Elefante bebé fue abrazado y consolado por la manada después de que perdió a su mamá

Perderlo todo, en ocasiones puede significar ganar en demasía. Esta tierna historia animal nos lo demostrará, con unos elefantes hermosos como protagonistas.

Mukkoka, de 1 año, deambulaba por el Parque Nacional Tsavo East de Kenia sin ningún compañero o su mami a su lado. Al parecer la suerte no estuvo de su lado y perdió el rumbo.

El cansancio del animal se notaba a leguas, pero su destino tendría un final feliz gracias a la acción oportuna de los rescatistas de David Sheldrick Wildlife Trust (DSWT). Como todos unos superhéroes divisaron a Mukkoka desde un avión en el que hacían una inspección.

Lamentablemente, en las cercanías del río Tiva no consiguieron pistas de su madre o del grupo de elefantes. Aún el equipo de proteccionistas no sabe a ciencia cierta qué pasó con los demás. Pero con todo el cariño y profesionalismo llevaron al pequeño a su santuario, en donde rápidamente le ofrecieron leche. Su mayor preocupación era la salud de Mukkoka.

El elefantito al parecer supo que estaba en buenas manos y en pocos días comenzó a recuperarse. Entonces sus cuidadores supieron que estaba preparado para recibir la mejor terapia para seguir adelante.

Un excepcional grupo de paquidermos se encontraban jugando y haciendo sus cosas propias de la especie, pero al ver a Mukkoka sintieron la necesidad de consolarlo, acariciarlo y hacerle sentir que estaba en casa.

La escena hizo pensar a más de uno que el grupo sabía que era un huérfano muy afortunado, tras haber sido rescatado por el equipo de DSWT.

"El saludo con el que fue recibido fue cálido, con los otros bebés estirando sus trompas para consolar y dar la bienvenida a Mukkoka como un nuevo miembro de la familia", dijo Rob Brandford, director ejecutivo de la organización protectora de animales salvajes.

La compasión, comunicación, juegos y camaradería en los elefantes son elementos que ven a diario los proteccionistas del lugar, pero lo ocurrido con Mukkoka fue realmente único. Los animales estuvieron especialmente conmovidos con su presencia.

UN CASO DIFERENTE

Pero no todas las historias son hermosas y felices. Otras como la de Nalakite son realmente tristes. Esta elefanta y sus dos hijos vivieron muy duros momentos cuando su madre toda lastimada recorría la Reserva Nacional de Masai Mara, en Kenia.

Su incómoda herida hizo estragos en su gran cuerpo y estaba infectada y sucia. Cuando los rescatistas la hallaron hicieron todo lo posible por atenderla. La sedaron, le dieron antibióticos y vitaminas por su bajo peso. Tuvieron inclusive que ayudarla a levantarse, y muchas manos fueron necesarias.

Pero, lastimosamente, la madre estaba demasiado débil y ni por la ayuda de los especialistas logró salir adelante con sus pequeños. Al tiempo encontraron su cuerpo enlodado en un pequeño lugar húmedo. Sus hijos lloraban y abrazaban el cuerpo con sus trompas. ¡Indescriptible momento!.

Sencillamente los elefantes son animales espectaculares y con una memoria inigualable.

ATAQUE CON RAZÓN

Los animales no tienen raciocinio, ni un idioma entendido por nosotros los supuestos seres pensantes, pero en sus normas y códigos existe un fuerte lazo de hermandad y si se trata de elefantes este vínculo es inquebrantable.

Por esto, hace tres o cuatro años se grabó el momento en el que dos despiadados cazadores le disparaban a un grupo de elefantes y sin pensarlo recibieron una merecida reacción por parte del grupo. ¡Mira lo que pasa aquí!