito oficial que fue despedido con honores fue Zeus, sacrificado tras nueve años de servicio en la unidad canina de la policía de Ridgefield, Connecticut. Policías se formaron en las calles rindiéndole honor a él y a los años de servicio que le prestó a la comunidad.
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Pero sus compañeros de la fuerza no iban a dejarlo ir sin una despedida formal como lo hacen con todos los demás oficiales caídos. El jefe de la policía incluso ofreció un emotivo discurso para el hermoso perro.