Niño autista que ignoró todos los protocolos e interrumpió audiencia del Papa enamora a todos
Niño autista argentino quería saludar al Papa así que se saltó el protocolo y accedió a su audiencia general en el Vaticano.
Un pequeño de 7 años se robó toda la atención en la audiencia general del Papa el 28 de noviembre, luego de que este accediera al escenario del Aula Pablo VI para explorar y jugar durante algunos minutos.
Wenzel Eluney, de padres argentinos, estaba sentado en las primeras filas de la sala, donde se sitúan los enfermos, y en un momento determinado escapó de su madre y subió a la zona donde estaba sentado el pontífice celebrando la audiencia.
Inmediatamente, se puso a un lado de uno de los guardias suizos y le tocó la mano, como queriendo asegurarse de que fuese una persona y no una estatua. Luego, Wenzel se echó a correr por todo el espacio, finalmente acercándose al Papa.
Este le pidió un beso y le preguntó su nombre, más no recibió respuesta.
Al contrario, su madre se acercó al Papa y al arzobispo Georg Gaenswein con la intención de llevarse al niño, y aprovechó el momento para confesarles que eran argentinos y que Wenzel tenía un autismo grave que no le permitía hablar.
Francisco le dijo que lo dejase jugar allí y, poco después, el Pontífice se volteó hacia el prefecto de la Casa Pontificia y le dijo sonriendo: "Es argentino...indisciplinado".
Durante varios minutos, el niño correteó libre por el escenario e incluso su hermanita subió para intentar llevarlo a su puesto, pero no tuvo éxito.
A medida que el Papa daba los saludos a los fieles de lengua española, explicó que Wenzel no podía hablar, que era mudo, pero que sabía “comunicarse y expresarse" y que era "libre".
También bromeó diciendo que el niño era "indisciplinadamente libre", para luego comenzar con una reflexión religiosa:
"Pero es libre y esto me ha hecho pensar ¿Soy yo libre? ¿Soy yo libre ante Dios? Ante Dios, todos tendríamos que tener la libertad de un niño delante de su padre", dijo.
"Este niño nos ha predicado hoy", dijo Francisco, quien también pidió "la gracia para que este niño pueda hablar" y arrancó un aplauso de los cerca de 7.000 asistentes a la audiencia del día.
Cuando el servicio llegó a su fin, los padres del niño -quienes tienen años erradicados en Italia- explicaron a la prensa que la adorable imprudencia de su retoño no estaba programada, y que fue "una de esas cosas hermosas que regala Dios".
Al parecer, el pequeño estaba aburrido, así que su madre tuvo la idea de pedirle que fuese a saludar al Papa, sin pensar en que este le haría caso porque en realidad es un chico desobediente.
La madre contó que Wenzel Eluney tiene "un autismo bastante grave, no verbal" y que "nunca obedece", pero que cuando le dijo en broma que fuera a saludar al Papa "se largó".
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EL PAPA ASISTE A BODA
Esta no es la primera vez que sucede algo impresionante con el Papa presente. Hace algunos meses, una pareja a punto de casarse quedó atónita cuando el Papa Francisco apareció para oficiar la ceremonia.
Lucía Vera y Luca Elia eran los novios. Lucía es empleada del Museo Vaticano. Luca Elia es un guardia suizo en la Santa Sede. Se conocieron, se enamoraron y planearon su boda para el 14 de julio.
La pareja envió una invitación al Papa por mera cortesía, pero nunca se esperaron que se apersonara de esta iglesia para sorprenderlos a ellos y a los invitados, siendo quien oficiara la misa.